Evie Grehnne. Introducción a la magia.

La majestuosa Evie Grehnne

Su abuela estaba de pie delante de la cama, con la sonrisa más grande que había visto en años, su madre, sentada a su lado, también sonreía.

En la habitación, estaba Cristine, con madre y abuela, la tía Petnie, Alice Grehnne, Roberta Stevens, y Katy.

—Es una puta mierda ¿Sabes?—Dijo Katy, que lucía completamente diferente.

—¿El qué?

—La vestimenta.

—¿Qué vestimenta?

—La mía, no puedo portar nada de otro color, me está matando, yo amo el rojo, Evie.

—¿Qué dices?

—Que ahora no vas a vestir nada que no sea verde, y es odioso, y tu cabello, pobre Evie.

Ella se incorporó, confundida.

Fue su madre quien habló esta vez.

—Creemos que eres la próxima de las grandes brujas en ascender.

—¿Por qué creen eso?

—Oseaaaa, porque venciste un encantamiento de Leonor Crewthon.—Respondió Cristine.

—El torneo sigue, pero las Crewthon convocaron a una reunión del consejo, no sabemos como vaya a terminar.

—Creemos que pretenderán decir que fue un malentendido, pero tu cabello, y tu ropa están tornándose verdes, y creo que no hay mucho que puedan hacer contra eso.—Dijo Jannie Grehnne.

—Salvo descalificarla.—Contestó Leonor.

—Estarían poniendose en contra de toda la magia mundial.—Dijo ahora Emma Henderson.

—¿De verdad de toda? Creo que no conoces a Leonor, es poderosa, no sólo en magia, es influyente, hija. Además, Evie no pudo terminar.

—Aun no sabemos que va a pasar, pero por ahora, me enfrentaré a Lucy, por el segundo lugar, tras de ti.—Cristine hizo una pausa.—No estás contemplada para la siguiente fase del torneo, y ya inició.

—¡¿Cuánto dormí?!—Evie se sobresaltó.

—Dia y medio, mas o menos, pero es normal, te enfrentaste a la bruja más poderosa que hay.—Grace Grehnne la abrazó.

—La bruja más poderosa hasta ahora.—Dijo Jannie.—Creo que tendrás que retar a la ganadora del torneo, que no dudo que sea Lucy, y no precisamente de forma legal, si conozco a Leonor como la conozco, apelará a su única forma de conservar el poder, su nieta. La dejará vencerla, y tampoco van a jugar limpio con Cristine. Una vez que Lucy le gane, tomará su lugar en el consejo, nadie va a discutir, porque es de tu misma generación.

—¿Y el pelo, la ropa?¿Cómo van a pelear contra eso abuela?

—Te van a acusar de mentirosa, no ha existido una bruja Woorfe que ascienda en décadas.—Respondió Katy.—Como también me van a acusar a mi.

—¿Entonces? ¿Qué es lo que vamos a hacer?

—Esperar.—Respondió Roberta.

El consejo se había reunido dos veces ese día, tras los recesos entre los tiempos del torneo, la familia de Evie se la había pasado junta, por cualquier situación a la que tuvieran que enfrentarse, lo mismo con la de Cristine, que se mantenía cerca.

Roberta Stevens había vuelto a su casa, con Katy, que ahora tenía ya el cabello completamente negro, brillante, y la ropa casi convertida por completo.

El traje amarillo de Evie, comenzaba a tener motes en verde, pero tras saber que no iba a competir, decidió quitárselo.

La familia de Evie volvió al torneo, el veredicto sobre Evie no era más que una simple distracción, ella no iba a poder competir por un lugar en el consejo, todos lo sabían, pero se preguntaban cómo iba a deshacerse Roberta de la bruja que había vencido su magia.

El enfrentamiento estelar fue el de Cristine con Lucy, cuando Jannie Grehnne lo pronosticó todo mundo la tachó de loca, pero ahí estaban ambas brujas, frente a frente, preparadas para dar lo mejor de sí.

