Espera, ¡este es el Final! [libro #2]

Me gustan los riegos.


Capítulo 4

La tensión se sentía en la mesa del comedor, el único ruido que se escuchaba era hecho por la comida que masticábamos. Miro a cada uno de mis padres que sostenían su cabeza agachada en su plato. Y solo puedo pensar que lo saben o algo mucho peor.

Tomó valor y me centro en ellos.

─ Alguien me puedo explicar ¿qué carajos está pasando?

Mis palabras eran firmes, ambos me miraron de inmediato sus rostros estaban confundidos. Fred miro a mi madre y ella asintió.

─ Jules - se dirigió a mi ─ Ya sabemos que pasó anoche.

Mis ojos se abren más de lo normal, gotas de sudor bajan de mi frente.

─ Vimos a Ashton - Interrumpió Fred.

─ ¿Cuándo? - pregunté.

Fred se aclaró la garganta ─ ¿hace algunas horas, antes de que te levantarás?

Mis pensamientos no estaban en mí, hay un momento en que tu mente queda en blanco y no puedes procesar nada ni siquiera la mosca que está pasando frente a mí.

─ Él nos contó lo que paso - terminó de hablar mamá.

─ Mamá lo puedo explicar todo - solté antes de que ella hablará, las cejas de ella de encontraron. Fred limpio su boca con la servilleta y ambos me miraron confundidos.

─ Que explicarás la fiesta de graduación de él - dijo mi madre confusa.
Y solo puedo pensar que metí la pata sin haberla sacado.

─ ¡Espera! ¿QUÉ? - dije un poco sobresaltada, ambos estaban más confusos ─ Fiesta, graduación, Ashton, anoche, ¿cómo que les dijo lo que pasó anoche?... no entiendo nada.

Miro a Fred que esta irritado, frota sus ojos y arregla su ropa de trabajo.

─ Ayer que llegamos - empezó hablar mamá con un poco de dificultad ─ vimos que estaba aquí, había muchos autos alrededor de su casa y lo suponíamos qué él estaba ahí. Ella tomó una pausa antes de continuar.

─ Creíamos que estabas ahí.

─ Pero no, gracias a dios - interrumpió Fred.

Mi garganta hace vasca con mi saliva. ─ Volvió - hablé.

Ambos asienten. Las manos de mi madre buscan las mías y las sujeta con fuerza en señal de ánimo.

─ Hace algunas horas vino hablar con nosotros... quería explicar lo de anoche - dijo mi madre sin apartar los ojos de los míos ─ Era su fiesta de graduación, y se disculpó por el ruido.

Me confundo con sus palabras, que yo tengo entendido Ashton no se había graduado eso me lo hizo entender el idiota de Taylor... o me habrá mentido. Tuvo que ser eso. Cuando te vea Taylor te voy a castrar.

─ Se quedará algunas semanas.

Mi respiración se agitó, se quedará por mí, por lo de anoche. Sonrió hacia a mis adentros él se quedará.

─ No queremos problemas - dijo finalmente.

La miró consternada.

─ Lo que queremos decirte Jules - dijo firme ─ no queremos que te acerques a él.

─ ¿Por qué?

─ Te recuerdo el incidente.

─ Fue hace cinco años - Resople.

─ Aún se habla de eso Cariño - dijo Fred.

Lo miro unos segundos. ─ No soy esa persona impulsiva.

─ Él no lo sabe. - corrigió mamá.

─ Entonces deja que lo sepa.

El cuerpo de mi madre giró hacia el frente separando nuestras manos.

─ Se ira si - dijo sin mirarme, mi corazón latía por lo que estaba a punto de decirme ─

No se quedará en esa casa, la venderá Jules y cuando lo haga se ira.

─ Yo también me iré lo recuerdas.

Me pare con brusquedad. ─ Por cierto ¿dónde está la abuela?

Cambié de tema lo más rápido posible, sé que lo nuestro no se puede. Ambos nos iremos, pero solo necesitó aclara algunas cosas con él y nadie me lo impedirá ni siquiera mis padres.

─ No se sentía muy bien para bajar - respondió mamá de mala gana.

Me alejo unos cuantos metros del comedor.

─ Por cierto - digo Fred atrayendo mi atención, me enfocó en él ─ te toca sacar la basura.

─ ¿Qué?... odio hacerlo, dile a Gabriel.


─ Jules él ni siquiera está.

Vuelvo en sí y me enfoco en la mesa y es cierto no me había fijado, anoche era el día libre de ellos así que esta una pijama con algunos de sus amiguitos.

─ Así que devuélvete a la cocina y saca la basura.

Ruedo los ojos y a regañadientes voy hacia allá, arreglo el buzo que puse arriba de la piyama con un short corto ni loca vuelvo a salir con una semi piyama transparente.
Los botes de basura se encontraban frente de la casa, dos bolsas verdes que pesaban el doble que yo, después de esto tendré masa muscular.


─ ¿Puedo ayudarte?

Dijeron atrás de mí, paro en seco escuchando esa voz.

Giré mi cuerpo con lentitud aún con las dos bolsas en la mano.

─ ¿Perdón? - dije enfocándome en él que traía un cigarro y no precisamente de nicotina.
Sus pasos eran firmes hasta llegar dónde yo estaba. Tiró el cigarro hacia los botes y luego me quito las dos bolsas de basura poniéndolo en los tanques. Quedé viéndolo cuando lo hizo.

Volvió a girar hacia mi cuando termino.

─ Y es aquí donde dices "gracias".

─ Gracias - murmure con algo de confusión.

Su sonrisa se abre paso mostrando sus dientes perfectos. No le doy importancia y camino hacia la entrada de mi casa.

─ Por cierto, tienes un lindo trasero.

Pare en seco cuando lo menciono, quede muda antes aquellas palabras, no él no me puedo haber visto.

Gire lentamente hacia él que mantenía una sonrisa en su rostro.

─ Como fue que dijiste.

─ A noche ─ dijo acercándose a mi ─ encontraste lo que estabas buscando.

─ ¿De qué hables?

─ Preguntantes por Ashton… ¿lo encontraste?

Quedé en blanco viéndolo que se suponía que le dijera si lo encontré y después tuvimos el mejor sexo que pude tener en años.

─ No… no lo encontré.

Su confusión se posiciono en su rostro.

─ Qué raro ─dijo pensativo antes mis palabras ─ porque te vi salir tres horas después de que comenzaras la pelea.



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En el texto hay: humor, recuentro de amor, risa y comedia

Editado: 28.09.2020

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