Escucha mi silencio

Capitulo 3

La simpleza con la que revela aquello le dan una sensación errónea a la expresión neutra y relajada de su rostro, como si fuera algo tan lejano que cuesta recordarlo, como si fuera algo que superó hace mucho tiempo.

 

Sé lo delicado que son esa clase de temas y asumo que, así como a mi me gustaría que no me pregunten, no hago la típica pregunta sin importar cuán grande es la curiosidad de saber sus motivos.

 

Su mirada expectante comienza a ponerme nerviosa, no estoy realmente segura de como responder pero sin esperar respuesta alguna comienza a contarme sobre él. Los primeros minutos de su historia presto especial atención, esperando lo que pensé sería el motivo que lo llevo a tomar esa decisión, sin embargo, a medida de que veo la aguja de su reloj de pared avanzar comienzo a ser consciente de que no es a donde quiere ir, simplemente esta armando conversación, en la cual es él el único que habla. Es bastante útil que module las palabras y también las gesticule, puesto que así puedo seguir el ritmo de su discurso.

 

Al parecer tiene una familia muy unida y tuvo una infancia bastante promedio y feliz. Las anécdotas de sus hermanos son cómicas y adorables y me hacen querer no ser hija única; tiene tres hermanas mayores, lo que lo convirtió en su juguete favorito, pero al pasar el tiempo al ser él el más pequeño con gran diferencia de edad se fue quedando atrás, hasta que eventualmente todas armaron sus vidas por separado y se mudaron de la casa familiar, él al último.

No tengo idea de a donde quiere llegar con eso, pero solo dejo que siga, sintiendome atraída por la idea de una familia así de grande y cercana, envuelta por la curiosidad de un sentimiento ajeno. Pequeños datos involuntarios o secundarios me hacen saber que en algún momento algo cambio su relación con la más chica de sus hermanas mayores, de las cuales no alcanzo a captar los nombres puesto que tiene una seña designada para cada una de ellas. Una de las primeras cosas que aprendí de lenguaje de señas fue a que cada persona de autoasigna una seña que significa su nombre, de forma que no necesite deletrearlo.

 

Sus historias sin sentido logran de alguna forma disolver momentáneamente ese sentimiento viscoso y pesado que ha dominado en mi corazón por ya algún tiempo así que dejo que mis hombros se relajen mientras me esfuerzo por terminar la tercera taza de té que acaba de dejar frente mío.

 

Abro los ojos rápidamente, sobresaltada por  una pesadilla de la que solo recuerdo retazos sueltos. ¿En que momento me quedé dormida?

 

El reloj de pared marcan las 11 AM, no es que me preocupe. No hay nadie en la sala así que me tomo mi tiempo para desperezarse, percatandome de que una gruesa colcha que me cubre.

 

La vergüenza que siento ahora es considerablemente menor a la de la noche anterior, pero aún así no puedo evitar querer huir de aquí antes de volver a verlo. No tengo nada conmigo más que mi teléfono, por lo que en cuanto lo encuentro, sin mirar la pantalla, ruego al cielo que la puerta se encuentre abierta, pero como era de esperarse no es así.

 

Algo pequeño y liviano golpea mi cabeza y doy un pequeño salto por el susto, volteandome para encontrar a Adam con una sonrisa leve en los labios.

 

¨¿Ni siquiera ibas a decir adiós?¨ Modula con lentitud, un bostezo se le escapa cuando termina de hablar. Tiene puesto un pijama a rayas de dos piezas que le va ridículamente entallado, como si tuviera años usandolo y se negara a comprar uno de su talla.

 

¨Me tengo que ir¨ Digo, esperando que no haga preguntas. ¨Papá espera en casa¨ vuelvo a hablar, sintiendo como la mentira sale con facilidad de mis labios, quizás sea sencillo por solo no oír mi voz, o quizá estoy muy acostumbrada a mentir de hacía donde voy.

 

El me mira fijamente por unos largos segundos antes de que su sonrisa se transforme a una con destello de burla.

 

¨Hable con tu padre hace un rato¨ Modula lento y un escalofrío me recorre la columna. ¨Le comente de como te encontré en la calle cuando iba de camino al trabajo y de lo emocionada que estabas del nuevo programa¨

 

Hago una seña con las manos de que no se apresure, pues una vez el sueño se ha escurrido fuera de el parece querer comenzar a hablar increíblemente rápido otra vez.

 

El parece notar la mezcla de confusión con temor que debe transmitir mi rostro, así que mientras se encamina a la cocina con pasos arrastrados me hace seña de que lo siga, yo no digo nada mientras tomó asiento en el mismo lugar de anoche.

 

Por un momento que parece eterno, en el que detiene su discurso como si esperara a que le volviera a dar permiso para hablar, pero una parte de mi no quiere escuchar lo que tiene para decir. El simple hecho de que saber que habló con mi padre es más que suficiente para alarmarme. No tengo ninguna llamada perdida de su parte, lo que quiere decir que fue el quien lo contacto, no me imagino que haya sido de otra manera.

 

¿Para que habló con el? ¿De que maldito programa habla? ¿Por que no habre la puerta para que me pueda marchar y ya?



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En el texto hay: depresion, romance, drama

Editado: 19.02.2019

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