Sólo es cuestión de ser paciente para que llegue el día de mi tan esperada muerte.
La palabra suicidio me transmite libertad y bonanza a través del mar de desgracias que acechan a mis entrañas, débiles y abatidas. Significa salvación para aquellos seres que no encuentran resguardo de los peligros expandidos en este orbe. En veces surge en mí la pregunta: ¿Por qué la mayoría de las personas temen morir? Es absurdo, ya que es lo único que somos incapaces de obviar.
A todos les llegará el momento en cuanto menos se lo esperen.
Construir nuestro propio sendero, tropezar en el y recomponerse después no sirve de nada cuando al final de nuestra existencia sólo nos desvaneceremos como una gran pila de polvo, lo que nos esforcemos en montar igual desaparecerá dejando huecos en el camino de otros...o probablemente no.
Río como una psicópata por la ironía de la vida, puesto que ni siquiera he intentado acabar con mi martirio y me atormenta desconocer las causas.