Esposa Por Contrato

Capitulo Especial.

Era jueves por la tarde, yo iba saliendo de la panadería, con algunas bolsas de en mano y me dirigía a casa por la avenida principal. 

Ese día llevaba una camiseta a rayas horizontales de color negra, un short negro y un sombrero del mismo color. Mi cabello lo llevaba recogido en una coleta.

Mi vista pasaba de vidriera en vidriera, contemplando las múltiples prendas de cada local. Me percate de una camioneta vans negra, se estacionaba justo en la esquina y por alguna razón mi respiración empezaba a agitarse.

Seguí caminando tranquilamente cuando escuche algunos pasos raudos siguiéndome , mi respiración comenzó a agitarse nuevamente y mi frente empezaba a sudar, estaba temerosa.

Sentí agresivamente como dos manos tomaban mis muñecas por detrás, provocando que las bolsas en mis manos caigan al piso; solté un grito al sentir mis muñecas apretadas. Mi corazón empezó a latir más rápido, quise volver a gritar pero una mano más me sujetó la boca con un pañuelo, haciendo que mi voz se ahogara.

Sentí aquellas grandes manos abrazarme por detrás, levantándome, mientras que otras dos manos ataban algo en mi cabeza tapando toda mi boca, y una bolsa de tela me cubrió toda la cara.

Empecé a llorar, gritaba pero no se escuchaban mis alaridos. Aquellos brazos me levantaron y los otros tomaron mis piernas. Sentí que me estaban llevando hacia algún lugar y entre lágrimas solo podía escuchar unas risas que me provocaron miedo.

Mis lagrimas empezaron a caer, mi cara estaba mojada y mientras lloraba intentaba patear o mover mis brazos, pero aquellos brazos que me sostenían eran muy fuertes, eran muy duros y no me dejaban moverme.

La vans se detuvo de un momento a otro, y nuevamente sentí que me trasladaban fuera de la camioneta. Escuche una puerta siendo pateada agresivamente y las voces de los tipos gritando que les abrieran, que tenían un pedazo de carne fresca que guardar.

Entraron al otro lado de la puerta y me lanzaron contra algo acolchonado, era un sofá viejo, apestaba un poco. Me lanzaron violentamente como costal de papas se tratara.

Estaba llorando, deseaba no estar pasando por esto pero nada cambiaría. Por mi mente solo pasaban pensamientos acerca de mi esposo y en nuestro futuro, quería irme a casa.

Unas manos con dedos grandes me quitaron la bolsa de la cabeza, despeinándome en el proceso y mi cara sintió aire fresco, me estaba sofocando con esa bolsa de tela. Vi a dos tipos con una silueta oscura, el foco estaba detrás de ellos impidiendo que pudiera ver sus rostros. Uno de ellos arrancó el pañuelo que cubría mi boca con una mano, empecé a gritar, a llorar, a pedir que me dejaran ir y que no hubiera hecho nada malo. Ellos solo se reian de mi, uno de ellos acarició mi cara y sintió mi mejilla mojada por las lágrimas, acaricio mi cabello quitándolo de mi rostro y el otro pronunció algunas palabras.

-Que hermosa eres…- dijo el sujeto agachándose, para quedar a mi altura y depositar un beso en mi frente.

Continúe llorando, pidiendo que me dejaran ir, pero nada de lo que les decía le importaba.

-Oye, ¿crees que podemos sacar provecho de su hermoso cuerpo?-

-Esa sería una idea increible, me encantaria probar su cuerpo-

Estaba llorando, mi respiración se tropezaba con ella misma y el miedo cada vez más se adueñaba de mi.

-¿Quieres que te haga sentir el placer que jamás en la vida sentirías al lado de tu querido esposo?- hablo con voz ronca y el asco se hizo presente. 

De pronto una mano se alza frente a mi y al segundo sentí una fuerte cachetada en mi rostro, que hizo girar mi rostro hacia la derecha y provocó que rompa más en llanto.

-¡Responde a lo que se te pregunto!- gritó uno de ellos-

-No…- susurre con miedo, mientras más lágrimas se hacían presente.

Comenzaron a reírse mientras se miraban el uno al otro, yo continuaba llorando.

-Lastima preciosa que no está en nuestros planes hacerte caso- 

Una mano empezó a acariciar mi cara de nuevo, el otro tipo acercó su mano a mi pecho izquierdo. Me moví alejándome de su mano pero solo logré recibir una cachetada más fuerte que la anterior, por lo que entendí que no debía poner resistencia.

Comenzaron a acariciarme por sobre la ropa, yo continuaba llorando mientras que el otro tipo agarró mi cabello y jalo mi cabeza hacia atrás, haciendo que levante la mirada.

Uno de ellos acarició mis labios con sus dedos, para después introducir dos de eso en mi boca. Mi llanto se escucha nulo y mis lágrimas continuaban cayendo por mis mejillas. Escuché a uno quitándose el cinturón mientras el otro con mi boca y sus dedos.

Rieron entre ellos en modo pervertido. Yo me encontraba inmovil, el miedo había paralizado todo ser y ademas no podria hacer nada, ya que si intentaba algo lo mas seguro es que vuelva a ser golpeada con más fuerza.

De un momento a otro todo se iba volviendo negro, pero antes de caer en inconciente una voz femenina resono dentro de la habitacion donde estaba.

-¡Ya es suficiente!- exclamó para después soltar una carcajada- Llevenla y tirenla en algún lugar, para que cuando despierte vuelva solita a su casa- rió nuevamente y la oscuridad se adueñó de mi cuerpo, haciéndome perder el conocimiento.

 

 

Hice mi mejor intento de relatar lo que le paso a nuestra protagonista. Espero que lo disfruten y sepan disculpar mi demora, pero no se me hizo facíl.

Les mando besos 




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