Esencia Divina

EL JUICIO FINAL

Comienzo a caminar muy despacio. Traspaso el umbral y ente mi se abre el universo.  Estoy rodeado de estrellas, constelaciones, nebulosas, estoy en el espacio nuevamente, caminando sobre algo invisible.  Una luz surge de pronto en el firmamento, una gran luz más intensa que todos los soles juntos.  Comienza a bajar. Yo dejo de caminar, estoy como hipnotizado.  La gran luz desciende hasta la altura en que me encuentro, está frente a mí pero no me ciega ni tampoco me quema, solo emite un suave calor reconfortante.  La luz comienza a subdividirse en dos más sin perder tamaño ni intensidad, las tres son de las mismas dimensiones, las tres me rodean.

Una voz surge entonces, una voz que a la vez parecen tres:

-Bienvenido seas, Charles Fullman. En estos momentos te encuentras frente al tribunal celestial, dispuesto a juzgar tus actos durante tu breve lapso en la vida terrenal.  Muchos son los interrogantes que te abruman, algunos te serán respondidos, otros, ya veremos.  Tú eres la conciencia que habitaba el cuerpo de Charles Fullman, el mismo pereció en el impacto sufrido por su nave.  No se equivocó del todo al decir que éste es un universo negativo digamos que éste es en realidad el positivo, el universo negativo es de donde él venía. La razón por la cual fue rechazado con su nave cuando quiso ingresar, es muy simple, él era un mortal y es imposible que un mortal logre entrar a la Tierra Divina.  Ahora, has las preguntas que tengas que hacer. 

No daba crédito a lo que acababa de escuchar. ¡No puede ser! ¿¡Yo muerto!? Si aún me siento de carne y hueso. Realmente estoy muy confundido. 

-Usted… o Ustedes, ¿es Dios… son Dioses?

-Para ti soy Dios, La Santísima Trinidad

-¿Por qué para mí?

-Por el sistema de creencias que mantuviste en vida, y aunque hayas sido un cristiano muy superficial, esto que se ofrece ante ti es el sistema de creencias que adoptaste.

-¿Este es el verdadero?

-No hay ningún sistema de creencias que sea falso mientras todos guíen hacia un fin único que es el bienestar del espíritu.  Todos los sistemas son valederos mientras se rijan por normas basadas en el bien.

-¿Entonces a aquellos que son de otras religiones, qué juicio les espera?

-A aquellos que son de otras religiones no se encontraran con la Santísima Trinidad, si no con lo que su sistema de creencias les indique. 

Quedo en silencio por unos instantes meditando cada respuesta y pensando en todos aquellos interrogantes existenciales que tuve en vida (aún me cuesta creer que estoy muerto), y vuelvo a preguntar. 

-¿Quién eres Dios?

-Una conciencia suprema.  Yo soy todo y todos, tú puedes ser Dios, como Cristo y el Espíritu Santo son Dios. Dios es la suma de todas las conciencias que una vez instruidas se elevan, y al decir todas no me refiero únicamente a los seres humanos, me refiero a todo ser viviente del universo, todo aquello que contenga alma, llámese animales, plantas o extraterrestres como lo llaman los humanos.

-¿Extraterrestres?

-Así es, ¿o acaso crees que un universo infinito esta sólo hecho para los seres humanos?, existen infinitos mundos con infinitas formas de vida más desarrolladas y más primitivas, con sus infinitas formas de creencias.

-¿Cuál es el fin de la vida?

-Instruirse, elevarse y ser Dios, como tú lo llamas.

-¿Y el infierno?

-No existe en la forma que tu crees que puede ser. Al ir a instruirte en la vida mortal, puedes hacer de ella un "infierno" o un "paraíso", tu lo eliges, por tu conducta, por los pasos que das, por los caminos que tomas, pero el infierno en espíritu no existe.

-¿Qué pasa entonces con aquellos que no se desenvolvieron bien en la vida mortal, con aquellos que no hacen los méritos suficientes como para ser elevados y pertenecer a ti?

-Esa es una pregunta que tendrá su respuesta después de tu juicio, salgas o no beneficiado.

-Si tú creaste el universo, ¿quien te creo a ti?, ¿como surgiste de la nada?

-Yo nada creé, yo nada hice, el universo por siempre ha estado, yo soy el universo mismo, tú eres el universo mismo, todos somos la misma esencia. El hombre avanzó mucho en su ciencia para descubrir que hubo un comienzo de este universo, un Big Bang, como lo llaman ellos, pero antes del Big Bang, estuvo el mismo universo desarrollado con otras conformaciones, otras leyes físicas proveniente también de un Big Bang, pero esto viene sucediendo infinitamente y sucederá infinitamente, y tu estuviste y estarás ahí, por siempre, para siempre. Cada final que es un comienzo, es como una inhalación y una exhalación, un intercambio, una purificación. 

Nuevamente quedo en silencio ya sin preguntas que me acucien. Entonces la Gran Luz continúa hablándome. 

-Si ya has saciado tus interrogantes, que comience el juicio final para ti. 

Asentí con un movimiento de cabeza.  Tres rayos surgen, los cuales se unen y forman uno solo, cuyo vértice se dirige a mi corazón.  Siento un leve cosquilleo en el cuerpo y comienzo a iluminarme y a iluminar todo a mí alrededor.  Entonces aparece ante mí una gran balanza de dos platos.  Sus platillos difieren uno del otro en cuanto a color se refiere, uno es de un azul intenso que irradia una gran luz, el otro es de un rojo incandescente envuelto en grandes llamas.  No siento temor por esto pues sé que son simples símbolos de mi sistema de creencias.  Y hacia la gran balanza se dirige mi cuerpo trasladado por aquel rayo, y no soy depositado en ninguno de los dos platillos, quedo parado sobre un pedestal invisible situado entre los dos símbolos.  Comienzo a iluminarme aún más, el cosquilleo se acrecienta en todo mí ser y entonces miles y miles de "Yo", a una velocidad impresionante, comienzan a surgir de mí, depositándose en uno u otro platillo.  Comprendo muy bien lo que está sucediendo, está siendo analizado cada segundo de mi vida mortal, cada instante de mis pensamientos, cada acto ejecutado, hasta completar los treinta y seis años que duró mi existencia.  Estoy siendo vaciado, nada me acuerdo solo vivo el presente, y cada segundo transcurrido lo olvido. El rayo cesa. Me miro, soy un contorno, solo un contorno igual a las figuras depositadas en los platillos.  La balanza se inclina muy levemente, pero se inclina. El fuego ha triunfado.  Sin palabras comprendo lo que debo hacer, sin palabras comprendo que debo afrontar otra prueba.




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