En la mesa del comedor, que por cierto era enorme, y se compartía con todas las brujas encargadas de organizar el evento, estaba sentada Katy, usaba un vestido de flores en tonos que iban del rosado al rojo, sin pasar por el naranja, guardaba un lugar para Evie, y al verla llegar acompañada, se recorrió un poco, y las tres lograron entrar cómodamente, el comedor estaba medianamente vacío, y ya eran más de las dos.
—¿Esperan a todas las brujas para iniciar? —Preguntó Evie.
—¿Iniciar qué? —Cristine estaba estaba extrañada ante la pregunta.
—Ya sabes, la información.
Katy se carcajeó, ten ruidosamente que la mesa se le volteó a ver.
—Evie, la recepción con una comida es eso, una comida, y precisamente por ello, no es obligatoria, no tendremos “instrucciones”. —Katy le respondió, con la mayor amabilidad que le fue posible.
—¿Entonces que esperamos para iniciar a comer? —Evie tenía hambre, quizás era lo nerviosa que estaba.
—Que nos presentes, claro está, te faltan muchos modales, Evie. —Cristine levantó una ceja, Evie se sonrojó.
—Oh, cierto, persona, Cristine, te presento a Katy, Katy, te presento a Cristine Henderson.
Cristine le estrechó la mano.
—¿Sólo Katy? ¿Es todo? ¿Y el apellido?
Katy hizo una mueca, ante la pregunta.
—Mis padres fueron asesinados, cuando yo era apenas una bebé, fui recogida por servicios infantiles, hace tres años cuando di mis primeras demostraciones de magia, el consejo me encontró, me llevaron a un castillo, me pusieron una profesora, y pagaron mi ropa, ahora me encuentro aquí, espero que alguien me reclame, me reconozca, no lo sé, también temo que el resto de mi familia haya fallecido, pero trato de mantenerme positiva, así que por ahora, soy sólo Katy, que lo he escogido yo, y me parece muy bonito.
Cristine se quedó en silencio.
—Sólo Katy, entonces. —Evie le sonrió.
La mesa, no tenía alimentos, pero sí una carta, Cristine pidió lasaña acompañada de una taza de café, Katy una hamburguesa con doble queso y una copa de vino tinto, Evie pidió pasta alfredo con camarones, y un refresco de fresa.
Una vez que se retiró la mesera, Evie estaba extrañada.
—¿Una taza de café, de verdad?
Cristine se encogió de hombros.
—Suelo tomarla todos los días durante la comida, el café es muy bueno.
Evie bufó, pero nada más.
—Saben, la comida de hecho es lo único que no es preparado por brujas. —Katy se quedó observando a la mesera, que se alejaba.
—¿Y sabes por quién es preparada entonces? Hasta donde sé, sólo las brujas pueden ingresar al castillo. —Evie volvió su atención a Katy.
—La verdad es que no lo sé, me temo que nunca dejan a nadie entrar a la cocina, ni a las meseras, es algo curioso, y también te equivocas con que sólo nosotras podemos entrar al castillo ¿Dónde crees que duermen los vampiros? ¿En los árboles?
—¿Los vampiros pueden ingresar al castillo? —Cristine abrió la boca en sorpresa.
—No al castillo principal, hasta donde sé tienen una extensión de él, un pequeño castillo con dormitorios y sala común, me gustaría visitarlo, pero me temo que no confío mucho en esos seres. —Katy negó con la cabeza. —Hace dos torneos, una chica salió del perímetro protegido por el salón del baile, y no regresó, no se supo nada más de ella, ni se sabe hasta el día de hoy, a pesar de que la buscaron, e interrogaron a todo mundo, su familia fue atacada un poco después, y ninguno de ellos sobrevivió, así que no quedó nadie para reclamar justicia, o para buscarla.
—¿Cómo sabes eso? —Cristine se acomodó en la mesa, su comida había llegado.
—Mi profesora era una mujer culta, y además temía mucho por mí, si algo me pasara, nadie iría a reclamarme, supongo que vio prudente hablarme sobre eso, era un tema que le costaba mucho, la chica era amiga suya, y costó mucho tiempo para que me lo contara todo, con lujo de detalles.
—¿Y tienes miedo? —Preguntó Evie, mientras recibía su comida.
—No, no logro entender porque no lo tengo, es decir, soy una bruja oscura, poco poderosa, no hay mucho con lo que pueda defenderme, pero por alguna razón, no consigo tener miedo.
La comida de Katy llegó, justamente después de la de Evie, se encogió de hombros, y comenzó a comer.
Cristine nunca hablaba mientras comía, mientras que Katy, se encontraba especialmente conversadora.
—¿Con quien irán al baile? No me gustaría ir sola, ya sabes. —Katy hablaba con la boca llena.
—Puedes ir con nosotras, aunque la verdad es que no lo había pensado ¿Cuándo es? —Evie preguntó intrigada.
—Mi cronograma de actividades aun no ha llegado, pero supongo que mañana nos mostrarán el castillo, quizás sea en unos dos o tres días, el baile no puede separarse mucho del día de llegada.
Editado: 07.08.2021