Esto no es mío

Capítulo 17 Beso en una noche fría de invierno

 

-Todo estaba muy delicioso, esta vez te luciste con la cena mi querida prima -dijo Naima satisfecha por la cena

-hubiera sido mejor guardar la comida para el desayuno

-no exageres, hay que disfrutar de la vida

- ¿con comida? -dijo Leah

- por supuesto -Naima levanto la cuchara limpia mostrándole a Leah el plato totalmente limpio sin ninguna miga.

- ok, lo que tu digas ahora dame tus platos para lavarlo.

-deja eso que yo lo are, mejor sal afuera a tomar un poco de aire fresco -sugirió Naima

-dirás de un aire helado. Dime la verdad ¿Qué quieres que compre? -Leah conocían muy bien a su prima por lo que ya sabia de las intenciones detrás de sus palabras.

-un lápiz delineador para las cejas. Me olvide de recoger mi pedido en la bodega de la señora Laura je je -Naima junto sus manos para pedirle el favor a Leah, quien se quedo mirando su rostro de perrito abandonado para luego suspirar por rendirse.

-no llevas mucho tiempo viviendo a qui y ya conoces a todos los vecinos que viven a mas de ocho cuadras

- je je je que te puedo decir soy una chica muy sociable.

- está bien iré, a si que ya no sigas mostrándome ese rostro perro abandonado.

El aire helado del invierno de alguna forma refresco la mente de Leah quien había vuelto a tener sentimientos al recordar la terrible muerte de la persona a quien amo cuando era una niña. Miro el cielo nublado como si quisiera ir allí para estar con él.

-Ya falta poco para tu aniversario. Tengo que pedir permiso y si no lo obtengo de todas formas iré a visitar tu cuerpo. Solo sigue esperándome -dijo en un suave susurro lleno de nostalgia.

Cuando llego a la bodega se encontró con una persona inesperada y no pudo evitar mostrar la expresión en su rostro.

- ¿De qué te sorprendes? Si vivimos juntos -un sonriente Iván la saludaba agitando ambas manos como si fuera un niño.

- ¡oh mí! ¿son pareja? -dijo entusiasta la señora Laura.

- ¡no! Solo somos vecinos -aclaro rápido Leah.

-pero somos inseparables -dijo Iván juntándose a lado de la chica.

-no escupas basura ¡yo te detesto! Señora por favor entrégueme el pedido de Naima.

A la chica no le importo decir tales palabras en frente de la señora, hoy no estaba de buen humor para tonterias.

- ¡oh que bueno que vienes a recogerlo!

-gracias. Me voy.

- ¡Leah espera! -Iván fue corriendo detrás de ella con una sonrisa, mientras la señora Laura los veía emocionada.

- ¡oh mi la juventud de hoy! -Dijo la señora riéndose

- ¡no me sigas! -demando Leah

-yo también vivo en la misma casa ¿savias?

-si sigues diciendo eso la gente lo mal interpretara y pensara que estamos saliendo -le dijo explicándole con señas y todo.

-por mi está bien -fue una respuesta inesperada para Leah

- ¿Qué? -el rostro de Leah se tornó serio, mirando con mala gana a Iván.

-me pondría feliz que nos vean como a una pareja -los ojos de Iván se veían brillantes en su rostro tranquilo con una sonrisa tímida.

El viento frio de la noche rosaba el rostro de ambos estremeciendo la piel de cualquiera.

- ¿Por qué te haría feliz esa incomoda situación?

-es porque me gustas

Una inesperada confesión se escucho en una noche fría. Para Leah cuyo día había comenzado bien con algo de brillo por el buen clima, estaba terminando de la peor manera escuchando palabras desagradables ¡de un tipo desagradable!

-dime porque te resulto desagradable ¿te hice algo malo? ¿te lastime de alguna forma? ¿te humille? -decía mientras de acercaba a ella acortando la distancia entre ambos -que yo sepa en esta vida no te he lastimado, no te hecho nada malo entonces ¿Por qué?

Seria una mentira si Leah no se sintiese incomoda porque invadieron su espacio personal al tenerlo tan cerca que incluso podía sentir su aliento rosando su rostro, pero aun así tuvo el valor para encararlo.

-eso es porque tu sola presencia me es insoportable, cuando estas cerca mío me siento asqueada como si de alguna forma me hubieses hecho algo muy terrible y lo he olvidado.

-supongo que el odio a primera vista existe -Iván cogio un mechón del cabello de Leah y lo acomodo detrás de su oreja -sin embargo, aun con esa fría expresión tuya me sigues fascinando -cogió la punta del mechón y le dio un ligero beso mostrando sus ojos rojos como la sangre.

-tu…tus ojos

- ¿mis ojos te gustan? Dijo en tono burlón acto que acabo la paciencia de Leah. La chica levanto su mano lista para darle una bofetada, pero fue atrapada rápidamente por la mano de Iván sujetándola con fuerza quien además aprovecho la oportunidad para sujetar la cintura de Leah y atraerla muy cerca a lado apretando su cuerpo con el suyo.




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