Al abrir la puerta me percate de la lluvia, suave y tranquilizadora, aunque también melancólica, trayendo aquellos recuerdos que hubiera preferido borrar.
Salgo a la calle con la sombrilla en mano, lentamente como siempre me dirijo al trabajo, sin embargo, hoy mis pies no me han escuchado; sin darme cuenta me llevan a aquel lugar, ahí donde te conocí y me enamoré de ti, el lugar que se convirtió en mi palacio y al pasar del tiempo se volvió tuyo. Donde te dije te amo cuando no me amabas y dije que no cuando las palabras salieron de tu boca, en aquel entonces me pareció la cosa más irónica.
También ahí fue donde nuestra historia acabo, no te quería, tampoco tu a mí, había alguien más en tu corazón y nadie en el mío, tu amabas y yo había olvidado como hacerlo; todo paso en aquel lugar, donde los arboles llenos de flores me encantaban en primavera y otoño, me resguardaban del resplandeciente sol en verano y me ocultaban mientras te observaba en invierno.
Mi corazón se rompió, no por el amor que no pudo ser, sino porque luego de amar olvide como hacerlo, olvide como es sentirte enamorada, desde el momento en que me dijiste que no, poco a poco todo comenzó a cambiar y cuando dijiste te amo te rechace, no porque hubiera alguien más en mi corazón, fue porque en aquel momento mi corazón se encontraba vacío pues algunos días atrás decidí no creer en el amor.
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una persona contando una historia, un lugar importante para muchos
Editado: 17.05.2019