El ritual había terminado y estaban los dos agotados en el suelo, lo que había pasado a continuación hizo que los dos levitaran en una especie de energía color gris y la energía que tenía cada uno se pasó al otro.
—Bueno—. Stefan comenzó a hablar tratando de incorporarse pero sin poder hacerlo—. Ahora tenemos que practicar la telepatía.
—¿Telepatía?—. Samantha si logró incorporarse y levantarse—. ¿Contigo?
—Ahora como soy tu acompañante, existe una herramienta que nos sirve para comunicarnos sin necesidad de las palabras y es por telepatía.
"Me escuchas", Una voz parecida a Stefan me hablaba.
"Te puedo escuchar" Le respondí.
—Eso estuvo bien, ahora otra cosa que debes de saber es que tengo algo así como el 50% de la energía total que posees, no te la estoy robando, tu seguirás igual, sólo que yo tengo un incremento alto de energía.
—Pelea conmigo—. Habló Samantha—. Se supone que si te matan a ti, yo también moriré y prefiero seguir con mi racha de seiscientos años.
Stefan se incorporó del suelo y se levantó en posición de defensa, para poder luchar contra Samantha, Samantha lanzó un puñetazo en dirección a la cara, Stefan logró esquivarlo, pero una patada a las costillas que no logró parar del todo sacándole el aire y dejándolo de rodillas en el suelo.
—Tienes la misma fuerza que un lobo puro, pero no tienes experiencia luchando—. Samantha lo ayudó a levantarse—. ¿La fuerza que tienes ahora es la que siempre tendrás?
—No-—. Respiro profundo Stefan .—El poder que tengo depende de nuestra relación.
—¿Nuestra relación?-. Preguntó Samantha—.¿Eso quiere decir que conforme nos llevemos mejor tendrás más poder?
—Asi es—. Stefan se sentó—. Hay algunos acompañantes que no tiene buena relación con sus amos y son más sencillos de matar y con ellos sus amos.
—Entonces ese 50 por ciento es algo bueno?—. Preguntó curiosamente Samantha—. ¿Tendrías que tener más o menos porcentaje?
—Normalmente, los acompañantes durante el ritual, sólo obtiene del 30 al 40 por ciento, el que tenga un 50 por ciento es algo muy bueno, significa que tenemos una buena relación.
—Bueno, tenemos que seguir peleando, para poder aguantar durante una pelea real.
Así siguieron peleándose por unas horas hasta que Stefan quedó completamente agotado y tirado en el suelo. Samantha lo levantó y se dirigieron de regreso a la civilización, llegaron a casa como si hubiera pasado mucho tiempo, a pesar de sólo haber pasado sólo unas horas.
—Tengo hambre—. Habló Samantha al entrar a casa—. Haré algo de comer, ¿quieres que haga algo para ti?
—No, pero gracias—. Stefan sacudió su cabeza—. Tengo ganas de darme una ducha y dormir.
—Bueno—. Samantha le dió un abrazo—. Haré dos emparedados.
Samantha prendió la radio y comenzó una canción de jazz que empezó a sonar, era jazz un poco rápido. Tomó un trozo de pan mientras juntaba mayonesa en el y seguía bailando, colocó un pedazo de carne y cerró el emparedado, luego repitió el mismo proceso e hizo otro.
—Hey—. Se encontraba Anne recargada en la puerta—.¿Tienes algo que hacer ahora?
—No, tengo hambre pero no haré nada—. Le dió un mordisco a el emparedado—. ¿Por qué?
—Habrá una fiesta cerca de aquí y es para conocer más gente en la ciudad y me gustaría que fueran para conocer a más personas—. Anne se jugó las manos mientras se explicaba—. Para que no sean desconocidos para los demás.
—¿Somos desconocidos para los demás?—. Preguntó Samantha con una ceja levantada—. No por querer andar de fiesta en fiesta significa que sea una desconocida.
—No—. Anne habló alto provocando la mirada rápida y desconcierta de Samantha que hizo que se ruborizara levemente—. No me refería a eso.
—Esta bien—. respondió Samantha—. Déjame terminar esto, me cambiaré las ropas y podremos irnos.
—¿Sólo nosotras dos?—. Preguntó Anne—. ¿Y los demás?
—Mis hermanos no sé en donde estén y Stefan está cansado y posiblemente dormido, así que sólo seremos tú y yo—. Samantha le guiñó a Anne—. Disfrútalo.
Anne subió a arreglarse pensando que tal vez sería una buena idea ir sola con Samantha, así que tenía una sonrisa en el rostro.
Samantha terminado su emparedado se subió a su habitación en donde estaba Stefan dormido en la cama y ella sólo se cambió, se cambió la camisa que traía puesta por una manga larga color mostaza y un pantalón de mezclilla con unas botas también mostaza.
Y bajó a a cocina en donde se encontraba Anne ya cambiada, con un abrigo de lana holgado y unos pantalones justos. Se veía muy bien, a opinión de Samantha, ella pensaría que si no conociera a Anne, su primer pensamiento sería que además de ser guapa, es como una modelo, tiene porte al caminar y siempre levanta la vista cuando camina.
—¿Nos vamos?—. Dijo Anne mirando que guapa estaba Samantha—. Yo conduciré.
—Vámonos—. Respondió Samantha.
Subieron las dos al carro y se dirigieron al lugar que estaba un tanto lejos, como a unos veinte minutos de la casa en donde actualmente se alojaban.
Mientras tanto, en un bar de la cuidad estaban hablando dos figuras que robaban la mayoría de las miradas dentro del lugar. Uno de ellos era joven, alto con ojos color café claros con un toque de verdes y el otro era un hombre adulto con ojos color café oscuro con un poco de canas.
—Entonces—. El hombre adulto comenzó a hablar—. Todos los materiales están reunidos.
—Asi es—. El joven respondió—. Pero ahora tenemos un inconveniente, uno de los objetivos está siendo cercano a una loba y un hechicero poderoso.
—¿Entonces que propone hacer?—. Preguntó el hombre adulto—. ¿Atacar ahora?
—Yo digo que esperemos y guardamos fuerzas para después atacar y matar.
Al fondo del bar se encontraba Tyler, Dylan y Dan tomando una botella de tequila Tranquilamente platicando sobre unos importadores de la librería para economizar los libros, cuando el celular de Tyler comenzó a sonar.