Evans

Capítulo 25

Estaban Samantha y Stefan sentados en una mesa dentro de la cafetería Royal desayunando huevos con agua de frutas, mientras ambos observaban a Jonathan tratando de ayudar a Margaret con la clientela.

 

—Hijo, ve con Samantha—. Margaret le indicó a Jonathan que se sentara en la mesa—. Tengo que hablar con Stefan.

—¿Conmigo? —. Preguntó confundido Stefan mientras se levantaba de la silla y se dirigía a la cocina en donde estaba Margaret —. ¿Qué ocurre?

—Acompáñame querido—. Margaret colocó su mano en la espalda de Stefan con gente amistoso—. Te quiero dar algo que considero necesario.

—¿Qué es? —. Preguntó Stefan con emoción—. ¿De qué se trata?

— Se trata de un artefacto que tenía desde hace mucho tiempo; intente que Jaime lo utilizara, pero no pudo siquiera usarlo—. Margaret vio a los ojos púrpura del joven—. Se que será perfecto para ti

 

Stefan siguió a Margaret hasta la parte trasera de la cafetería donde era un pequeño almacén en donde había café, un refrigerador y un baúl un poco alargado. Margaret sacó del baúl un palo de madera alargado , media por lo menos un metro y medio según la percepción de Stefan.

 

—Esto es Stefan—. La mujer le entregó el palo de madera a Stefan—. Es un bo de madera.

 

Stefan miró con más cercanía el bo de madera, tenía una pequeña gema color morada en el centro, estaba incrustada dentro de la madera por lo que no se podría notar desde lejos.

 

—Este bo—. Habló Margaret una vez que Stefan logró encontrar la gema color morada en el centro—. Tiene un espíritu dentro con el que tienes que hablar para ser uno con el bo.

—¿Uno con el bo? —. Stefan habló—. Tengo que hacer algún rito supongo.

—Tienes que colocar unas gotas de sangre directo en la gema color morada para poder hablar con el espíritu.

 

Stefan sin siquiera pensarlo mordió con fuerza su mano, haciéndola sangrar al instante y colocó su mano directamente en la gema, haciendo que la mente de Stefan se transportara a el bastón pero haciendo que su cuerpo quedara inerte, tumbado en el suelo.

 

Stefan se levantó en un suelo blanco con un fondo negro alrededor, Stefan se dedicó a explorar lo que era al parecer una plataforma, era una superficie circular, en el centro estaba incrustado el bo de Margaret.  Stefan se acercó a bo, que era lo único que estaba en el lugar, al tocarlo, se iluminó el bastón haciendo que Stefan bajara la vista para no dañarse por la luminosidad al tiempo que una voz retumbó.

 

—¡Quién es el que osa entrar para tomar mi poder! —. Una voz metálica recorrió el lugar—. Muéstrate extraño.

 

Stefan dio unos pocos pasos, debido a la luminosidad, no quería caer de la plataforma, era lo que menos buscaba hacer. De un momento a otro la luminosidad desapareció tal como apareció, dejando a un pequeño niño de unos diez años al menos, arriba del bastón que estaba en posición vertical, recargado en un pie .

 

—Así que extraño—. El niño se abrazó a sí mismo y se hizo bolita mientras seguía en posición arriba del bastón vertical—. ¿Qué pretendes aquí?

—Yo—. Stefan golpeó su pecho con la mano haciendo que en ese espacio sonará como un disparo—. Quiero usar el bo.

—Ya veo—. El niño saltó desde el bo y llegó hasta donde estaba Stefan de un solo salto—. Tendrás que ganártelo.

—¿Qué tengo que hacer? —. Stefan miró directamente a el niño.

—Bueno—. El niño tocó el brazo de Stefan con fuerza—. Tienes el brazo fuerte, punto conseguido.

 

El niño de una palmada hizo que el cuerpo de Stefan cayera arrodillado sin razón aparente, y el niño observó los ojos de Stefan.

 

—Morados—. El niño sonrió e hizo que Stefan regresará a estar parado—. Tienes otro punto, te falta el último, veremos si lo haces.

 

El niño movió el bo del centro y comenzó a hacer que la plataforma en donde estaban se comenzará a rotar e inclinar haciendo para Stefan su movilidad limitada. El pequeño niño comenzó a lanzar ataques a la dirección de Stefan, pero él los esquivaba pero no con tanta precisión como él hubiera querido.

 

El niño comenzó a lanzar ataques a más consecutivamente y rápidos, Stefan le trataba de igualar el ritmo, pero si el pequeño niño lo prolongada Stefan no aguantaría tanto. Por suerte de Stefan el pequeño dejó de lanzar ataques hacia él, pero la plataforma en donde estaban seguía moviéndose en forma circular y eso daba a entender a Stefan que posiblemente seguían más pruebas impuestas por el niño.

 

—Bueno—. El niño tocó con el bo dos veces la plataforma en donde estaban haciendo que se detuviera—. Has pasado mis pruebas, muy bien extraño, ¿Cuál es tu nombre?

—Soy Stefan—. Dijo Stefan resoplando y transpirando—. Mucho gusto.

— Yo soy el espíritu que cuida este bo—. El pequeño niño comenzó a hablar—. No se iba a dejar el bo a cualquiera, bueno ahora ya tienes este bo, como tal tienes la responsabilidad de cuidarlo y estará para ti siempre que lo necesites.

—Gracias—. Stefan seguía viendo hacia el suelo comenzaba a sentirse más pesado de lo usual—. Muchas gracias.

—Tendrás que decir con la mano extendida de esta forma—. El niño extendió su mano y la abrió—. Aparece, deberás decir para que él aparezca, y repites la misma acción para desaparecer el bo, pero deberás decir, Desaparece.

 

Stefan al sentir su cuerpo cada vez más pesado se sentó, en la plataforma, porque era demasiado peso para sus piernas.

 

—Entrenaremos cada noche aquí conmigo, para que en la mañana ya para que sepas como usarlo.

 

Stefan se levantó del piso de la cafetería Royal, sudado y respirando férreamente, observó la ventana del almacén en donde se encontraba y el sol se estaba ocultando, quería decir que ya habían pasado bastantes horas desde que invocó al bo. Stefan se dirigió a casa para ir a comer algo, ya que tanto como Jaime y Margaret estaban ocupados atendiendo clientes y no quería darles otra carga a ellos dos.




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