Esta vez, será un hasta luego

Alma

Llegué al pub y allí estaba la niña, con un vestido que no me hubiera atrevido a llevar aún teniendo su cuerpo, la saludé por quedar bien y me cambié en el almacén rezando para que Gabriel no hubiera quedado con ella. Pero el karma no se caracterizaba por ponerme las cosas fáciles.

Entró poco después y me buscó con la mirada. Llevaba todo el día sin querer leer ninguno de sus mensajes después del arrebato de la noche anterior y la mirada que me echó Luna cuando la acompañé a la cocina. Me abrazó y me dijo al oído "Alma, no hay otra vida... y si la hay no lo sabemos, vive, joder Alma, vive"

Pero mi vida, se estaba sentando con ella y los celos, esos que nunca creí llegar a sentir me estaban cegando por segundos, porque cada caricia que ella le hacía, cada mirada que le dedicaba, eran un puñal directo y sin escalas.

Carla fue al baño y Gabriel se levantó muy serio a pedirme una cerveza, pero no le contesté. Me giré hacia Maika y le dije que me iba a fumar.

—Alma, ¿qué te pasa?— la alcancé fuera y ni me miró cuando contestó.

—Nada, estoy como siempre.

—No, no lo estás... Que te cae mal, lo tengo claro ¿es eso O...?

—¡No te atrevas a insinuar que estoy celosa! Eres libre para estar con quieras.

—No lo parece...— le dije riéndome un poco.

—Perdona por no entender que se ilusione en vano ¿Al final irás a la boda de su hermano?— Las pocas veces que Alma discutía con alguien sabía exactamente donde dar y recordarme que se nos acababa el tiempo dolió demasiado.

—¡Joder alma! No puedes sacarme de tu vida y luego decir cosas así... No juego con nadie porque no le prometí nada, sabe perfectamente que me iré en Julio... Y tengo que sacarte de mi cabeza como sea, porque me paso las noches pensando en lo que fuimos y en que faltan cuatro putos meses para que me vaya y los estoy desperdiciando ¿Qué hice? ¿Imaginar un futuro juntos? Sí, lo hice y no me arrepiento, porque estoy enamorado como un imbécil y renuncié a ti para que fueras feliz, porque mi amor te hacía daño y no permitiré que derrames ni una sola lágrima más por mi culpa. No podemos ser siquiera amigos, porque cuando estás cerca solo pienso en besarte...

Rompí a llorar y me abrazó.

— Perdona Pequeñita, perdóname, a veces pierdo la conexión boca—cerebro— Gabriel empezó a besarme y me dejé al principio, aunque me aparté y miraba hacia el pub con miedo de que alguien nos viera. Me dio un último beso en la frente y volvió a entrar, mientras que yo, temblando, le mandé un mensaje a Maika pidiéndole que me abriera la puerta trasera del local. Cuando entré, llevando una caja de vasos en las manos para que Carla no pensara que venía de estar con su "No novio", ella se levantaba de su mesa muy digna, estirándose la poca tela que llevaba por falda mientras le gritaba "¡En estos meses me he tirado a tres compañeros de clase, tanta falta no me haces!" y tras tirarle la cerveza que le quedaba a la cara, vino hacia mí.

— ¡Que sepas, zorra, que me ha dejado por tu culpa!— y antes de que Julia le pudiera contestar, fui yo la que lo hizo.

— No te equivoques, si te ha dejado es porque te lo has ganado sola.

— Espero que cuando se largue y te deje tirada, lo pases muy mal.

— Y yo espero que algún día, aprendas a ser feliz.

Gabriel se levantó para ir al baño a secarse y al pasar por mi lado, me dijo:

— ¿Quedará de muy cabrón que te diga ahora que te quiero?

— Como la gamba al mero— le contesté viéndole irse riendo.

 




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