Esposa De Un PolicÍa

NARRADO POR VALERIA: el día de la fiesta…

Este capítulo va dedicado especialmente para Yoli, gracias por apoyarme nena, te adoro.

Mis ojos están maquillados en tonos nude combinado con rojo y brillos plateados, mis labios tienen un rojo intenso y mi cabello cae por mi espalda con suaves ondas. El vestido rojo que elegí se amolda a mi figura, mientras que las zapatillas plateadas me hacen ver un poco más alta. Un collar de oro blanco con algunos diamantes que me regalo mi madre a los 15 años cuelga de mi cuello que hacen juego con los pendientes que tengo puestos.

  • Mi amor estas li… Leo entra a la habitación y se queda parado en la puerta como estatua viéndome.
  • Ya estoy lista. Digo sonriente y volteo hacia él  y al verlo me quedo admirándolo, se ve guapísimo con el traje que se ha puesto.
  • Nena, estas hermosa mi vida. Dice Leo acercándose a mí.
  • Tú también te vez muy guapo mi amor. Digo acercándome a él.
  • ¿Nos vamos nena?
  • Si vamos.

Ambos caminamos hacia la salida y de la mesa tomo el regalo de los novios. Leo me ayuda a subir a la moto con cuidado por el vestido y arranca hacia la recepción que está a dos cuadras donde será la fiesta.

Al llegar a la fiesta, Leo entra al estacionamiento y aparca la moto.

  • Ven nena te ayudo. Leo me abrasa y me ayuda a bajar de la moto
  • Gracias mi amor. Le doy un beso en los labios.
  • Entremos ya. Leo toma mi mano.

Caminamos hacia adentro de la recepción donde el anfitrión nos pide los pases, entramos y dejo el obsequio en la mesa de regalos, caminamos hacia la mesa donde nos tocó.

 Me siento feliz de estar aquí con Leo, aunque me siento algo incomoda, porque siento que todos nos observan.

Llegamos a la mesa donde ya hay algunos invitados, veo que una chica con lindo vestido ve a leo y le sonríe.

  • Leo. Dice muy contenta.
  • Hola Liz. Nos acercamos hacia ella.
  • Mi amor ella es Lizbeth, amiga y compañera del trabajo.
  • Hola mucho gusto, soy Valeria.
  • Que linda eres Valeria un gusto, ha y dime Liz, vengan siéntense aquí hay dos asientos.  
  • Gracias. Decimos ambos y nos sentamos.

Liz se sienta a mi izquierda y Leo a mi derecha.

  • Vale, dime conociste a Leo. Dice Liz muy contenta y con la mirada curiosa.
  • Nos conocimos cuando él se mudó a lado de mi casa junto con su familia, después entro a la misma escuela que yo y desde ahí nos tratamos más seguido hasta ahora que ya llevamos casi un año de casados.
  • Qué lindo Vale y ¿por dónde viven?
  • Ha, muy cerca de aquí, de hecho a dos cuadras ¿y tú?
  • No sé si conoces donde está el parque recreativo de la ciudad.
  • Si, más o menos.
  • Pues vivo enfrente, hay cuando quieras llegar, eres bien recibida.
  • Gracias Liz. Digo sonriendo.

Leo me sacude la mano y volteo hacia él.

  • Veo que te llevas bien con Liz. Dice leo.
  • Si es muy amable.
  • Sí, es buena compañera.

Las luces apuntan a la entrada y la banda comienza a tocar, que indica que los novios van a entrar. Todos comenzamos a aplaudir y los novios entran junto con sus damas de compañía. Ambos caminan hacia la pista de baile y comienzan a bailar su vals. Se ven tan felices.

Al terminar los padres de los novios suben al escenario, para felicitar a la pareja recién casada y dar el brindis. Después la madrina agradece a los invitados por asistir a la boda y nos invita a disfrutar del banquete.

Los meceros comienzan a repartir las entradas y comenzamos a comer todos.

  • Está muy bonito todo mi amor.
  • Si mi niña y tú, te vez guapísima mi vida.
  • Gracias mi amor. Sonrió y le doy un beso en los labios a Leo.

Ambos seguimos platicando de varias cosas, cuando de pronto se queda viendo hacia la entrada principal. Giro para ver hacia su dirección y veo a una chica con un espectacular vestido negro en corte sirena que hace que su cuerpo se vea como un reloj de arena. La verdad es que se ve hermosa con el espectacular cuerpo que tiene.

  • Ya vino Morticia. Casi escupo la bebida cuando escucho decir eso a Liz.
  • Jejeje, ¿cómo? Digo riendo.
  • Jajaja digo que ya llego Aleja.
  • Ha, es muy bonita.
  • Lo que tiene de bonita, lo tiene de cualquiera. Veo a Liz extrañada.
  • ¿Qué? Es verdad, mira vez al señor de traje que está en aquella mesa.
  • Si.
  • Pues se acostó con el solo para que no la mandaran a cuidar el centro de la ciudad, como tiene que estar de pie todo el día, prefirió entregar las nalgas.

Me quedo viendo extrañada a Liz por lo que me ha dicho, al parecer la chica llamada Aleja si es tremenda, pero quien soy para juzgarla.

Giro hacia Leo y veo que aún no quita la mirada hacia la chica llamada Aleja.

  • ¿estás bien? Le pregunto.
  • Si, si, nada más me quede pensando.
  • Ha. Digo y asiento con la cabeza.

Veo que Aleja se sienta en una mesa alejada de la de nosotros.

Después de un rato Leo me invita a bailar cuando ya muchos están bailando en la pista de baile. Tomo su mano y nos vamos a bailar.

Bailamos de todo, nos divertimos demasiado bailando los dos junto a Liz y su amigo.

Más tarde nos vamos a sentar un rato para tomar algo.

Leo ya está un poco pasado de copas pero aun esta consiente.

  • ¿Cómo te la estás pasando nena? Me pregunta Leo.
  • Muy bien mi vida, me he divertido demasiado.
  • Qué bueno nena. Leo toma mi mano y la besa, voltea y al ver un mesero lo llama para pedir bebidas.
  • En lo que vienen las bebidas voy a retocarme el maquillaje.
  • Si nena con cuidado.
  • Ya vengo.

 Me levanto de la silla y me dirijo hacia el tocador. Al llegar saco de mi bolsita mi labial y comienzo a retocarme.



#8528 en Joven Adulto
#35597 en Novela romántica

En el texto hay: superacion, amor, traición.

Editado: 01.06.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.