Violet
Al día siguiente, como no tenía más nada que hacer, pensó en buscar a Elissabat para que le enseñara alguno que otro lugar, para así mirar cuantas salidas existían, de manera que cuando llegado el momento pudiera escapar, cuando iba de camino al salón, la puerta estaba medio abierta, por donde salía la luz, se detuvo al escuchar varios mormullos, y risas burlonas.
—no has visto a esa fenómeno, que podría ser tan terrible para tener esas vendas en las manos—hablo Elissabat con malicia. Violet sintió una opresión en el pecho, enseguida se llevó las manos detrás de la espalda para ocultarlas con vergüenza, aunque nadie estuviera en el pasillo.
—sin duda debe de ser horrible, y notaste su gorro válgame dios! será que lo usa porque es calva, o puede que su cabello es tan espantoso que tiene que ocultarlo—hablo otra niña de cabello oscuro, sus manos con las uñas recién hechas, agarro un pocillo de té y le dio un sorbo.
—por mi parte procurare estar tan lejos como pueda de esa rarita, quien sabe que enfermedad nos podrá contagiar—hablo otra chica con desagrado.
—estoy de acuerdo, es solo basura de la calle—hablo Elissabat indignada, y todas se empezaron a reír. Al rato siguieron con burlas cada vez más crueles.
Violet, sentía la lágrimas en los ojos, y más aún, rabia, por como la habían tratado, era una tonta ingenua, pensó, claramente nadie quería ser amiga de ella, había pensado que como Elissabat se había presentado con amabilidad, al mostrarle toda la casa, podría hablar con ella y no estar encerrada todo el día en una habitación. Tal vez este lugar tampoco era para ella. Respiro lentamente, aunque nadie la había lastimado su autoestima como ellas, había pasado por tanto que ser bonita era la última de sus preocupaciones, seria obediente, cumpliría cada tarea que Stromy le pusiera, su buen comportamiento la convencería de pagarle la deuda de vida y partiría de ahí, debía buscar a Aslak, deseaba con toda sus fuerzas que Lambert hubiera llegado a tiempo y le hubiera dado la medicina. Su corazón sintió un dolor, Aslak debía de pensar que ella lo había abandonado igual que sus padres, ese era el pensamiento que le rondaba en la cabeza y no la dejaba dormir por las noches. No sabía cómo hallaría el camino de regreso a Aslak, pero se tomaría su tiempo para planear.
La noche anterior después de dar vueltas en la cama, y no lograr conciliar el sueño, se había sentado en el borde de la venta, miraba las estrellas y en ese momento tan solo, deseaba que tantas cosas fueran diferentes, soñar que existían más posibilidades.
bajo por las escaleras directo a la cocina, la cocinera, llevaba un delantal curtido y lleno de mugre de papas amarrado en la cintura, era rellenita, con un rostro que se podría decir exótico, las orejas puntiagudas, sus mejillas coloradas por el calor del fogón, el cabello amarrado en una trenza. Pero su rostro mostraba amabilidad.
—¿Qué haces aquí pequeña?— hablo, luego le miro el gorro de la cabeza y sus ojos se fruncieron.
—bueno....yo solo estaba buscando a Stromy—por la mirada que le dio supuso que sabía que estaba mintiendo. La cocinera busco un plato adornado con ramas y hojas doras. Con un cuchillo la cocinera corto un buen trozo de tarta de mora y se lo dio, la boca de Violet se hizo agua, se veía delicioso.
—sabes, eres la primera de las bailarinas que ha bajado aquí, creo que las demás no les gusta ensuciarse las manos, lo cual me lleva a darme cuenta de que eres una muy mala mentirosa—la señalo con la punta del cuchillo. Violet trago saliva.
—lo siento, es solo que, preferiría quedarme aquí— hablo con sinceridad, la cocinera le dio una mirada comprensiva.
—está bien, puedes venir cuando quieres, siempre y cuando no faltes a tus prácticas, no quiero tener problemas con Madan Stromy, ¿entendiste?— Violet no sabía de qué practicas hablaba, así que no se molestó en corregirla, oculto una media sonrisa, y asintió con agradecimiento.
Violet se sienta en la silla, como era bajita, sus pies quedaban colgados en el aire, los balanceaba, con la yema de su dedo presiono un bulto en la mesa de madera, mientras con los dedos se metía un trozo a la boca, soltó ruidito de aprobación, era mucho más delicioso de lo que pensaba, se sintió culpable en pensar en sus amigos y Aslak, ellos no tendrían nada que comer, aunque le había enseñado a Lambert a cazar él no era tan bueno, se le daba mejor pescar, y el invierno apenas acababa de comenzar, seguramente la quebrada estaría congelada, por lo que pescar era aún más difícil. La cocinera revolvía la sopa, dándole la espalda, violet pudo notar que en el cuello tenía escamas azules, como las de un pez, que se abrían y cerraban, Violet la miro con la boca abierta.
—¿eres un ser del agua?— pregunto conmocionada. Una vez Luxil le hablo sobre esas criaturas que Vivian en lo profundo del mar, pensaba que era mentira, pero viendo lo en persona, es completamente real. La cocinera se dio la vuelta sorprendida.
—sshh, baja la voz, muy pocas personas bajan aquí, por lo que no todos saben lo que soy, Madan Stromy pago mi vida a cambio de servirla—esta vez le miro las vendas de las manos— y mira que desastre niña, te ensuciado en todas partes, acaso no sabes comer bien— Violet no respondió.
—entonces ¿si lo eres? ¿Cómo es que tienes piernas?— pregunto, sin poder evitar mirar hacia las extremidades de la mujer.
—puedo hacerlo, por esto—le enseño el collar que tenía el cuello, era una concha de mar, de color azul celeste, con pequeñas piedritas y perlas incrustadas que la hacían hermosa, Violet amplio los ojos—si cualquiera que desee pisar tierra con todo corazón, deberá pedirle el deseo a la reina sirena, lo que le permitirá estar con los inmortales por tres días, después vuelves a ser normal, pero cuando quise volver a casa no pude, es como si la magia hubiera dejado de funcionar—hablo, con un aire nostálgico.