Eunoia Kt

2. ¿satisfacción?

Solo dejó vacío 

Jungkook despertó debido al frío, entre dormido palmeó la cama buscando al omega. Al no encontrarlo se sentó en la cama con sus ojos entrecerrados, luchando por abrirlos.

"Taehyung" musitó entre dormido.

"Estoy buscando otra frazada" comentó desde alguna parte de la habitación.

Más calmado Jungkook volvió a recostarse y taparse con la sabana esperando la llegada de su pareja. Tan solo minutos después Taehyung se integró y buscó calor en el cuerpo contrario.

Jungkook sonrió enternecido, procuró taparlo para luego abrazarlo y pasar una de sus piernas sobre las del omega.

"¿Encontraste otra sabana?"

Taehyung negó acomodándose mejor entre los brazos del azabache.

La mañana era fría, el día estaba nublado y parecía que llovió toda la noche. Ninguno de los dos tenía intenciones de separarse del cuerpo contrario, aquello se sentía demasiado bien.

El sonido de un par de truenos logró que la pareja perdiera el sueño por completo, dedicándose a iniciar su día. Jungkook se encargó del desayuno bajo la atenta mirada del castaño, quien en ningún momento dejó de sonreírle.

"Ayúdame a poner los platos en la mesa" pidió

Taehyung negó con diversión mientras se acercaba al contrario y lo abrazaba por la espalda. Jungkook no pudo quejarse y simplemente se encargó de todo.

Todo estaba sobre la mesa, un delicioso desayuno en la mejor compañía, no podía haber nada que los hiciera más felices.

Jungkook alejó los brazos del contrario con sutileza, para posteriormente sonreírle y tomar asiento.

Todo parecía tan cursi y romántico, parecían una pareja de recién casados que era incapaces de separase. Ambos estaban llenos de ilusión y al mismo tiempo temerosos de ser separados nuevamente.

El omega se sentó en las piernas del azabache, escondiendo su rostro en el cuello del alfa, que disfrutaba la cercanía.

"¿No comerás?" Cuestionó Jungkook

"Lo haré después de que te marches" respondió sin demasiados ánimos

Jungkook no se negó y con dificultad se dedicó a comer mientras acariciaba la espalda de su pareja.

Ya no había comida en el plato del azabache, pero este no encontraba la voluntad para alejar el relajado cuerpo del castaño o moverse e interrumpir la paz que este parecía tener.

"Mi vida, tengo irme"

En realidad, no era obligación, el chico simplemente se iba porque necesitaba desquitar su enojo con alguien, pero le hacía creer al castaño que simplemente iba a trabajar.

"Lo sé"

Lentamente el omega se alejó del cuerpo contrario, sintiendo el frío al no tener el cálido cuerpo del otro. El chico se acercó buscando besar los labios del contrario, pero antes de poder conseguirlo volvió a bajar su mirada.

"Ten un lindo día " musitó bajándose

La inseguridad carcomía lentamente al omega y aquello desesperaba al azabache. No podía ni imaginar cuan herido podía estar el castaño, no sabía cuántos complejos había en su mente ni cuanta tristeza se albergaba en su débil corazón.

Jungkook se puso de pie y besó la frente del contrario.

"Volveré pronto" afirmó.

Taehyung asintió con media sonrisa, mientras el Jungkook le apretaba suavemente la nariz.

"¿Me amas?" Cuestionó el castaño.

"Tanto como para tener miedo de herirte, pero ser incapaz de dejarte”

Taehyung asintió con una brillante sonrisa. En realidad, consideró aquella respuesta incoherente, pero para el azabache fue lo más romántico y sensato.

Nuevamente Jungkook salió de su casa, de aquel pequeño nido que había construido en su necesidad por salvar al castaño y mantenerlo a su lado.

Había mucho que hacer, mucho que remediar, pero la solución a todos sus problemas era matar a la familia Kim.

En realidad, aquello no solucionaría nada, ni siquiera verlos sufrir lo haría estar satisfecho, pues el daño estaba hecho y nada volvería a ser como antes, pero su negación era tan grande que podía segarlo con facilidad.

Quizá era incoherente, quizá no era macabro solo era un suceso más que intentaba pintar de una forma interesante. Quizá aquello era una fantasía de la que nunca podría escapar o de la que debía dejar de estar.

 

El azabache observó el árbol de cerezo frente a él. Las flores revoloteaban y algunas se soltaban de las ramas por el viento. El día era oscuro, pero aquel árbol parecía darle vida a todo su entorno.

Ese gran árbol estaba frente a la casa que Jungkook heredó. Ese día no tenía planeado llegar, pero consideró que su tortura con el señor fue muy leve, que había sido poco inteligente solo golpearle la planta de los pies y su masculinidad.

Pensó que quizá hubiera podido ser un poco más brusco, se quedó pensado que debía mejorar su técnica y no parecer un principiante.

El secuestrador estaba convencido de que haber reventado la piel en los pies del señor no fue nada.

Luego de admirar a tan bello árbol que lo hacía sentir relajado, como si ahí se encontrara su verdadero hogar, ingresó a la casa en busca de su cuñado.

Al ingresar en aquella casa el tiempo parecía detenerse.

Ese día la madera no hizo ningún sonido y en vez de un cuadro con una foto familia, había un espejo, el que Jungkook se dedicó a ignorar. Para el ninguno de los cambios parecía significativo, es más todo lo veía como si siempre hubiera estado ahí.

Ingresó al sótano, posteriormente a la primear habitación, encontrando a la señora y al muchacho.

"Cuñado. Creo que sería muy buen días para que me acompañes" comentó recostado a un lado de la puerta

El muchacho castaño con finos rasgos al igual que Taehyung, tembló ante la demandante voz del alfa.

Jungkook no tenía mucho que pensar sobre el chico, pero de igual forma lo culpaba de un par de situaciones. Esa vez estuvo decidido a matarlo y no hacerlo sufrir demasiado, aquel muchacho no era mal tipo.



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En el texto hay: asesinatos, boyslove, kookv tekook

Editado: 19.08.2021

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