#3

-Nunca te había visto esa expresión a causa de una mujer-me dijo Tae

-¿Qué expresión?, no hay expresión que valga, es solo una vieja amiga, de hecho también la conoces 

-Yo? - 

-Es la hija menor de los Jun, Mi Ho y Yang Mi los organizadores de nuestros conciertos - 

-Oh es verdad, los Jun, pero a ella no la recuerdo, ¿tenían más de dos hijas? - 

-No, solo ella TN y su hermana Sun Hee, ha cambiado mucho,¿recuerdas lo torpe que era? - 

-¡Vaya, la Torpe TN, a la que ni siquiera mirabas, ahora te hace sonreír como idiota! - 

Respondiendo para mi mismo me dije que así era, vaya que me intrigaba y mucho, ahora solo quería saber hacia donde se dirigía ese auto y su ocupante... 

**

TN

-Hola mi amor, ¿Cómo está mi chico favorito? - le dije a Jun Dae-yun un pequeño de cinco años, que se giro rápidamente al oír mi voz. 

Corrió hacia mi abriendo sus brazos, y yo lo recibí encantada - Loomy ha tenido a sus cachorros - me anuncio después de los besos y abrazos de bienvenida. 

-¿De veras? - pregunté con entusiasmo para que el pequeño no perdiera su sonrisa. 

-Si y son tres- añadió Dae-yun caminando hacia la casa de la cachorra - ¿Quieres verlos? - 

-Obvio que si cielo, te sigo - con la manita regordeta del pequeño en la mía, deje que me guiará escuchandolo con una sonrisa, mientras me ponía al día de lo que había ocurrido en mis días de ausencia. 

No terminaba de entender la buena fortuna que me había bendecido con ese pequeñín llegando a mi vida, disfrutaba de cada momento con el, su carita dulce, sus ojos inquisitivo y sonrisa encantadora, disfrutaba de cada momento que pasaba con el a pesar de que me tenía que ausentar bastante tiempo. 

¿No son preciosos mamá? - me preguntó, yo me agache para mirarlo. 

-Si son preciosos - acaricie la cabeza de la cachorra - lo has echo muy bien, buena chica-.

"Mamá", aún no terminaba de costumbrarme a ser llamada así, a pesar de ser ya cinco años, cinco largos años, desde que mi hermana ya no está con nosotros. 

Después de acostar a Dae-yun, tome un baño y me fui a la cama, conforme me deslizaba bajo las sábanas, envié una plegaria al cielo pidiendo algo de ayuda a mi hermana, desde que mis padres decidieron retirase yo quede al frente del negocio familiar y aunque prácticamente crecí en ese ambiente, todavía me faltaba mucho para ser tan buena como ellos. Después de eso me permití recordar lo sucedido con Jungkook, sus suaves labios en mi mejilla y su aroma una embriagadora mezcla de hombre, sudor y peligrosa excitación. Sacudi la cabeza reprimiendome por hacer novelas en mi mente. 

Me recordé que no podía permitir que alguien del medio artístico, sobre todo musical volvería a dañar mi estabilidad emocional, mucho menos Jungkook 

Lleve mis brazos detrás de mi cabeza y mirando fijamente el techo, me obligue a pensar en el padre de Dae-yun, y en el chico que decía amarme, a pesar de tanto tiempo sin recordarlos, no podía olvidar del daño que nos hicieron a mi hermana y a mi.