Historia es la clase antes de la hora del almuerzo y, es muy diferente a la clase de Historia que enseñaban en Georgia, aquí; su concepto de historia se basa en el principio de los tiempos, desde los siete días en los que Dios creó la tierra.
-¿Quién peca con una manzana? ¿Y por qué si fue un fruto prohibido ahora podemos comerlo sin problema? - exclamó Cyra con la mano levantada. La maestra Maria dejó la tiza de lado y se giró con toda la paciencia del mundo.
-Dios nos creó a su semejanza y esperaba que fuéramos tan buenos y obedientes hacia él, pero su hijo, el rebelde, decidió ir en contra de la creación de su padre, corrompiendo los pensamientos de Eva. - mantuvo su mirada fija en Cyra, el resto de clase está en silencio. - Cyra, toma tus cosas y muévete hacia el otro extremo del salón.
-¿Por qué?
-Porque no necesito que confundas a tu compañera con preguntas que no vienen al tema, por favor, ve al otro lado. - indica con amabilidad y una voz lenta y convincente. Cyra cierra su cuaderno de mala gana y se pone de pie pasando por detrás de mi silla, enganche mis pies a la pataa de la silla y Cyra camino en silencio hasta el otro lado.
Mi ojo izquierdo empezó a latir lentamente, incómodo e innecesario, no podía tener estrés a tan corta edad, seguro me voy a enfermar. La mirada fija y seria de la señorita Maria hizo que la cabeza empezará a dolerme, luego la escuché respirar profundamente para llevarse la mano a la cabeza y volver a tomar la tiza.
Un agradable olor a menta, gel y pasta de diente llamó mi atención, un chico ocupaba el asiento de Cyra, sonreí por amabilidad, pero él solo me dio una vista de soslayo, abrió su cuaderno y observe un perfecto ojo dibujado a lapiz.
-¿Puedo ver? - curvó su boca hacia arriba y continuó dando trazos con el lapiz - ¿Hola? Soy Adri…
-Adriele, tienes quince años, tus padres murieron hace once -me mira- tu hermano gemelo es Hardin, vives con tu abuela en la casa de las penumbras de la cumbre y Cyra no es la compañera que esperabas en este ciclo escolar.
El reloj hacía tic,tac, tic, tac dentro de mi cabeza, mis ojos estaban fijos en los oscuros de los suyos, tiene las cejas pobladas y negras y su color de cabello le hace juego a su tez blanca, pareciera que está despeinado, pero no, en realidad así es su cabello, desordenado y le sienta estupendo. Nariz fina, labios pequeños con un arco de cupido definido y en un tono rosa palo que parece imposible.
Deslizó el cuaderno hasta mi lugar, observé el perfecto ojo, con todas las características del iris, era muy realizasta, un ojo en blanco y negro que….ya habia visto, en una de mis pesadillas.
-Tengo una duda.-curioseo apoyando su mejilla en su puño- ¿Porque alguien que le teme a la lluvia y rayos vino a vivir al lugar más lluvioso de todo el mundo?
-¿Quién te dijo eso? ¿Hablaste con Hardin? - me gire para ver a mi hermano que estaba atento a un libro que desconozco, mis manos temblaron sutilmente y volví mi mirada al misterioso chico que me dejó conocer sus perfecto y alineados dientes, quizás una sutil línea en los costados de su labio y, cuando su mirada se desvió hacia un lado negando, observe su mentón perfectamente definido, la línea de hueso es tan perfecta, como él.
-¿Tienes miedo, Adriel? - su sonrisa es como la del gato de cheshire. Le devolví el cuaderno y levanté la mano llamando la atención de la señorita Maria.
-Si, Adriel ¿Tienes alguna pregunta?
-¿Puedo cambiar de compañero? No me siento cómoda.
-No, los únicos que asignan a tus compañeros son los maestros. - mire a Hardin, tenía el ceño fruncido con los ojos puestos en mi compañero.
-Muy sobreprotector, pero es comprensible, con esas piernas y esos ojos vuelves loco a cualquiera y me incluyo. - el pulso en mi corazón es desenfrenado, es muy raro que siga viva con la alta frecuencia cardiaca que estoy experimentando.
Retuve el aliento cuando su mano se acercó a la altura de mi frente y pasó un gran mechón de cabello tras mi oreja, su dedo pulgar rozó mi marca de nacimiento y su expresión cambió a una más rígida.
Su pulgar se deslizó con suavidad por el contorno de mi rostro derecho, el pecho me ardía por la falta de oxígeno, rozó mi labio humedeciendo su yema con mi brillo labial, junto su pulgar e índice para esparcir el brillo.
Ahogue un grito con un sobresalto cuando la campana anunció el final de la hora, volví a soltar el aire, la taquicardia aumento, me frote el pecho recuperando mi posición y vi la pizarra llena de cosas y tarea en equipo.
-¿Adri? - me espante por el tono ronco de mi hermano - ¿Está todo bien?
-¿A qué te refieres? - pregunte impaciente por su la fuerza de sus palabras. Cyra llegó a mi lado y chillo de emoción cogiéndome las manos.
-¿!Has hecho que hable!?
-¿Quien? - pregunte mientras ella daba saltitos de felicidad.
-!Jet! ¿No es una monada? Algo de otro mundo. ¿Qué te dijo? seguro estuvo flirteando contigo por que te veias muy sonriente ¿Como es su voz? ¿A qué huele? ¿Te ha dado su número?
Empecé a tener una conmoción al escuchar las preguntas de Cyra, la preocupación reflectiva en los ojos de Hardin era muy diferente a la emoción de Cyra, estaba confundida y mareada por las preguntas. Sentí un gran vacío a mis espaldas y al girarme para ver a mi compañero, no estaba. ¿Cuándo? ¿En qué momento salió?- me pregunté - Vacío y limpio está su lugar, sobre mi cuaderno está una hoja doblada por la mitad.