Sentado leyendo en el parque, en ese lugar donde abundan los eupcaliptos, con la romantica ilusión de encontrar así a mi alma gemela, y se acercará con la tonta excusa de saber lo que estoy leyendo.
Imagino que sería bello, nuestros latidos en perfecta sincronía, solo sucede una vez cada veinte vidas.
¿No es hermoso pensar qué esto pudiera estar sucediendo en algún lugar del mundo?
Seguía leyendo mi libro, mientras me sumergo en su historia, pero en unas de sus páginas lo qué estaba plasmado allí, me recordó al chico que una vez rompió mi corazón, pensar que hoy día tenemos una amistad admirable.
¿No es precioso pensar qué el tiempo es tan mágico?
Qué lo cura todo y coloca las cosas justo en su lugar.
Me detengo a pensar un poco más, entiendo qué todo tuvo un motivo, así que agradezco a mis errores, fueron unos grandes maestros en esta loca vida.
¿No es grandioso pensar qué la vida es tan incierta?
Ya qué te conecta con personas, aromas y lugares, a veces jamás pensados.