Eternity

Eternity

Las dos estaban frente a frente, la sala del trono seguía igual, era tal vez el único lugar que recordaba en aquellos desdibujados recuerdos de lo que había sido Eternity…

_Te creí muerta…_La voz de Aika se entrecortaba.

_Te creí a salvo_ dijo la mujer y en su rostro se anido un aura de nostalgia.

_Tu no me criaste para ser una cobarde, para abandonar a mi pueblo y dejar que la oscuridad se lleve todo.

_Pero tampoco te crie para que pusieras en riesgo tu vida y el futuro de todos. Aika tú no eres cualquiera, no puedes enfrentar a la muerte como si nada eres demasiado valiosa.

_Te creí muerta…dejaste que sufriera, que me desgarrara de dolor

Helena reina de Eternity le tomó las manos, Aika se mostró fría y distante fue mucho tiempo culpándose también por no haberla podido salvar en aquel ataque de las brujas del Norte.

_Aika nada será como era, y así debe ser, la Nereidas salvajes han hecho un trato con nosotros pues saben que es la única posibilidad que tienen de sobrevivir. Pero eso no quiere decir que sean leales, tú lo sabes, Las Nereidas distan mucho de ser aquellas guerreras altivas, combativas y honorables…pero no tengo otra alternativa.

_Y por eso yo debo perdonar a la asesina de Enhia…

Helena bajo su cabeza y camino hacia el mirador del salón del trono.

_Recuerdas antes desde aquí veíamos campos verdes florecientes, sembradíos, cielos de luz, aire, paz, aves…hoy es hielo oscuridad. No puedo pedir que perdones a alguien a la cual jamás perdonaría porque su acto fue lo más atroz que viví…Enhia era mi hija-su mano tomó el colgante que pendía de su pecho. _Dirka se encontrará con su destino cuando sea el momento y ni tú ni yo haremos nada para torcer ese destino…

_No me lo pidas._

_No te lo pido Aika…te lo ordeno. _La mirada de Helena fue determinante y a pesar de todo Aika sabía que estaba frente a su reina.

_ ¿Qué pasará con el monje?

Helena hizo una pausa que preocupo a Aika.

_El sí debe cumplir su destino y tú sabes muy bien cual es…y nosotros tampoco haremos nada para evitarlo.

Aika no podía creer lo que escuchaba, no podía entender como Helena pudiese estar diciendo aquello.

_Pero sabes que él morirá, que es un sacrificio inútil _Se la escuchaba desesperada, casi al borde de la histeria.

_Te interesa demasiado…eso no es bueno. _Aika se limitó y eso no le gustaba, eso estaba más allá de todo lo que ella creía.

_Me interesa que esta pesadilla termine de una vez, me interesa poder mirarte a los ojos y no reprocharte, me interesa vivir, irme de este infierno. Y si para ello el monje debe morir…que así sea. _No escuchó ninguna razón más sintió que nada de lo que dijera o escucharía sacaría esa sensación amarga e impotente que sentía, descubría mentiras a su paso…se detuvo y tomó el dije que pendía de su cuello, ella también era una mentira.

 

 

Liam estaba en las mazmorras de la fortaleza, nada de todo lo poco que sabía era coherente. Criado por los monjes, preparado para cumplir una profecía la que lo sindicaba como un hombre santo puro, aunque aquello de ser santo ya lo había colmado, sobre todo al pensar en Aika. Descubrir que solo lo habían usado y preparado para ser un simple sacrificio para una bruja blanca congelada que necesitaba seguir vivo solo bebiendo su sangre, nada original por cierto. Una bruja que supuestamente debía estar en algún lugar de esa fortaleza, así que lo que más le importaba ahora era ver cómo podría salir de allí algo que irremediablemente era casi imposible. Le dolía el cuerpo, tenía demasiado frio y ni hablar del ruido arrítmico de sus tripas que le recordaban aquel conejo que por orgullo, bien habido no probo, tal vez ahora a pocas horas de ser nada no importaba. Solo un halo de luz penetraba por un pequeño hueco del techo y de las gotas del hielo que se derretía trataba de humedecer su boca. Buscó un rincón y se acurrucó allí, ya para que esperanzas no entendía nada y no quería hacerlo esperaría su destino al menos con valentía…aunque no estaba muy seguro de ello.

Los parpados le pesaban, pero cerrar los ojos le significaría la inconciencia tal vez para siempre. Refregó sus ojos y masajeo sus ojos. La puerta se abrió violentamente el cuerpo del guardia roo hacia dentro, detrás de él la pequeña figura de Joy se hizo presente.

_Admítelo, me extrañabas. _dijo colocando un garrote de importantes dimensiones sobre su hombro.

Liam quiso balbucear algo, pro la presencia de Aika lo acallo.

_Vamos de prisa monje no quiero arrepentirme de esto.

Liam la miró y esta vez esa mirada ya no tendría retorno. Tomó a espada del guardia y salieron corriendo de allí.

El túnel secreto que Aika conocía a la perfección estaba frente a ellos.

_De prisa!-dijo Joy nervioso, odiaba la oscuridad.

Liam tomó a Aika del brazo antes de entrar al túnel. Ella no comprendió, menos aún ese beso que parecía durar una eternidad, ese beso que pedía a gritos pasión ese beso que la había vencido completamente.



#49874 en Novela romántica

En el texto hay: profecias amor

Editado: 03.01.2019

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