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[Dos semana después...]
 

Hay algo que los jóvenes de la actualidad no pueden evitar tomar, una cosa que simplemente no pueden olvidar o su estatus social se verá reducida a cero, un aparato tecnológico—o como suelo llamarle "El aparato del Diablo"—, del cual nosotros le damos un mal uso: El celular.

Yo prefiero ser parte de la estadística de los chicos anticuados, prefiero hacer mi tarea a la antigua, pero el nivel académico en el que estoy cursando se ha vuelto un poco exigente.

No culpo a los maestros, en parte, ellos tiene razón en algo:

Necesito un teléfono móvil.

Los grupos escolares tienen varios propósitos, uno de ellos es para mantenernos informados sobre todo lo que ocurre con las asignaturas que imparten los maestros.

El salón de clases decidió hacer un grupo por vía Facebook, el problema está en que yo NO tengo un teléfono móvil para acceder a eso.

Entonces le presté el móvil a mi madre y forzosamente me creé una cuenta de Facebook para lo esencial.

En mi opinión, eso es una pérdida de tiempo.

Como les dije anteriormente, yo prefiero hacer las cosas a la antigua.

Trataré de ponerles al tanto de todo lo que ha pasado en el transcurso de estas semanas.
La semana pasada conocí una chica muy bonita, su nombre es Natalia y descubrí que Emma tiene novio, uno bien feo por cierto.

Ella es muy bonita para él.

Al segundo día de la primera semana de clases, hice que los maestros me cambien de lugar y preferí sentarme en los último lugares del fondo; ahí nadie te molesta y es más cómodo.

Actualmente estoy en mi habitación, acostado bocabajo en mi cómoda cama, enviando un mensaje de texto a Natalia. Ella me gusta y tal parece que el sentimiento es correspondido.

En el grupo del salón ya todos saben que Natalia me gusta, todos menos Emma.

Ella no está en el grupo de Facebook que hizo el jefe de grupo, que pena.

El teléfono de mi progenitora emitió un sonido que reconocí al instante. Sonreí como idiota al pensar con seguridad que se trataba de Natalia y con rapidez desbloqueé el aparato electrónico que se encontraba en mis manos para revelar el contenido del mensaje:

Natalia:
Acepto ser tu novia.

Segunda semana de clases y ya tengo novia una vez más.

De verdad espero que está vez, la relación que tengo con Natalia dure más que una miserable semana.