Estaba sentada en mi habitual banca a unas cuadras de mi casa, leyendo mi libro favorito. En ese momento llegó Melody (mi mejor amiga) e interrumpió mi lectura.
— Qué extraño encontrarte aquí May ¿Cómo estás?
— Tú que crees. — dije sin ánimos de entrar al tema.
El caso es simple, mi tío es un maldito idiota y mi tía me odia, fin.
— ¿Qué sucedió esta vez? — preguntó tomando mi mano y acariciándola.
— El profesor de matemáticas me odia, me colocó cero en el último examen y mi tía queriendo parecer "responsable" me castigó a su manera.
— ¿Encerrada sin comer? Ese es uno de sus favoritos.
— Advinaste. — dije desganada.
Mis padres murieron en un trágico accidente de auto y la protección social decidió enviarme con el único familiar que tenía. Soy tan afortunada.
— Iré con mi hermano y sus amigos de la universidad a comer algo, si quieres venir estás totalmente invitada.
— Me haría bien distraerme un rato, me pondré otra ropa, esperame aquí.
— No te tardes.
Entré por la ventada de la habitación, normalmente trepaba un árbol y justo al lado de una rama muy gruesa estaba mi ventana. Que conveniente.
Entré y me coloqué un short de jeans con una blusa holgada blanca que era de mi tía, no le gustaba y decidió dármela, no tenía absolutamente nada de ropa y solo repetía los conjuntos, tenía unas converse negras y ellas eran mis únicos pares.
Solté mi cabello y bajé por el árbol nuevamente. Melody se encontraba ahí pero con una sonrisa radiante en su rostro.
— Adivina quién saldrá con nosotros. — dijo casi chillando de la emoción mientras yo negaba. — Zack Vennelli, el joven millonario más codiciado del país.
— Y si es tan millonario ¿Por qué saldría con nosotros? — pregunté sentándome a su lado mientras esperábamos a su hermano.
— Es amigo de mi hermano, se conocieron en la universidad.
Melody es una morena muy hermosa, de cabellos negros y lisos hasta la espalda baja, con excelente figura, y su hermano es igual de moreno pero muy atlético.
— Tal vez tu hermano este jugando contigo. — Mis palabras fueron calladas con el sonido de una bocina y no la del carro del hermano de Melody, era de un auto extremadamente nuevo y hermoso.
Dios, me mojé con su fachada.
— Te lo dije. — Dijo Melody saludando y entrando al auto.
Yo me quedé parada aún con la boca abierta por aquel hermoso auto.
— ¿Vas a entrar? — Me preguntó un chico rubio que iba al volante.
Asentí y me metí junto a Melody en el auto. Cody iba de copiloto mientras los otros dos chicos iban junto a nosotras
— Qué hay Cody. — Saludé al hermano de Melody y este me sacudió el cabello.
— Chicas, ellos son Ricardo y Alan. — Saludé a los chicos que estaban junto a nosotras. — Y él es Zack.
El chico rubio bajó sus gafas de sol y nos miró desde el retrovisor.
— Qué hay. — Dijo imitándome a lo que melody rió como una tonta.
— Ellas son Melody, mi hermana. — Presentó Cody. — y ella es May, la mejor amiga problemas de mi hermana.
— ¿Problemas? — Pregunté alzando una ceja.
— ¿Me dirás que no te escapaste? — Los chicos de nuestro lado me miraron curiosos.
— Estaba sentada en mi habitual banca a unas cuadras de mi casa, leyendo mi libro favorito. En ese momento llegó Melody (mi mejor amiga) e interrumpió mi lectura.
- Qué extraño encontrarte aquí May ¿Cómo estás?
- Tú que crees. - dije sin ánimos de entrar al tema.
El caso es simple, mi tío es un maldito idiota y mi tía me odia, fin.
- ¿Qué sucedió esta vez? - preguntó tomando mi mano y acariciándola
- El profesor de matemáticas me odia, me colocó cero en el último examen y mi tía queriendo parecer "responsable" me castigó a su manera.
- ¿Encerrada sin comer? Ese es uno de sus favoritos.
- Advinaste. - dije desganada.
Mis padres murieron en un trágico accidente de auto y la protección social decidió enviarme con el único familiar que tenía. Soy tan afortunada.
- Iré con mi hermano y sus amigos de la universidad a comer algo, si quieres venir estás totalmente invitada.
- Me haría bien distraerme un rato, me pondré otra ropa, esperame aquí.
- No te tardes.
Entré por la ventada de la habitación, normalmente trepaba un árbol y justo al lado de una rama muy gruesa estaba mi ventana. Que conveniente.
Entré y me coloqué un short de jeans con una blusa holgada blanca que era de mi tía, no le gustaba y decidió dármela, no tenía absolutamente nada de ropa y solo repetía los conjuntos, tenía unas converse negras y ellas eran mis únicos pares.
Solté mi cabello y bajé por el árbol nuevamente. Melody se encontraba ahí pero con una sonrisa radiante en su rostro.
- Adivina quién saldrá con nosotros. - dijo casi chillando de la emoción mientras yo negaba. - Zack Vennelli, el joven millonario más codiciado del país.
- Y si es tan millonario ¿Por qué saldría con nosotros? - pregunté sentándome a su lado mientras esperábamos a su hermano.
- Es amigo de mi hermano, se conocieron en la universidad.
Melody es una morena muy hermosa, de cabellos negros y lisos hasta la espalda baja, con excelente figura, y su hermano es igual de moreno pero muy atlético.
- Tal vez tu hermano este jugando contigo. - mis palabras fueron calladas con el sonido de una bocina y no la del carro del hermano de Melody, era de un auto extremadamente nuevo y hermoso.
Dios, me mojé con su fachada.
- Te lo dije.- Dijo Melody saludando y entrando al auto.
Yo me quedé parada aún con la boca abierta por aquel hermoso auto.
- ¿Vas a entrar? - me preguntó un chico rubio que iba al volante.
Asentí y me metí junto a Melody en el auto. Cody iba de copiloto mientras los otros dos chicos iban junto a nosotras
- Qué hay Cody. - saludé al hermano de Melody y este me sacudió el cabello.
- Chicas, ellos son Ricardo y Alan. - saludé a los chicos que estaban junto a nosotras. - y él es Zack.