Euphoria -- Amor sobre el escenario, el amor de un idol.

#27

TN

Después de tomar una ducha rápida ambos nos dirijimos al hospital, aunque la condición de Tae ya era un poco buena, y los informes bastante alentadores, le realizaron una serie de exploraciones cerebrales que habían sido satisfactorias, si no presentaba complicaciones las próximas doce horas el pronóstico mejoraría espectacularmente. 

Él hecho de que se suspendieran los últimos conciertos, alivio a Jungkook ya que no quería abandonar a Tae y no pensaba dejarlo solo ese día hasta que le d iheran que ya había pasado todo al fin de llevar solo una recuperación. 

Yo por el contrario tenía algo de trabajo que hacer y aproveche la lejanía con Jungkook para reflexionar sobre los acontecimientos de las últimas veinticuatro horas, Tae no abandono ni por un segundo mis pensamientos.... Ni tampoco la noche que había pasado con Jungkook. 

No podía negarlo había sido maravilloso, jamás había experimentado algo equivalente a hacer el amor, si bien yo poseía una experiencia limitada en ese terreno, él sin duda la tenía, sin embargo me había echo sentir como si yo fuera la única mujer que hubo o habría nunca en su vida. Mientras terminaba unas notas, descarte dicha idea como la estupidez que era, Jungkook era simplemente, lo que aparentaba ser, el tipo de hombre que no quería lastimar a nadie, pero tampoco estaba dispuesto a amar de forma duradera a una mujer. 

Bien, yo había conocido las reglas de antemano, me habia prometido a mi misma que no habría lamentaciones. Aunque después de una noche entre sus brazos, comprendí que si las habría. Ahora sabía lo que era amar como una mujer, hacer el amor como una mujer y no como la jovencita encandilada que se había enamorado de un chico que si bien yo no sabia que quería en mi vida, él ni siquiera sabía como llevar las riendas de esta ya que lo manipulaban de manera tal que fue capaz de mentir, engañar y traicionar. 

Y si, lamentaría la marcha de Jungkook más de lo que había llegado a imaginar. Pero así era la vida, había aceptado aquel riesgo, tendría que aprender a seguir viviendo y ocultarle a Jungkook lo mucho que su marcha me dolería. 

Esa misma noche mientras observaba a Jungkook y a los demás chicos dar una entrevista no pude si no comparar el riesgo de haber aceptado liarme con él, al notar a todas esas chicas que gritaban y lloraban con el simple hecho de verlos a unos cuantos metros. 

Jungkook parecía tener una nueva cualidad mientras él respondía casi todas las preguntas, no se mostraba distraído, nervioso o que dudará, y comprendí que lo había hecho por Tae a pesar de no gustarle mucho las entrevistas. 

Cuando acudió a mi habitación a quella noche y se lanzó a mis brazos, sentí nuevamente aquella misma necesidad que aún se reflejaba en su contacto. Con una exigencia salvajemente exquisita, me poseyó con movimientos exigentes, cuidando de no lastimarme, transportandome hacia aquella frontera difusa en la que la urgencia se tornaba avaricia, en la que el placer se mezclaba con la intensidad semejante al dolor. 

Luego cuando caí en sus brazos exhausta, poso suaves besos en mi frente y me acuno en sus brazos.. Y volvió a amarme de nuevo, pero esta vez con una ternura que me hizo llorar, con una delicadeza que me dejó sin aliento, y con una devota atención a mis necesidades que me obligó a susurrar su nombre. 

 

 

Era pasada la media noche,de el último día de nuestra estancia aquí, acababa de estar con Jungkook para celebrar la prometedora recuperación de Tae, quedamos rendidos y abrazados dormimos. 

Él teléfono sonó pasadas unas dos horas, la figura dormida de Jungkook se movió a mi lado mientras yo descolgaba el auricular en mitad del segundo tono.. 

-¿Diga? - 

-Hola, cariño soy papá. - 

--¿Papá? - repetí al tiempo que apartaba las sábanas y me incorporaba rápidamente,mi corazón empezó a latir con verdadero frenesí, - ¿Qué sucede?, ¿Le paso algo a Dae? -. 

-No cariño, esta perfectamente, lamento haberte asustado. - 

Detras se mi, Jungkook se había puesto de lado y me miraba, poso su mano sobre mi cadera y fue una confortadora reacción la que sentí para mi repentino sobresalto. Emiti un suspiro de alivio, y cubrí su mano con la mía, le di un apretón para hacerle saber que todo estaba bien. 

-Siento haberte llamado tan tarde - prosiguió mi padre 

-Tranquilo no pasa nada - murmure y casi grito al sentir el cálido aliento de Jungkook en mi nuca. - ¿Qué sucede papá? - 

-Tu madre y yo hemos decidido que va siendo hora que te tomes un buen descanso del trabajo, has estado trabajando mucho mi niña, queremos que te tomes dos semanas libres para que puedas pasar algo más de tiempo aquí en casa con el niño. - 

Note como mi corazón se alborazaba al pensar en la posibilidad de pasar todos esos días en casa con Dae-yun, pero mi sentido del deber no tardo en imponerse a la alegría original. 

-No puedo pedirles eso. -

-Tú no pides nada mi niña, ni pienso darte a elegir, nos pondremos en camino al amanecer, tú envía a los muchachos al siguiente destino y cuando dejemos a Dae contigo en el hotel los alcanzaremos. - 

-Pero.... - 

-Nada de peros, tengo que colgar, duerme un poco, nos veremos por la mañana. - 

-Gracias, papá - susurre suavemente mientras el colgaba la llamada. 

Durante un largo momento permanecí sentada en el borde de la cama oyendo el zumbido de la línea. 

-¿Todo va bien? - pregunto Jungkook con voz somnolienta aún. 

-Si, todo bien - respondí mientras colgaba el auricular. 

-¿Y? - inquirió él para que yo continuará. 

-Parece que va a darme unas vacaciones, traerán a Dae por la mañana... Y van a ocuparse del trabajo durante dos semanas para que yo pueda pasar algo de tiempo en casa con mi hijo. -  

Deseaba mucho estar con Dae, pero debajo de esta gozosa excitación me sentía triste porque mi tiempo con Jungkook hubiese acabado. 

Voy a hechare de menos Jun - 




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