Llevaba ya un año en la universidad, las cosas en casa ya caminaban de una manera increíble, volvíamos a ser una familia.
Evelyn ya estaba en el último año de la preparatoria, y tenía un novio, se notaba que a él yo no le agradaba, y como no, si cada que él llegaba a verla, yo salía a comprar a la tienda y saludaba a Evelyn y ella me respondía ese saludo.
Yo tenía a Lucia, una chica linda, iba en el mismo grupo que yo, pero creo que nos llevábamos mejor como amigos, creo que en ese momento me di cuenta que era mejor terminar con ella y solo ser amigos.
Se acercaba el tiempo de los exámenes de admisión para las universidades, cerca de casa habían dos, la politécnica donde yo estudiaba, y el tecnológico; y quería saber a qué universidad entraría Evelyn, la forma de saberlo, ya era costumbre, coincidiría con su mamá afuera de su edificio.
Para mi mala suerte, no conseguí la información necesaria, solo supe que ella estaba contemplando estudiar cerca de casa.
Imaginaba con tenerla en la misma universidad, poder verla más seguido, poder acercarme a ella en un lugar diferente al de siempre, poder hacerme su amigo y las demás cosas que soñaba despierto.
El tiempo pasó y llegó el momento en que ella entró a la universidad, su mamá me contó que se había decidido por el tecnológico, lo cual no me agradó, porque eso suponía que no pasaría lo que había imaginado, aun así continúe la plática para poder saber más de ella, le pregunté a su mamá acerca de la carrera que Evelyn había escogido, para mi sorpresa ella había decidido estudiar administración de empresas, lo mismo que yo; en ese momento, mi imaginación voló nuevamente, yo iba casi dos años adelantado y podría explicarle algún tema que a ella se le pudiera dificultar, ayudarle con alguna tarea, o por qué no, con el inglés, así que se me ocurrió algo
— me da mucho gusto que tu hija ya esté en la universidad, sabes, yo también estudió administración, dile a Evelyn que si algún tema se le dificulta, si necesita asesoría de contabilidad o de inglés, que me busque, con gusto puedo ayudarle— se me ocurrió decir
— muchas gracias Eder, le diré que cualquier duda que tenga te busque— contestó su mamá
Era la respuesta que yo esperaba, ya solo había que esperar, sabía que tarde o temprano ella tendría alguna duda y vendría a buscarme.
Y así fue, habían pasado unos meses desde esa plática con su mamá, yo estaba sentado en la sala con mi familia, viendo el partido de los halcones de Atlanta cuando de repente escuché que alguien grito mi nombre
— ¡Eder!
No hice caso
— ¡Eder!
Volví a ignorarlo, en eso mi mamá me dijo:
— Asómate a ver quién es
— mamá, aquí no le hablo a nadie, ¿quién podría ser?
— ¡pues sal a ver!
Salí para saber quién gritaba mi nombre, y ahí estaba por primera vez frente a mi puerta, mi corazón latió muy rápido, la chica más hermosa del mundo llamándome, pero esta vez mi imaginación no voló a ningún lado, y simplemente la saludé
— Hola Evelyn ¿cómo estás?
— Hola Eder muy bien, oye me da mucha pena, pero mi mamá me mandó a buscarte, me contó que le dijiste que si un día tenía problemas con contabilidad, te viniera a buscar y pedirte ayuda
— Si, no te preocupes, pasa, y terminamos con ese problema de contabilidad
— ¿Puede ser aquí afuera mejor? me da pena pasar
— De acuerdo, deja ir por mi carpeta y mi laptop, ahí tengo digitalizados mis libros
Entre a casa, con la sonrisa más grande y estúpida del mundo, mis papás preguntaron ¿Quién te habló? Les respondí "La hija de la vecina"
Afuera del edificio hay unas jardineras muy grandes y tienen bancas, ahí inicie preguntándole cuál era su problema y al cabo de 10 minutos, estaba solucionado, le pedí que hiciera un par de ejemplos más para ver qué tenía todo claro, y así fue, eran apenas las 5 de la tarde y ahí comenzó una plática de varias horas.
— Que edad tienes Eder?
— 24, apenas los cumplí en octubre ¿y tú?
— 19, aún estoy chiquita, por cierto, que se siente cumplir 20?
Nunca me habían hecho una pregunta cómo esa, era extraño, ¿se debía sentir algo al cumplir los 20?
No supe que contestar así que la plática siguió, ese día comenzamos a conocernos, saber nuestros gustos musicales, los cuales son casi iguales, nuestro color favorito, nuestro gusto por leer novelas románticas, nuestra comida favorita; incluso me contó uno de sus sueños.
— Tu laptop es genial, ¿Dónde la compraste?
— En un BestBuy de Chicago
— wow, qué genial, dime cómo es Chicago, ¿Es tan bonito como en las películas? Sabes uno de mis más grandes sueños es conocer Chicago, de hecho tengo toda una colección de películas que fueron grabadas en Chicago
— Pues aquí tengo las fotos de ese viaje, te las enseño para que veas que Chicago si es como en las películas
Mientras le mostraba las fotos, mi imaginación volvió a volar, al decirme qué ciudad soñaba conocer, mi imaginación sabía dónde sería nuestra luna de miel, de hecho sabía que tenía que ser un viaje sorpresa, no decirle a dónde iríamos hasta que en el aeropuerto llamarán a "Pasajeros del vuelo XXX con destino a Chicago"
— Wow si es muy bonito Chicago, de verdad espero conocerlo algún día, hace unos años teníamos planes de ir a ver a mi tío que vive ahí, pero no nos dieron la visa
— Sí, me encantó la ciudad, es tal cual aparece en las películas— le respondí
Aquella plática terminó 6 horas después, de no ser porque su mamá la llamó diciéndole que ya era media noche, nosotros pensábamos que apenas llevábamos un par de horas platicando.
Antes de que se metiera a su casa, le pedí su número, y me dio risa su respuesta, la verdad no entendí el por qué respondió de esa forma
— Pasa linda noche Evelyn
— Gracias, tu también
— Dame tu número de celular así podemos estar en contacto
— mmm, mejor te doy mi WhatsApp
Lo único que me quedo por hacer fue sonreír pues se me hizo graciosa su respuesta, después intercambiamos números y nos despedimos y cada quien entró a su casa.