Este capítulo va dedicado especialmente para Infinito (sat), gracias por leerme nena.
Voy tomada de la mano de mi niño Leo, caminamos por toda la plaza.
- Nena quieres un helado?. Dice Leo sonriéndome.
- Claro mi amor. Le sonrío.
Entramos a la heladería y pedimos nuestros conos, yo de queso con fresa y el pide de nuez, ambos salimos del local y seguimos caminando, vamos platicando de varias cosas y nos sentamos en una banca en lo que terminamos nuestros helados el me hace reír mucho.
Escucho que el teléfono de Leo suena, el lo saca de su bolsillo y comienza a revisar la notificación. Veo que su rostro cambia, la sonrisa que tenia se convierte en una línea recta y frunce el ceño.
- Pasa algo?. Le pregunto.
- No, nada.
Veo que comienza a voltear hacia todos lados, como ya hemos pasado varias horas en la plaza comercial, estamos hasta el tercer piso, ya por terminar de recorrerlo.
- Que dices si entramos hay?. Le señaló el local que es un acuario.
Escucho que le llega otro mensaje y rápido revisa que por lo visto es el tono de mensajes de WhatsApp.
- Entra tu nena, quiero checar algo. Dice y nos levantamos de la banca y sin más se aleja de mi.
Sin saber que hacer volteo hacia el acuario y me encamino hacia las peceras grandes, veo qué hay mucho peces de distintos colores son tan hermosos. Comienzo a admirar pecera por pecera hasta topar con una donde tienen peces dorados se ven tan bonitos. Me encanta uno que está muy gordito en eso escucho que un chico habla a mis espaldas.
- Hola, te puedo ayudar en algo?. Dice un chico como de mi edad.
- Solo estaba viendo gracias.
- Ok si se te ofrece algo estoy para servirte. dice el chico muy amable
- Gracias. Digo y sigo viendo en lo que el chico se pone tras de mi a unos metros.
Sigo observando los peces dorados enamorándome cada vez más del pez gordito. Volteo hacia el chico.
- Me encanto un pececillo
- Claro dime cual te gusta y ya lo atrapo.
El chico va por una red y comienza a meterla dentro de la pecera para atrapar el pez que le dije.
Veo cómo trata de atraparlo, el cual se escapa de la red y yo comienzo a reír.
- Es muy escurridizo. Dice el chico algo rojo porque ya tardo en atraparlo.
- Si se ve que no le agradas. El chico se ríe apenado.
Después de unos minutos lo pateara y lo mete a una bolsa llena de agua de la misma pecera.
Voy a la caja ya con mi pez y justo cuando voy a pagar el chico deja de teclear y me mira.
- Que dices si te cambio el pez, por tu número. Yo quedo extrañada, no esperaba que me dijera eso.
- Preferirá que me cobraras, ademas tengo esp…
Unos pasos atrás de mi me interrumpe.
- Ella tiene su esposo. Escucho que Leo dice furioso.
Yo volteo y en su mirada me encuentro un enojo qué no puede controlar, veo que camina directo al chico, lo toma de la playera y alza su puño.
- Lo… lo siento, no sabía que era mayor de edad y y que estaba casada.
El chico trata de zafarse del agarre de Leo muy asustado. Yo trato de interponerme y es cuando me encuentro la mirada de Leo, él suelta al chico poco a poco y dirige su mirada al pecesito lo toma y lo deja en el mostrador, toma mi brazo y me hala hacia afuera del acuario muy molesto.
- Me voy unos minutos y te encuentro coqueteándole a otro.
- Yo solo estaba comprando el pecesito.
- No me vengas con eso y es más, si te hubiera dejado venir con ese vestido tan corto se que ese de ahí no solo le coquetearías si no a más hombre.
Trato de sacarme de su agarre pero es muy fuerte.
- Suéltame, me estás lastimando.
En cuánto me suelta camino hacia las escaleras para ya irme del lugar, estoy en shock y no sé qué hacer, solo camino sin ver con quienes paso rosando por las lagrimas que quieren salir de mis ojos.
Escucho a mis espaldas a Leo pero no me detengo y ya estando afuera del centro comercial dirigiéndome a la parada de autobuses siento como alguien me toma por la muñeca.
- Valeria. Dice Leo haciendo que gire hacia el.
- Por favor suéltame, ya no quiero estar aquí.
- Ok, pero yo te llevaré, no pienso dejarte ir sola, otra vez.
Mis ojos impactan los suyos y es cuando mi corazón lo siento estrujarse al tener tanta desconfianza de mi.
Sin saber que decir solo comienzo a caminar mientras me toma de la muñeca dirigiéndonos al estacionamiento.
Nos montamos en su moto y nos dirigimos a toda prisa hacia la casa.
En unos cuantos minutos llegamos, yo me bajo de la moto al estar ya en el patio y voy a cerrar la puerta del cerco, quisiera no entrar a la casa no quiero que el me siga insultando. Aún así decido entrar, voy caminando hacia adentro de la casa dirigiéndome al sofá, escucho a mis espaldas que Leo cierra la puerta.
- Entiende que lo que hice es por tu bien, no quiero perderte.
Un nudo se forma en mi garganta, quisiera responderle pero un ruido hace que voltee hacia el. Se ha ido, escucho cómo arranca a toda velocidad y se marcha dejándome sola. Un silencio invade la casa que pronto se interrumpen con sollozos.
NARRADO POR LEONARDO:
Me siento molesto y a la vez mal por hacerle eso a Valeria, pero no soporte verla hablar con otro, solo no quiero perderla, ya le he hecho demasiado daño. Voy con mi moto muy rápido al centro comercial, quiero enmendar las cosas.
Me estaciono rápido afuera del lugar y camino hacia donde está ese acuario, volteo a todos lados viendo si no hay otro acuario pero no encuentro otro. Sigo caminando hasta llegar al que buscaba, de lejos veo al chico tratando de bajar la puerta corrediza para cerrar el local.
Camino más rápido y llegó hasta el.
- Oye. El chico voltea hacia mi y se exalta.
- Di… diga. Dice todo tímido.
- Véndeme el pez que ella quería. Digo serio.
- Lo… lo siento señor lo acaban de comprar.
- Entonces dame otro. Digo un poco molesto.
- Si gusta, pero, con todo respeto señor, ella quería un pez que tenía las aletas largas muy gordito y tenia una mancha negra en su aleta trasera, era un pez muy bonito, pero era el único que tenía.
- Entonces dime quien lo compro, veré si puedo encontrarlo todavía aquí.
- Era una chica, con un top negro, era alta y también tenía un pantalón azul y zapatillas negras, a y un bolso rojo.
Ya se quien lo compro, él chico describió a Aleja.
- Ok, gracias. Digo y comienzo a caminar por el lugar sin ver a la persona que busco.
Cuando estaba aquí con Valeria, me llegó un mensaje de Aleja…
Que linda pareja hacen❤️.
Aleja.
Y una foto de Valeria y yo sentados en la banca.
Ella nos había tomado una foto por detrás y rápidamente me levanté para ir a buscarla y enfrentarla para decirle que me dejara en paz.
Camine rápido y la vi en una boutique viendo el aparador, la tome del brazo para que volteara y con agilidad se abalanzó hacia mi, besándome los labios. Tenía mucho que no la sentía tan cerca.