NARRADO POR ALEJA: leña al fuego...
Este capitulo va dedicado especialmente para daniela, gracias por tu apoyo nena, saludos y un abrazo fuerte.
- ¿Y qué cara puso?
- Estaba asustada, debo decir que es muy bonita.
- Aja, si pero cuéntame más.
- ¿Qué quieres que te cuente, que fue divertido que me golpearan? Tuve que salir corriendo.
- Jajajaja, vamos hermanito te pague bien, por si eso pasaba.
- Ahora ya no sé si valió la pena, que tal y después me ve y me reconoce.
- No pasara nada Diego, ha espera mi futuro esposo ya viene, nos vemos hermanito.
Cuelgo la llamada y comienzo a ponerme labial.
- Ya vine, ¿ya firmaste tu entrada aleja? Dice Leo.
- Ya corazón. Digo, sonriéndole.
Leo entra a la patrulla se pone el cinturón y comienza a conducir hasta llegar a la zona que nos toca cuidar.
- Oye y porque antier te fuiste, te extrañe demasiado.
- Tuve una emergencia.
- ¿Así que no me contaras?
- Mmm, a Valeria la ataco un imbécil en la calle, ella se sentia mal y no podia dejarla sola, por eso tuve que irme.
- a ya y ¿Estás seguro que lo ataco?
- ¿A qué te refieres aleja?
- Yo solo digo que Valeria es bonita, ella lo sabe y puede que le haya coqueteado al chico. Digo muy seria, aunque riendo por dentro.
- Es una tontería que haya pasado eso, yo conozco a Valeria y sé que no aria eso.
- No lo sé, yo soy mujer y se cómo piensan esa clase de chicas.
- ¿Cómo esa clase de chicas?
- Si, a esas chicas “tímidas”, con solo que las vean, se enrojecen y cruzan miradas con la otra persona, sé que si después les vas a hablar, aceptan alguna invitación sencilla como un café o así, pero si la persona es muy extrovertida o es muy directo lo toman a mal y se ofenden.
- No, Valeria no aria eso de estar cruzando miradas con otro.
- Tranquilo yo solo te digo lo que se. Digo, disfrutando por dentro, que por su expresión, sé que ya está dudando.
Veo que Leo se queda serio y pensativo.
- Mm, sigamos patrullando. Dice ya muy serio.
- Ok Leoncito. Mi trabajo aquí está hecho.
NARRADO POR LEONARDO:
Días después…
Estoy parado afuera de la base esperando mi turno para firmar mi salida e irme a casa. Veo que ya va avanzando la fila y después de unos minutos ya me toca firmar. Salgo de las oficinas de la base y camino hacia el estacionamiento donde está mi moto. Cuando escucho que alguien pronuncia mi nombre.
- Oye, Leo. Escucho que alguien habla atrás de mí y volteo.
- Cesar, que pasa, como estuvo tu turno ayer. Le pregunto a mi amigo y compañero de trabajo.
- Estuvo bien leo, ayer me mandaron en zona centro y hay estuve patrullando. Ambos seguimos caminando hacia el estacionamiento.
- A pues está bien.
- Si, oye te quería invitar a mi boda. Saca un sobre color blanco de su chaleco y me lo entrega.
- A pues, felicidades Cesar y gracias por la invitación.
- gracias, espero que no faltes.
- No me lo perdería, gracias.
- Bueno te dejo porque me faltan algunos amigos por invitar.
- Sale Cesar cuídate.
- Igual Leo, nos vemos.
Cesar se va y yo guardo la invitación en mi chaleco, me coloco el casco de mi moto y arranco a toda velocidad rumbo a mi casa.
Después de unos minutos llego y aparco la moto.
Veo que Valeria está hablando con Alan y camino hacia ellos.
- Mi amor que bueno que ya llegaste, buenos días, como te fue. Valeria me da un beso en los labios y nos abrasamos.
- Bien, bien nena.
Veo a Alan.
- Leonardo, como estas.
- Bien Alan ¿y tú?
- No me quejo, bueno los dejo voy al trabajo, adiós. Se despide de ambos.
Valeria y yo caminamos hacia la casa.
- Ya está tu desayuno ven ya mi vida.
- Gracias nena, ya voy. Digo desde nuestra habitación donde me estoy cambiando y me pongo algo como.
Al terminar camino hacia el comedor y me siento a desayunar con ella.
- Ha, vale, un amigo del trabajo nos invitó a su boda.
- Mira que bien. Dice Valeria sonriendo.
- Camino hacia el sofá donde deje mi chaleco anti balas y saco la invitación.
- Ten mira. Le entrego el sobre a Vale, lo abre y comienza a leer el contenido.
- Mira, será el próximo sábado, en el salón que está a dos cuadras de aquí.
- ¿A qué hora será la recepción?
- Haber… pues aquí dice que será a las 8 de la noche y la ceremonia una hora antes.
- A mira que bien, bueno pues hay que buscarles un regalo.
- Sí, pero eso es lo de menos, yo me encargo de buscarlo.
- Claro nena, ha y te comprare ropa, yo creo que ese mismo día vamos por el regalo también.
- Si está bien mi amor. Dice Valeria.
Después de un rato terminamos de desayunar y me voy a dar una ducha y Valeria termina de arreglar la mesa.
Horas más tarde…
Ambos estamos en la sala sentados en el sofa, viendo la serie TBTT.
- Nena, como te sientes de lo que te paso con ese idiota. Pregunto serio y le bajo el volumen a la tv.
- Pues, ya estoy tranquila, gracias a dios.
- Qué bueno nena, mm, oye y ¿estas segura que no se te estaba insinuando?
- Ya te conté lo que paso, pero ¿a qué viene tu pregunta?
- Solo se me hace raro que un sujeto se te quede viendo de la nada y quiera hacerte algo, ¿estas segura que no te le quedaste viendo?
- ¿Porque haría eso?
- Tal vez se estaban insinuando ambos. Digo serio.
- No puedo creer lo que me estás diciendo. Valeria se aleja de mi molesta.
- Tranquila, es solo una pregunta.
- Tranquilízate tú con tus preguntas que están fuera de lugar.
- Está bien lo siento, solo era una duda.
- ¿enserio dudas de mí? Pregunta Valeria y me ve a los ojos. Yo analizo y concluyo que ella no me haría eso.
- Ya, perdón, no dudo de ti nena, solo, perdóname.
- Mm está bien.