La hija de la vecina

Pasaron las semanas, y mi familia y yo ya estábamos instalados en el departamento, aún seguía sin encontrar trabajo, y las cosas en casa no mejoraban, habíamos arrastrado los problemas a esta nueva casa.

Aun así, había algo que me mantenía positivo, y es que cada día a las 7 pm, la hija de la vecina salía a pasear a sus perros, ella los llamaba por sus nombres, y mi corazón latía más rápido, de inmediato corría a la ventana para poder verla y contemplar lo linda que se veía.

Hasta el momento, solo sabía un puñado de cosas de ella; su dirección, el nombre de sus perros, a qué hora los sacaba a pasear, donde trabaja su papá y el nombre de su mamá.

Quería saber más de ella, pero pensé que no sería prudente hablarle, ya que se veía más chica que yo, en ese momento yo tenía 19.

Pero, al pensar en eso, recordé inmediatamente a Danya, mi novia, con la que próximamente tenía que terminar, ya que su destino estaba por llevársela bastante lejos, pero ella es otra historia

Un día, no recuerdo de dónde regresaba, venía manejando mi Vocho 1992 que mis padres me habían regalado en mi anterior cumpleaños, estaba a punto de pasar junto a la secundaria pública de la colonia, cuando a lo lejos vi un caminar que para mí ya era conocido; en ese momento, mi corazón latió más rápido, no podía creer que mis sospechas eran ciertas, ahí iba caminando la hija de la vecina vestía el uniforme escolar.

— Carajo, debe tener como 14 o 15 años, cualquier intento por acercarme se verá muy mal— pensé

Aun así, debía conocer su nombre, no era posible que ya habían pasado algunos meses y seguía sin saberlo, no podía seguir pensando en la chica más hermosa del mundo como "la hija de la vecina"
Tenía que pensar en algo para poder descubrir su nombre.

* * * *

Aún no recuerdo cómo es que comencé a hablarle a la vecina, pero después de un tiempo, podíamos pasar una hora hablando cada que nos encontrábamos, un día, una de esas pláticas nos llevó a recordar, que yo ya conocía a sus hijos:

— ¿De verdad no recuerdas a mis hijos?

— No, bueno, sabía que tenías un hijo, por que jugaba con mi primo, pero no recordaba que tuvieras una hija

— Sí, tengo al grande, y mi niña, "Evelyn"

Por fin sabía el nombre de esa hermosa chica, y combinaba con su belleza, por un momento había olvidado que una de mis primas, hija de mi tía Isabel se llamaba así.

— ¿Evelyn, Igual que mi prima?

—Sí, de hecho lo supe hasta después de un par de años que mi hija nació, que tu prima se llama igual

—Ah, ok, por un momento pensé que le habías copiado el nombre

—Jajaja, hay no, ese nombre me gusta desde la secundaria, tenía una compañera que se llama Perla Evelyn, y ese nombre siempre me gustó, y cuando tuve a mi hija, quería ponerle ese nombre, pero a mi esposo no le gustó el nombre de Perla, y solo le dejé Evelyn"

Esa fue una de muchas pláticas que tuve con la vecina.
Tiempo después mi mamá también platicaba con ella.

Un día, si no mal recuerdo, en una junta con algunos vecinos salieron Evelyn y su mamá, yo estaba con mi mamá en la junta de vecinos, la cual se tornó aburrida y me hice a un lado, para mi sorpresa, Evelyn se acercó a mí y comenzamos a platicar, para esto, ella ya iba en la preparatoria, esa charla duró apenas unos minutos, pero sirvió para conocerla un poco mejor, de hecho, conocí un nuevo dato de ella, su cumpleaños.

En ese momento, no sé con qué ojos la miraba, pero su mamá me vio, y enseguida fue por Evelyn:

— Hija ya vamos a comer

— ya me llaman a comer, cuídate

— gracias, también cuídate, que tengas una linda tarde— respondí.

Me sentía realizado, por fin había platicado con ella, sabía su nombre y su cumpleaños, y lo mejor de todo es que salió durante la plática, no tuve que preguntar, de verdad espero tener más momentos como estos con ella.

Para mi mala suerte, eso no volvió a pasar, así que decidí olvidarme de ella, seguir con mi vida normal, además estaba por entrar a la universidad y lo que menos necesitaba era la distracción de una chica, la relación con su mamá seguía igual, un par de veces a la semana platicábamos, pero ahora sí preguntaba por sus hijos, en especial por su hija.