Lucy sudaba, se había enfrentado a dos brujas antes que Cristine, las había vencido sin problema, era talentosa, pero tenía miedo. Cristine por su parte estaba por entrar a su quinto combate del día, estaba cansada, aburrida, con la adrenalina corriendo en sus sistema, pero demasiado intranquila para representar peligro para Lucy, al menos de eso se había asegurado Leonor y Susie.

Antes del último enfrentamiento, Leonor caminó hacia el centro del estadio, las brujas se quedaron en silencio expectantes.

—Sé que han esperado con paciencia nuestro veredicto sobre la señorita Evie Grehnne. Hace falta muy poco para que la próxima generación de brujas comience a luchar por su lugar en el consejo, por lo que nuestra administración tiene que resolver los viejos problemas, para que el nuevo consejo encuentre el camino despejado para poder actuar y apoyar a la brujería mundial. Lo ocurrido el día de ayer consternó a todas las integrantes del consejo, en especial a mi. Tengo miedo de que se piense que está administración es deficiente y se comiencen a hacer separaciones entre las hermanas brujas. Tengo más miedo todavía que futuramente me encuentre con mujeres que por el simple echo de nacer en una cuna noble crean que pueden ocupar un lugar que no les corresponde. Hace más de un siglo que una Grehnne no vence a una Crewthon, y la chica Evie no había mostrado signo alguno de alguna magia sobresaliente. El consejo del cual soy orgullosa presidenta, ha decidido por unanimidad, que la señorita Evie Grehnne incluyendo su descendencia a apartir de ella sean exiliadas de nuestro cobijo y protección. Sin nada más que agregar, espero que puedan seguir disfrutando del torneo.

El público se quedó en silencio. Cristine no caminó al campo de batalla, se había quedado inmóvil.

—Creo que subestimaste a tu enemigo, Leonor.—Jannie Grehnne se había puesto de pie, y hablaba con frialdad. —De echo, creo que te elaboraste un enemigo sin tenerlo, porque soy tu hermana, Leonor, no tu competencia. Y aunque he deseado que esto que inició siendo un problema de nuestras familias antiguas acabe con mi nieta, creo que no he dimensionado lo difícil que iba a ser que te sometieras. No soy una mujer en mis 20's como lo era hace tantos años, como lo es mi nieta ahora. Ni soy tan temerosa como lo fue mi abuela cuando la tuya me arrebató lo que me pertenecía por derecho. Lo hemos visto Leonor, lo hemos visto todas. Es humano perder, y has perdido. Y tristemente mi nieta no tendrá forma en este mundo de volver a competir por el consejo, a menos que yo no tome el asunto en mis manos, como debí tomarlo hace tantos años. Tuve miedo. Tuve tanto miedo. Sin embargo, aunque tu abuela era una mujer de temer, yo le tenía respeto, era astuta, suspicaz, extraordinaria y poderosa. Tu madre, sin embargo, no era la mitad de lo que fue ella, y tú, con certeza puedo decir, no eres ni la mitad de tu madre. Yo soy vieja, Leonor, tú también lo eres. Y el problema de viejas se resuelve entre viejas. Y mi discurso que viene a ser tan extenso y tan cierto, no tiene otro objeto que exigir un cambio de administración, porque la que tenemos ahora está podrida, así que yo, Jannie Grehnne, protesto en contra de tu administración, y te reto a un duelo mágico por la dirección del consejo, tomando en cuenta todo lo que conlleva, y aceptando que de perder mi destino es la muerte, y el exilio de quienes me apoyen y mi descendencia. Y estoy tan segura de que voy a vencerte, que juro por lo más sagrado que tengo que es mi familia, que me quitaré la vida con mis propias manos si no lo logro.



#18195 en Fantasía
#2329 en Paranormal
#734 en Mística

En el texto hay: brujas, magia, hadas

Editado: 07.08.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.