Esposa de un vampiro (eduv)

-A3- Capítulo 43 Enfrentamiento

Elián no confiaba de todo en Zen, pero debía admitir una sola cosa, él no era de rendirse con facilidad.

Fany volteó nerviosa hacia Elián.

—¿Realmente estará bien?

—Ahora no lo sé, aunque parece que esta vez si obtendrá la victoria. Es un maldito obstinado.

La mirada de Zen no expresaba temor alguno, había peleado con la demonio ya buen tiempo, ocasionando también un desgaste físico en ella. Estiró su cuerpo y expresó relajado.

—Bien, ya he jugado lo suficiente contigo.

Elián intervino.

—Zen, si te ayudo acabaremos...

—No, no hay necesidad, pensándolo bien... Te haré caso Elián, ya lo verás.

—¡Ha! ¿Tú haciéndome caso? ¡Se caerá el mundo!

Zen vio fijamente a su oponente y miró sus propias manos, pareciera dudar de sus pensamientos e inclinó su cabeza en diferentes direcciones.
Por su expresión, pareciera haber recordado algo y miró por un tiempo otra vez sus manos, los cuales que aún poseían las largas garras. Acción que a la demonio no le agradó, por perder el tiempo de esa manera delante de ella. Así que no dudó en atacarlo, esta vez Zen no se movió, ni un centímetro. Sus ojos veían atentamente a los de la mujer dorada, como ella se acercaba a él, los demás que lo contemplaban reaccionaron con pánico al no verlo reaccionar.

Fany lo alertó.

—¡Esquívala!

—Yo, alguna vez creí ver algo parecido. "Es conveniente que me mires a los ojos" ¿Será así? Creo que en el pasado oí esa frase ¿De quién fue?

Elián gritó con el ceño fruncido.

—¡Zen reacciona, idiota!

—Umm no importa, creo que resultará. Se obediente y no te muevas.

A la demonio sólo le faltaba unos centímetros para alcanzar la cabeza de Zen, hasta que repentinamente se quedó estática, como una estatua que sólo podía mover sus ojos y boca.

La demonio rechinó sus dientes.

—Qué....¡es esto!

—He, resultó.–Moduló una expresión de alegría.—Ahora tendré que sacar algo de tu cuerpo.–Agitó sus manos en forma de despedida.—¡Fue un gusto pelear contigo!

La expresión de Elián era aturdida, no había forma que no reconociera lo que había hecho Zen frente a sus ojos. Estaba seguro de lo que veía, pero algo no encajaba con su apariencia. No tenía sentido.

Zen acercó su mano y perforó el pecho de la demonio con sus garras, provocando un gesto de dolor en ella, rebuscó dentro y dio una mueca de sorpresa cuando pareciera haber encontrado algo, jaló hacia afuera sosteniendo lo que parecía un brazo. Hasta finalmente sacar el cuerpo completo.

—Ahí lo tienes Elián, ¿no querías que no hiciera daño al cuerpo este humano?–Bajó su mirada.—Oh, es una mujer, ¿pero está muerta o viva? Está tan pálida.

También sorprendidos, tanto Elián, Fany y Dana se acercaron de inmediato al notar que la demonio ya no se movía, prácticamente le había arrancado su única fuente de energía, unos minutos más y ya el cuerpo de aquella humana hubiera desaparecido.

—Debe estar viva. Levántala.–Ordenó Elián.

—Esperen ¡Esperen! No la levanten, es una mujer y está desnuda ¡Tápense sus ojos!

Dana de inmediato se sacó la casaca que llevaba puesta y pidió a Fany la suya, para cubrir la parte inferior de ella.

—¡Si es cierto!–Fany cubrió con su cuerpo la visión de los dos vampiros.—Emm...Zen, ¿estás bien? Para ser sincera, ¡fue increíble verte pelear de esa manera!

—¿En serio?—Expresó alegre.

Elián hizo una mueca desagradable.

—¿Increíble? Sólo era un loco matando.–Lo señaló.—Por cierto, ya no pelees, no tienes ningún dulce contigo.

Zen asintió.

—¡Ah! Fany es bastante dulce, ¿estará bien si me aferro a ella, verdad?

Fany de inmediato se sonrojó al oír esto, pero Elián sólo rodó los ojos.

—Olvídalo, contigo no se puede razonar.

Dana no tardó en darse cuenta de que la apariencia de esa mujer ya la había visto antes.

—No puede ser.

—¿Qué pasó?

La expresión de Dana fue de sorpresa y también para Fany quien reconoció aquel rostro pálido y de cabello rubio.

—Ella es Nadia, ¡¿cómo llegó hasta aquí?! Ahora tiene sentido su desaparición.

Elián preguntó.

—¿La conoces?

—Es una compañera de nuestra escuela, no es como si nos cayera bien, de hecho aún tengo mal sabor de boca cuando se atrevió a lastimar a Louise. Pero, aún así es lamentable que terminara así.

Fany la miró fijamente.

—Físicamente está tan delgada, es como si no quedara nada de energía en ella, es un hecho que tendrá que quedarse hospitalizada si salimos de aquí.

Dana dejó recostada a Nadia

—Supongo que es el karma, no sé por qué presiento que ella se ofreció voluntariamente, es una mujer muy egoísta y sabía de la verdadera naturaleza de Louise. 
No es de extrañar que estuviera relacionada con lo que está pasando ahora.

Fany suspiró.

—Sí, eso también pensaba ¿Sino cómo llegó hasta aquí?

Elián notó algo peculiar en Dana, su rostro se movía tenso y expresaba mucha preocupación por Louise. Tanto así, que pareciera notar a Steven por la forma de reaccionar.

—Veo que tienes mucha afinidad por Louise.

Fany movió ligeramente su cuerpo.

—...
Es una preciada amiga.

—No lo decía en ese sentido, bueno no importa, no tienes que responderme.

Zen alzó la mano repentinamente y se dirigió hacia Fany.

—¿Entonces la dejamos vivir? Parece como si no te gustara .

—¡Por supuesto que si! Que me caiga mal, no quiere decir que debas matarla

Elián sólo cruzó los brazos.

—No te decía que sólo es un loco que piensa en matar si lo pides ¿Cuánto tiempo crees que lo conozco?

Zen refutó.

—Es mentira, también pienso en comer dulces.

—¡Umh! Mientras no acabes preso, yo estaré tranquilo y también mi conciencia. Después de todo, yo sólo hago caso a las órdenes de Steven.




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