Eugenesia: La voz de los espejos rotos.

Capítulo VI Paranoias de un loco muy cuerdo.

Mi mente parecía llegar a un punto en el que dejaría de pensar y moriría de tanto forzarla, pensaba en más y más ideas para salvarlo hasta que encontré una, era muy fácil. Lo que él necesitaba para vivir era un trabajo nada más, nosotros tenemos el poder para dárselo, solo lo tenemos que contratar y el asunto está resuelto. 

Teníamos grandes empresas que necesitaban de empleados, un poco de ayuda de nosotros no podría ser considerado soborno, así que solo teníamos que contratarlo Yuichiro o yo, cualquiera de los dos podía tenerlo aunque sea de conserje, a pesar de que la empresa de la familia de Ichinose es fundamentalmente japonesa y tiene nada más una central de oficinas en Seúl para asuntos exteriores a la provincia, podría ayudarle si quisiera. 

Aunque el que tiene mayores oportunidades de darle empleo aquí soy yo. Solo tengo que hacer un par de llamadas y el problema estará solucionado. Solo estoy por debajo del puesto de mi hermana mayor, quién ha entrado en funciones a principios de este año, por lo que no creo que le interese mucho la contratación de un simple empleado de limpieza en una de las tantas instalaciones que tenemos en la ciudad.  Min Shin-hye no es alguien que le interese esos detalles tan insignificantes, prefiere concentrarse nada más en los negocios, las ventas, la acumulación de capital y vender más y más de sus productos en todo el país. 

Nada que la diferencie de cualquier otro acumulador regular. Es lista, feroz para las ventas y viaja a cada rato entre Seúl, Bejing y Hong Kong, las principales sedes que tiene nuestra compañía. Sino mal recuerdo, Shin-hye ni siquiera se encuentra actualmente en la Corea, sino que esta en un viaje de negocios por Hong Kong, así que no será problema alguno la contratación, lo más probable es que ni se entere, los problemas acerca de contratación casi siempre me los deja a mí, después de todo sabe que aún no estoy preparado para manejar las finanzas y decisiones de la empresa por completo con el puesto de vicepresidente que tengo. 

Solo dos años más y estaré en mi graduación de la universidad, con un puesto de trabajo ya en la empresa y todo un futuro ya pre escrito casi por completo sobre lo que debo hacer con mi vida, inclusive aún los detalles más íntimos como la cantidad de hijos que tendré y los sexos de cada uno ya han sido decididos, solo falta que me emparejen con la chica adecuada según mi madre. 

Mi hermana aún no se ha conseguido casar, pero más que todo es porque los ha logrado convencer que el matrimonio y los hijos le son un estorbo en estos momentos cuando es la presidenta de la compañía. Aún así se ha decidido que dentro de cuatro años será el máximo plazo para aplazar su casorio. Ella no es alguien que desee algo como un matrimonio en estos momentos, es algo que detesta casi por completo y quisiera no hacerlo nunca. No la culpo, pero también es un negocio, un buen trato que puede traer ganancias a la compañía. 

Si se logra casar con un acumulador de buena familia, traerá más ganancias y alianzas comerciales para nosotros. Así que tampoco es algo que parece desagradarle del todo ahora que es presidenta de la compañía familiar. La empresa líder en Corea en la creación de relojes y lentes inteligentes. Cada cierto tiempo vamos sacando nuevos modelos para los consumidores, diciendo que es lo último en la moda para los acumuladores. Como cualquier empresa, vendemos lo más nuevo a los de nuestra capa social y luego lo liberamos al mercado común. 

  —  ¿Cuál es tu idea?  —  Me preguntó Xiong Yixing con una muy poco disimulada curiosidad en sus gestos. 

El chico parecía que se me iba a lanzar encima en cualquiera momento y me pegaría sino le decía cual era mi maravilloso plan. 

   — Lo contrataré yo en la compañía de mi familia  —  Respondí orgulloso de mi solución. 

Parecía la solución más sensata y menos riesgosa, lo salvaríamos de una muerte segura y podría seguir viviendo bien. Xiong Yixing se comenzó a reír entonces como un loco desquiciado entonces, sus manos se unían cada tanto para formar unos aplausos mientras se coordinaban a la vez cada cierto tiempo para apretarse el estómago que parecía dolerle de tanto reírse. 

No entendía muy bien si estaba burlando de mi idea o se estaba riendo por no haber pensado en esa solución mucho antes y se consideraba un idiota. Con lo poco o mucho que le conozco, puedo apostar que se debe a la primera de mis suposiciones y no a la segunda, que parece ser mucho más distante del Xiong Yixing que ha convivido conmigo en estos años. 

  — ¿Has enloquecido Dae-Hyun? Shin-hye no contratará nunca a un Incompleto para trabajar en una oficina, ella a diferencia de nosotros dos, no tiene sentido de hacer algo por otro solo porque te sale del corazón y sin recibir nada a cambio —  Soltó luego de terminar de reírse y con una mirada de no entender nada de lo que sucedía de parte de Jeon Taeyang. 

Quién había vuelto a nuestro mundo cuando se dio cuenta de que algo andaba mal con el heredero de la familia real-militar. Las tres familias que reinan el ejército y pertenecen al linaje de tierra firme son: Los Xiong, los Tang y los Qi. Todos los demás les sirven a esas tres familias y la extranjera que trabaja en conjunto con la experimentación humana del ejército. 




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