JK
Por última vez, intente emitir las palabras necesarias, por última vez intente hacer lo correcto, pero cuando ella presiono sus dedos en mis labios, comprendí que lo correcto empezaba y terminaba con la mujer que tiraba de mí.
No podía pensar a causa de lo mucho que la deseaba, no podía reprimir la necesidad de atraerla hacia mi y todas las valientes promesas que había hecho se perdieron en estos instantes.
- Rosas - murmure antes de besar sus mejillas, - hueles a rosas, desde que te bese por primera vez no he soñado solo con rosas, no he deseado más que rosas - susurre antes de cubrir sus labios.
Se acabó pensar en el deseo, se acabó pensar en la culpa.. Había cruzado la línea al acudir a suplicar a su puerta.
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Cuando desperté, la habitación seguía sumida en la oscuridad, pero una racha de luz que penetraba por una rendija de las cortinas me indico que el sol ya había salido y el hueco vacío en la cama me advirtió que TN ya se había levantado.
Me coloque boca arriba, cruce los brazos detrás de la cabeza y escuche el sonido de la ducha, al tiempo que olía el aroma de la cafetera que TN había dejado sobre la mesita. Debo levantarme , pensé, debo salir de aquí cuanto antes.
Era un bastardo y un aprovechado, había utilizado a la única mujer que no se merecía el dolor que iba a causarle, mientras permanecía aquí tumbado maldiciendome a mi mismo, comprendi que volvería a hacer otra vez lo mismo si tuviera ocasión.
Intimar con ella había sido la experiencia más devastadora de mi vida, había disfrutado de otras chicas, si, pero jamas experimente algo tan intenso como lo que había compartido con TN.
En ese momento la vi salir del cuarto de baño irrumpiendo en mis pensamientos y supe que mi faceta de aprovechado distaba mucho de haber concluido aún.
-Llame al hospital mientras dormías - dijo cuando vio que ya estaba despierto y la observaba - Tae ha despertado y en un par de horas estarán haciendo más chequeos para saber si hay algún daño más, he podido hablar con su madre, parece muy animada, dice que está respondiendo correctamente a los estímulos básicos. -
Contemple su rostro mientras ella proseguía con su monólogo, el alivio que sentí al escuchar la noticia de recuperación de Tae disipó parte de la tensión que sentía en el pecho.
Me incorpore y coloque una almohada detrás de mi cabeza y seguí observándola, observando el temblor casi imperceptible de sus manos, conforme desenvolvió un par de tazas de plástico, observaba la rigidez, de sus hombros, sus movimientos vacilantes conforme agarraba la cafetera y me preguntaba si quería una taza.
-Lo que me gustaría es que vinieras aquí - respondí y luego trague saliva al ver como ella se aferraba con ambas manos a la mesita, como para hacer acopio de firmeza y luego se daba media vuelta para dirigirse hacia la cama.
-Mírame Jun - le ordene con suavidad, cuando levanto la cabeza y me miro a los ojos, seguí presionandola - Dime que te pasa -
Sus manos se quedaron inmóviles y dejó escapar un suspiro, - Pensaba que, probablemente, te marcharías a toda prisa por la mañana. Y esperaba recibir una disculpa, a modo de excusa, que me hubiera puesto furiosa -.
Por algún motivo incomprensible sonreí, - ¿Te habrías puesto furiosa si me hubiera disculpado?
-Anoche tenías una necesidad Jungkook y quise ser la mujer que necesitabas, Tae es más que un hermano para ti, y estabas dolido me aproveche de las circunstancias. -
-TN -
-No. Dejame terminar, se que piensas que fue al contrario, así que imagino que estamos en paz. No me consideres una víctima Jungkook por favor... Ten un concepto más alto de mí -
Se quedo con la mirada puesta en mi y al ver que yo no decía nada continuo.
-Me metí en esto con los ojos abiertos, ¿recuerdas?, estaba consiente de que, simplemente, sería bueno mientras durase. De modo que... no te atormentes creyendo que te estás aprovechando de mí, ambos sacaremos un provecho mutuo, ¿de acuerdo?. Aunque lo nuestro solo quede en lo de anoche. Aunque dure una semana. Lo deseo. Lo necesito. Quizá por las mismas razones por las que tú necesitas cantar y bailar. Estoy cansada de llevar una vida tranquila y segura.
-Entonces, ¿Qué es lo que quieres TN?, ¿Qué es lo que quieres de mi? - pregunté con cautela.
-Qué seas honesto - me respondió sin titubear - No quiero promesas, no me prometas que te quedaras, o que volverás cuando te marches, no me prometas nada que no puedas cumplir. - finalizó.
Parecía tan segura, tan decidida, y debería sentirme aliviado, TN se estaba ofreciendo a seguir mi juego, pero extrañamente solo me sentí enojado, con ella, conmigo mismo. TN se merecía dichas promesas, se merecía un amor para toda la vida y por mucho que lo negase sus ojos revelaban que eran promesas lo que deseaba. Pero fui más débil que mi enojo y mis convicciones, me sorprendi a mi mismo alargando la mano y quitándole del cabello aquel broche, olvidando por completo porque esto no debía ser.