Capitulo 16

André | Mundo natural

3 días después

No puede ser, no puede ser

No estoy listo para verla aún, no... Se suponía que no tendría que verla más, no quiero.

Ella me mira mortificada, y yo ni siquiera puedo mirarla a los ojos, así que salgo a trompicones de la sala.

¿Cómo fue que llegué a esto?

Fácil, no le preste la suficiente atención a la señora Valeria, cuando me invitó al dichoso seminario, ella muy bien dijo que vendrían egresados que salieron del país, ¿Cómo no lo ví venir? Está claro que Lauren estaría invitada también, es una de las mejores de su promoción. Lo que me llevó a llegar aquí hoy temprano, y tener que verla levantarse y sonreírme en medio de la enorme sala llena de sillas aún vacías...

Parece que sintió mi llegada, pues a penas crucé la puerta ella advirtió mi presencia, se quiso acercar, pero creo que mi mirada le dijo que no la quería allí...

Camino apresuradamente hacia la salida, lo siento por la señora Valeria, pero no me siento en capacidad de estar con la primera mujer que me atrajo y la cuál tuvo que vivir tanto caos. No, no quiero.

-¡André, espera! ¡Por favor! -la escucho gritar detrás de mi, muy a mí pesar detengo mis pasos, no es del todo bueno que la escuchen gritar por mí. En estos momentos me siento como un completo inmaduro, y tal vez lo sea.

Giro sobre mis pies y me atrevo a repasarla mientras se acerca con pasos rápidos, está más hermosa que nunca, es más de lo que recuerdo, se ve incluso mayor, su cara ovalada ahora luce menos anulada, sus rasgos están más asentados e incluso la falda de tubo a su rodilla roja, y esa blusa blanca se amoldan a la perfección a su figura, hace que un nudo se apodere de mi garganta. Su mirada dicta alivio. Eso me hace sentir un poco mal.

-Hola, André -Susurra, ya cerca de mí, su voz es tal y cómo la recuerdo, calmada, pacífica.

-Ho-ola... Lauren -Su nombre sale apenas con un suspiro al aire. Qué vergüenza.

-Creí que nuevamente ibas a huir de mí... -La observo con advertencia, no quiero hablar de eso, y creo que ella lo sabe -¡Está bien, está bien! Lo siento... Es sólo que no entiendo porqué siempre me evitas.

-Yo... Yo no te evito, solo... Solo... -Empiezo a mirar hacia otro lado, no sé qué decirle, sin parecer algún estúpido.

-No importa... Sólo quería saludarte -Me sonríe -. Estás haciendo un excelente trabajo, los directivos no hacen más que hablar maravillas de ti. Me alegra mucho, aunque estoy segura que eres muy capaz de conseguir algo mejor que esto... Sabes que tienes la capacidad de mil veces más que esto.

-Así estoy bien, créeme. Sabes que no me gusta, ya sabes... Llamar mucho la atención -Me rasco la nuca -. Y gracias, mucho de esto es gracias a ti, si no fuera por ti... Yo...

-No, nada de eso, todo esto es gracias a ti. Tú lograste todo esto, porque eres extraordinario. Lo sabes, ¿No?

Asiento, y le doy una sonrisa leve.

Así es como unos momentos después, empezamos a hablar de nuestras vidas desde que ella se fue, nuestros trabajos, nos ponemos al día, y al pasar los minutos dejo de sentirme nervioso y comienzo a estar relajado, la única vez que lo he estado desde hace tiempo, más de estos días con todo lo de mi familia. Ella me hace bien.

Hace que recuerde lo que era tenerla, y... Creo que la extrañé, aunque ya no siento las chispas como cuando la conocí, la sensación ahora es diferente, es más... Tranquilo, como algo de control y estabilidad que no puedo explicar.

Tal vez este encuentro no fue tan malo como creía.

Al cabo de un rato, nos llaman a entrar al seminario, nos sentamos a la par, y no podía dejar de verla, en especial, cuando le toca hablar a ella, y su voz... Nuevamente me transporta. Todo se vuelve mejor cuando es mi turno, y entonces los dos hablamos, todos nos observan, hablamos de las nuevas investigaciones, nuestros puntos de vista y de las nuevas alternativas de energía renovable en las que piensa invertir el plantel... Todo es sencillo con ella.

Al finalizar el día, salimos, y los directivos terminan proponiéndonos a ambos participar como líderes del nuevo proyecto, quieren que nos encarguemos de organizar todas las propuestas e informes... No sé si sea muy bueno para mí en mi condición, pronto se acercará el día, aún no sé nada de mi padre. De mi familia.

Lauren, manifiesta que le gusta mucho la idea, pero que en unas semanas pensaba volver, pues tiene un proyecto en manos fuera del país, sin embargo aún no está concretado, y debe barajar sus posibilidades, porque estar en este proyecto significaría que debe quedarse más tiempo aquí.

Esa idea me emociono, tanto, que estuve dispuesto a aceptar, pero terminé diciendo que lo pensaría también. Nada es fácil.

Saliendo de allí, la invité a comer... Lo hicimos, hablamos muchísimo más, estuvo todo tan agradable que por un momento olvidé todo lo que me pasaba, mi mano seguía cubierta, ella me preguntó por eso y sólo dije que la había lastimado, no preguntó mucho más, y lo agradecí. No tocó el tema de la última vez que estuvimos juntos, cuando me vió en un estado tan lamentable, mientras no lo mencione, creo que estaré bien.

Casi al terminar la cena, me preguntó por mi familia, forzosamente dije que estaban de viaje, todos y yo había tenido que quedarme, el tono de mi voz tuvo que hacerla dudar, pero no dijo nada, solo me pidió que los saludara por ella. Y nuevamente di gracias, así era ella, empática como nadie que haya conocido.

Después de un rato, la acompañé a tomar un taxi e ir a su casa. Cuando esté la esperaba me tomó de sorpresa rodeandome en un abrazo que duré varios segundos en responder.

-Te extrañé, André. -susurró.

No respondí nada, pues estaba algo sorprendido. Ella se fue, ví como se alejó el auto, y entonces caminé hacia la acera siguiente a esperar a un taxi para ir al hotel, que ahora se había convertido en mi casa temporal.