Eunoia Kt

4. ¿Su padre?

Un maldito asqueroso

Jungkook trató de controlar aquellos sentimientos tan desbordantes y se concentró en el rostro preocupado del castaño.

Taehyung lo abrazo y entre susurró le pidió que no se alejara, con movimientos suaves acarició la espalda de su pareja. Hasta que la respiración de este se volvió más calmada. El leve aroma que cada vez parecía más distante, aún logró que Jungkook se calmara y disfrutara la cercanía.

"No te culpes" pidió el castaño "Fue más culpa mía que tuya" confesó.

El azabache negó con la cabeza y se alejó para enfrentar, la cada vez más vacía mirada en su pareja. En vez de mejorar parecía empeorar.

"Yo pude habernos evitado esto, pude haber llegado a tiempo, pude haberlo alejado de ti antes de que te tocara"

El coraje y la tristeza eran una mala combinación, el aroma era pesado y por primera vez ambos debían estar agradecidos de no poder percibir aromas como normalmente sucedía.

"Amor, de nada te sirve culparte"

Parecía que los papeles habían sido invertidos ahora Taehyung trataba de convencer a Jungkook mientras este se dejaba envolver por sus emociones.

Parecía que aquello no tendría fin, por lo que nuevamente Jungkook salió de la casa. El azabache necesitaba paz y al parecer ya no podía encontrarla con la presencia del castaño y le molestaba que fuera así. Pero al estar frente a aquel árbol todos sus problemas parecían esfumarse y todo volvía a tener sentido.

Jungkook se sentó bajo la sombra del árbol y seguidamente recostarse en el tronco, mientras cerraba sus ojos y disfrutaban de la humedad.

El viento tomó valor, la corteza del árbol le dio soporte; un par de cerezos decoraron su cabello y la tierra bajo sus muslos lo hizo sentir en la gloria. Todo parecía tan relajante, parecía haber tanta paz bajo aquel bello árbol que tomaba todo el protagonismo del lugar.

No importaba como fuera el clima, simplemente el árbol parecía ser la luz de cada día.

Jungkook no pudo evitar llorar de impotencia, al saber que muchos sucesos ya no podría remediarlos y algún día tendrá que aceptarlos.

El tiempo parecía no existir, pudieron haber pasado dos días o dos horas, pero según el tiempo que el azabache parecía controlar, apenas había pasado media hora. Nadie sabía si aquel tiempo era correcto, simplemente se acoplaban a él.

El azabache durmió plácidamente bajo el árbol. Durmió como nunca lo había logrado y nuevamente él estaba entre sus sueños.

Taehyung lo llamaba con una brillante sonrisa y agitaba su mano enérgicamente llamando la atención del contrario.

Jungkook soñaba con la segunda cita que tuvo con el muchacho y como si realmente fuera capaz de revivirlo su cuerpo se sintió nervioso al verlo tan hermoso al otro lado de la calle.

Jungkook le sonrió y agitó levemente su mano, para luego cruzar la calle.

Al estar frente a él, no supo que decir, se sentía tan sumiso frente a un hombre tan hermoso. Taehyung por su parte era directo y muchas veces un sin vergüenza, pero mantenía mucho más coraje que el alfa para hacer lo que quería.

Esa noche Taehyung esperaba besar los labios del azabache, pero decidió esperar para saber si el chico frente a él también lo desea. Por lo que en aquel momento solo lo beso en la mejilla, como consecuencias ambos se sonrojaron.

Eran como dos adolescentes inexpertos e indecisos.

Si Jungkook amaba algo, era la sonrisa del castaño. Siempre se sintió atraído a ella y la forma en que le hacía perder toda la concentración.

Cada que el omega sonreía Jungkook se concentraba solo en ello y nada más existía.

Aquella noche era clara y brillante por las luces en los restaurantes, en las calles y edificios que combinaban perfecto con el ambiente acogedor y templado de la pequeña ciudad.

Luego de una maravillosa cena Jungkook llevó al castaño hasta su casa. Ambos se bajaron del auto y caminaron a la entrada, luego de un par de palabras y risas, se despidieron.

Taehyung era un mar de nervios, su aroma lo hizo aún más notorio. El joven estaba bajo estándares de una sociedad inestables, sabía perfectamente que, si tomaba la iniciativa para besar al alfa, podría ser considerado como un cualquiera y quizá le estuviera dando el derecho al azabache de golpearlo o tratarlo como cualquier objeto sin valor. 

— ¿Todo bien? — cuestionó el alfa

El aroma del omega ya no era dulce y relajante, aquel aroma era amargo haciéndolo sentir preocupado. Taehyung por su parte asintió con media sonrisa, escondiendo la decepción de vivir bajo estereotipos.

— No eres casado ¿verdad? y no tienes un esposo que pueda golpearme o algo similar

Las palabras del azabache eran en broma; el alfa sabía perfectamente que el castaño no tenía ninguna relación, ni salía con alguien más, únicamente salía con él, pero al verlo tan nervioso frente a su casa no pudo evitar pensar que realmente había alguien celoso esperándolo.

Taehyung sonrió con diversión y negó calmándose lentamente, volviendo a tener el aroma de siempre.

— No lo tengo — afirmó

—Entonces, es otra razón para poder besarte — comentó Jungkook dando un paso al frente — A menos que tú te niegues

Sus rostros estaban cerca al igual que sus cuerpos. Jungkook con timidez tomó la mano derecha del omega y con la otra le rodeo la cintura, acercando más el cuerpo del contrario al suyo. Taehyung no supo dónde colocar su mano por lo que la pasó por el hombro del azabache.

Entre los nervios Jungkook guio al castaño en una pieza de baile sin música, era el clásico vals. Volviéndose especial al ver como el omega lo disfrutaba y sonreía con diversión.

Aquello era inusual, las personas no solían bailar por impulso, ni frente a la casa de la persona con la que salían por segunda vez. Taehyung no pudo contener su risa, mientras recargaba su frente en el hombro del contrario sin dejar de mover sus cuerpos a un ritmo imaginario.



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En el texto hay: asesinatos, boyslove, kookv tekook

Editado: 19.08.2021

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