Admitir que seguía enamorada de Jeon Jungkook y lo amaba profunda e irremediablemente era el error más estúpido en mi vida, pero también era un alivio aceptarlo.
Debería sentirme aterrada quizá, pero por algún motivo no sentía miedo, ni tampoco era tan tonta como para creer que él pudiera sentir lo mismo por mí o que permanecera a mi lado aunque lo sintiera.
Yo sabía exactamente como era Jungkook, sabía hasta donde llegaba lo que podía darle a una mujer: buenos ratos y aventuras cortas, y se que yo podría comprenderlo, del mismo modo que sabía podría soportar el dolor cuando se marchará.
Reconocía esa verdad y al hacerlo reconocía otras verdades que hasta entonces me había rehusado a ver. Llevaba mucho tiempo sola, sin una relación, sin él amor de un hombre, sin ese amor físico y emocional, sin las emociones que un hombre como Jungkook podía aportar a una existencia que se había convertido únicamente en responsabilidades y trabajo.
Así que por fin he tomado una decisión, con los ojos abiertos decidí que fuera lo que fuese lo que Jungkook estaba dispuesto a darme, yo lo aceptaría, sin hacer preguntas, sin exigir promesas.
Decidí contentarme con vivir el momento y cuando todo acabe, atesorar los recuerdos y seguir adelante con mi vida. Al estar en este hospital me di cuenta que la vida es corta y valiosa, comprendí que había sido una tonta al malgastar el tiempo huyendo del único hombre que podía enriquecer mi existencia, aunque solo fuera brevemente.
También decidí que Jungkook jamás sabría lo que siento por él.
Sería mi secreto.
Mi pecado.
En ese momento sentí como Jungkook se tensaba bajo mi mano, vi como tragaba saliva y miraba hacia la puerta de la sala donde un médico recorría con la mirada a los ocupantes de esta.
-¿Alguno de los presentes espera noticias sobre el estado de Kim Taehyung? -
Mientras yo me levantaba Jungkook se puso de pie rápidamente y a su lado se situaron los demás chicos.
-Si, nosotros - dije cuando note que ninguno articulaba palabra.
Él médico no perdió tiempo en comenzar a decir. - Después hacer una serie de estudios, radiografías revisiones y tomografías, encontramos que recibió un fuerte golpe en la cabeza el cual hasta el momento no denota que haya dañado más allá de la supercifie, eso lo sabremos hasta que despierte entonces haremos algunos otros estudios,tiene dos costillas rotas y una fractura de tibia y peroné que ya fueron tratadas esta bajo efectos de calmantes y anestesia y por el momento esta dormido, esperemos a que despierte. -
-¿Podrá volver a bailar? - pregunto Jungkook mirando con ojos suplicante al médico.
Él médico sonrió con tristeza y dijo, - Primero habrá que ver si puede volver a caminar bien,pronto lo traerán para que puedan verlo. - y salió de ahí dejándonos a todos con un nudo en la garganta.
Después de unos largos minutos pregunté, - ¿Hay alguien a quien debamos llamar? -
-Sus padres - respondió Jungkook con una voz inexpresiva, - Los llame en cuanto llegamos al hospital, ya vienen en camino. -
Los chicos regresaron a su lugar, se les veía asustados, preocupados y cansados.
Finalmente trajeron a Tae a la habitación y nos acercamos poco a poco, estaba profundamente dormido y se le veía cansado, su pierna izquierda totalmente cubierta por una escayola blanca y un vendaje le rodeaba la cabeza,supuse que su torso estaría igual con vendaje en torno a sus costillas, los chicos al verlo no aguantaron más y lloraban en silencio.
-¿Porque no vuelven al hotel? - pregunté a los chicos los cuales me miraron dudosos, - Jungkook y yo nos quedaremos, si surge alguna novedad les llamaremos. -
Lo comentaron un poco y enseguida me dieron un papel con algunos números para contactarlos en caso de ser necesario, y se marcharon. Se les veía realmente agotados tanto física como emocionalmente.
Jungkook se acerco más a la cama, cauteloso y temeroso de que el más mínimo movimiento pudiera lastimar a Tae, - Menuda forma has escogido para llamar la atención -
Una ligera sonrisa se dibujo en la boca de este, dándole la señal de que lo había escuchado, yo miraba desde un punto de la habitación con los ojos llenos de lágrimas, en eso entró una enfermera y nos recordo que la visita tenía que ser corta, Jungkook se alejo con la promesa de volver mañana.
No nos marchamos del hospital hasta que llegaron los padres de Tae, media hora después.