Eternos Rivales

capitulo 11

- ¡Ya deja de hacer estas tonterías de una vez, Montesco! -le grito en su cara tirando el absurdo que acaba de mandarme

-Bienvenida Julieta-me dice sentado en su escritorio con una sonrisa sarcástica es su rostro- ¿el ramo? a si lo envié para divertirme la verdad, me gusta las expresiones divertidas que haces cuando entras a mi oficina y me maldices 

-Romeo esto es serio, si nuestros padres se esteran de algo que ni siquiera tenemos, perderemos más que simplemente nuestros puestos

-Julieta, en primer lugar este absurdo odio entre familias me tiene sin cuidado, no me importa que sea una Capuleto pero si me importa que...

-Ni siquiera lo menciones-digo con un tono rudo y precavido- a mi tampoco me importa, pero si me importa el puesto por el que trabaja mucho y creo que a ti también te importa el tuyo.

- ¿Piensas que no? -dice con un tono cansado

 Nos quedamos en silencio un tanto incomodo pues ambos estamos hartos de muchas cosas. Es un martes en la noche en donde yo llegue como una maniática después de haber resivido un ramo algo exagerado de cierta persona y sin pensarlo (y evadiendo a Nick, por supuesto) llegue hasta aquí.

-Solo dejemos esto y ya, deja de enviarme cosas ridículas a mi trabajo-Cruzo los brazos-y ni se te ocurra enviarlas a mi casa, por favor

-Sabes cómo es la única forma que te deje de molestar-se levanta y camina un par de pasos hasta llegar a estar en frente de mí

-No soy tan predecible Romeo, no caigo tan fácil así que no esperes mucho- digo con una sonrisa molestas, pero en vez de responder simplemente se acerca mas a mi hasta quedar a una distancia algo incomoda de mi rostro, lo tengo a unos escasos 3 centímetros de mi cara.

-Entonces prepárate Farfalla-me dice con un tono que odio admitir hace que me suba un poco la sangre a la cara-Te sonrojaste

- ¡Me largo de aquí! -lo empujo con desdén, llego a la puerta- te lo advierto, déjame en paz Romeo

 Salgo azotando la puerta detrás de mi sin contemplación ni cuidado, pues es de noche y no hay nadie que me haya visto, excepto el espía que sé que mi madre envió. Me acerco hasta el ascensor, presiono el botón y espero a que llegue al piso y abra las puertas. Unos segundos después las puertas se abren en par, dentro está completamente solo así que entro sin incomodidad pues lo único que quiero es salir de este lugar, toco el botón que indica la planta baja y espero a que cierren las puertas. Al momento de que están punto de juntarse las puertas una mano se interpone.

 Descaradamente la figura del idiota con traje entra a dentro de elevador, incluso en ese mismo instante se cierran las puertas.

 Ambos estamos de frente a la recién cerrada puerta del elevador sin vernos las caras, sintiéndose un ambiente algo tenso.

-Ni una palabra, solo quiero ir a casa-me dice el incluso antes de pensar palabra

-Es tu elevador has lo que quieras-digo soltando un suspira cansado- ¿por qué de pronto esto?

-Te dije que ni una palabra-dice algo cansado-Estoy harto de decirte que yo no busque nada de esto, si fuera por mí ni siquiera te hubiera vuelto a ver

-Pero lo estas usando a tu favor-digo- No importa lo que digas, la confianza que te tuve alguna vez desapareció, no esperes que confié o crea en ti

-Bien, ya no me importa si me crees o no, después de todo si te digo cualquier cosa creerás que es un invento mío para crear algo en tu contra

- ¿Entonces de quien es la culpa? - De un rápido movimiento me paro en frente de él y lo miro a la cara con el ceño fruncido

- ¡Julieta, ya estoy harto de que me eches cosas en cara como si tu no hubieras hecho nada, como si no tuvieras la culpa de nada!-dice aumentando la voz dando a mostrar su enfado

- ¡¿Tú crees que me gusta estar todos los días viéndote y empezar a pelear cada vez que tengo la oportunidad?!-empiezo a gritar- ¡Yo no quiero verte, no quiero preocuparme por ti, no quiero recuerdo y sentimientos desagradables!

 Un estruendo aparece de pronto alarmando a Romeo y a mí, lo miro y está igual de sorprendido y sumando el hecho de que el elevador se acaba de detener y las luces se apagaron, encendiéndose una tenue luz que debe ser la de emergencia.

-Nos quedamos atrapados-confirmo un poco asustada-Romeo, nos quedamos atrapados

 Él se acerca a donde se encuentra los botones de los pisos presionando desesperado el botón de emergencia.

-Disculpe las molestias, ha habido una falla eléctrica en el edificio,estaremos a su arreglo de inmediato, gracias y perdonen los inconvenientes-dice una voz a través del altavoz de emergencia

-Esto no puede estar pasando-digo algo asustada

-Échame la culpa de esto-dice Romeo con sarcasmo-después de todo es mi elevador

-Romeo, no es el momento-digo algo asustada, esta oscuridad me trae malos recuerdos-solo me sen-sentare y esperare

 Nos quedamos callados. Algo temblorosa me quito los zapatos y me siento en el suelo del ascensor, debajo de esa horrible luz roja. Respiro profundo e intento relajarme, cierro mis ojos intentando no pensar en nada, intento concentrarme -Ya has pasado por esto y lo has superado, esto no es diferente-. Pero si es diferente, aunque trate de negarlo, porque a diferencia de esas otras veces tengo a...

 -Julieta-abro mis ojos notando una luz blanca saliendo a mi lado, volteo mi cabeza y puedo ver a Romeo sentado a mi lado iluminado con la linterna de su teléfono-antes de que lo menciones, no, no hay señal aquí así que solo puedo hacer esto

-No te iba a decir nada-digo- Sé que no hay señal aquí, no es la primera vez enjarrada en un elevador

-Solo decía-dice el suspirando de cansancio

 Nos quedamos callados por un rato, lo cual hace el aire más incómodo y desesperante, he podido relajarme, pero con la tensión que se siente en este ambiente se que mi compostura no durara mucho.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.