Evans

Capítulo 28

Samantha se recargó en la cabecera de la cama, para leer un libro, ya estaba anocheciendo, era su parte favorita del día, para poder leer un libro, con el sol ocultándose en el horizonte. En el mueble de su cuarto estaba profundamente dormido Jonathan, posiblemente estuviera en su quinto sueño, pero Samantha, disfrutaba esa serenidad y paz.

Los chicos estaban en la librería acomodando nuevo inventario que llegaba en la mañana, sus hermanos y Stefan seguían descargando, acomodando y registrando los libros. Ezequiel y Jaime estaban ayudando a Margaret con la cafetería, ya que llegó una expedición de estudiantes y la cafetería se llenó demasiado, Samantha también ayudó, cuidó a Jonathan al mismo tiempo. No sabía que cuidar a un niño fuera agotador, pero a la vez reconfortante y feliz.

Y finalmente esta Anne, esa castaña que le robaba el aliento y con una sonrisa que la hacía vibrar desde lo más profundo de su alma, algo que tenía mucho tiempo olvidado para ella. Si Samantha no se equivocaba, estaría en ese momento comprando algo para comer aquí en la casa, o seguía trabajando, ya que platicando, descubrió que tenía mucho trabajo retrasado por el inconveniente del laboratorio.

Su estómago comenzó a gruñir y sonar, lo que indicaba que tenía hambre, así que se prepararía algo sencillo, salió de la habitación de forma silenciosa para no despertar a Jonathan quien seguía profundamente dormido. Así que salió de la habitación para poder ir a comer algo sencillo, algún emparedado o alguna fruta, con cuidado de no azotar la puerta para no despertar a Jonathan quien seguía profundamente dormido.

Cuando llegó a la escalera, comenzó a oler algo delicioso, conforme se acercaba más a la cocina se encontró con Anne, quien le dio un beso de la nada.

 

—Hola—. Anne habló mientras seguía cocinando, manteniendo su vista en la estufa—. Pensé que estabas dormida.

—Estaba cuidando a Jonathan—. Samantha abrazó por atrás a Anne rodeando sus brazos por la cintura de Anne—. Te quería invitar a una cita.

—¿Una cita? —. La voz de Anne sonó más contenta de lo usual—. Perdón, me emocioné.

—Yo también estaría emocionada de salir con una persona tan guapa—. Anne le dio un pequeño golpe en el brazo haciendo que Samantha se riera—. No, es verdad, soy una persona muy guapa.

—No lo dudo—. Anne se volteó, recargando el cuerpo de Samantha en la isla central de la cocina—. Eres una mujer muy hermosa Samantha.

 

Samantha se sonrojó ferozmente, debido a las palabras, pero también en la posición en que se encontraban y la cara que tenía Anne en ese momento.

Samantha tomó el rostro de Anne y comenzó a besar sus labios de una manera lenta pero profunda, acción a la que Anne comenzó a juntar los dos cuerpos provocando una cercanía que carcomía a Samantha por su estómago. Ella decidió dar un paso arriesgado y comenzó a bajar sus labios por el cuello, haciendo que Anne suspirara cortadamente, se entretuvo por un momento, al darse cuenta de que era un punto débil de Anne.

 

—Hey, espera por favor—. Samantha subió un poco sus labios y Anne soltó un gemido.

—¡YA LLEGAMOS! —. Gritó Dan desde la entrada de la casa—. ¿Hola?

 

Samantha se espantó ante el grito de su hermano, escondiéndose al agacharse en la isla central, y no ser vista por su hermano.

 

—Hola chicos—. Habló Anne todavía sonrojada por el inesperado gemido que había soltado segundos atrás—. ¿Tienen hambre?

—Comimos en la cafetería Royal—. Tyler intervino antes de que Dan pudiera responder—. Gracias por la oferta.

—No se preocupen, en ese caso.

—¿No sabes en donde está mi hermana? —. Preguntó Dylan—. ¿Está en casa?

—Salió un momento al patio—. Anne dijo lo primero que se le vino a la mente.

—Claro—. Dylan dijo—. Nos iremos a bañar, hasta luego.

 

Subieron a toda velocidad los tres hermanos, y Samantha salió una vez que escuchó pasos hasta la última planta.

 

—Eso fue—. Anne tomó una pausa para respirar por qué no lo había hecho hasta que subieron los hermanos Evans—. Peligroso.

—Pero—. Samantha se levantó y le dio un beso muy corto en los labios—. Emocionante. Prepárate, te llevaré hoy a nuestra cita, ¿Esta bien?

—Claro, hay un nuevo bar del que oí a un amigo mío hablar, al que quiero ir  y contigo—. Anne le dijo.

—Perfecto—. Samantha le dijo—. Yo me iré a vestir, ponte guapa.

—Lo haré—. Anne subió corriendo las escaleras—. Me pondré atractiva para ti hoy.

 

—¡Siempre lo estás! —. Gritó Samantha para que la escuchara por las escaleras—. ¡No sólo hoy!

 

El teléfono de Samantha comenzó a vibrar por los múltiples mensajes que había, Samantha revisó el teléfono y eran del grupo de los hermanos Evans.

 

"¿Sam, andas con Anne?"—. Preguntó su hermano Tyler.

"¿Ya le dijiste a Ez?—. Preguntó su hermano Dylan.

"Ten cuidado con Ez, Sam" —. Respondió Dan.

"Estamos dándonos una oportunidad, chicos"—. Samantha respondió y al momento apagó su celular y subió a su habitación para vestirse.

 

Cuando abrió la puerta, se dio cuenta que Jonathan estaba despierto, leyendo un libro que estaba en la habitación.

 

—Hey—. Samantha habló al niño que estaba tapado con una manta—. ¿Tienes frío?

—Si, oye ¿qué es un piano? —. Le preguntó Jonathan mientras señalaba el libro con su dedo en uno de los párrafos—. Lo mencionan en el libro, pero no sé qué es.

—Es un instrumento musical que tiene cuerdas metálicas, dentro de una caja—. Comenzó a buscar una foto de un piano en el navegador de su celular—. Que se activan con teclas, mira.

—Yo había visto uno de estos en un aparador de una tienda—. Dijo Jonathan una vez que Samantha le mostró la foto de un piano—. Vi a un chico tocando uno, en una ocasión en una plaza, siempre quise aprender a tocar.




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