Estando sumergida en mis propios problemas
Recordaba a la mujer que me visitaba
La cual lleva tiempo sin aparecer supuse que ella se encontraba bien
En mis momentos de angustia procuraba recordar la valentía que ella adquirió ante la necesidad de no dejar que la destruyeran
Estando acostada en la cama sentí una presencia que me resulto familiar
Abrí mis ojos humedecidos por las lágrimas
Allí estaba la mujer
Se veía diferente, esta vez su luz brillaba intensamente y la sonrisa que tenía en los labios era deslumbrante
-Por que lloras?- me pregunto
He perdido una batalla, no fui lo suficientemente fuerte- respondí apagada
Ella se acerco más a mí y se sentó en la cama, ahí la vi con más claridad pero aun no podía saber quién era ella
Me percate que tenía cicatrices
Que te ha pasado?- pregunte
Y una vez más me mostro toda su odisea
Ella y el hombre desnudo habían discutido de tal manera que decidieron separarse
Las sombras en aquellos momentos de soledad y antes de la soledad la atacaban constantemente haciendo que ella perdiera la calma
Hasta que estuvo completamente sola
Las sombras la atacaron y la arrojaron a un precipicio, dónde estuvo herida por mucho tiempo sin poder sacar fuerza para luchar por su vida
En muchas ocasiones se sintió sola mientras las sombras la atacaban una y otra vez y le hacían entender que estaba sola
Pero en medio de todo ese sufrimiento sintió la mano de Dios
Tomo su espada y se levanto aun cuando estaba herida pero sentía la fuerza crecer en ella sabía que esa fuerza había venido de Dios
Su luz brillo tanto como la zarza que Dios utilizo para hablar con moisés en el desierto
las sombras quedaron expuestas a tan deslumbrante luz haciendo que la gran mayoría desaparecieran y otras perdieron las fuerzas
Y estas se alejaron
Sintiendo temor de ella y la presencia de Dios
Querida has perdido una batalla no la guerra- me dijo con una sonrisa- no te rindas porque Dios está contigo
Sentí mi luz brillar
En mi mente se formula la pregunta, En qué momento deje de ser quien la consolase?
Nunca dejaste de consolarme aunque no me vieras- me respondió
Me sorprendí, había olvidado que puede leer mi pensamiento
Y hoy estoy aquí porque tú me necesitas- concluyo con una sonrisa cálida
Sin duda su luz me dio fuerza y brillamos con la misma intensidad
Por un momento pensé que éramos una sola, en ese momento se levanto de la cama
Formule en mi mente donde está el hombre desnudo?
En otro momento te contare por ahora debo irme- respondió con calidez- recuerda perdiste una batalla no la guerra
Y con su sonrisa se fue desvaneciendo pero quedando en mi su consuelo y su luz…