Evolución

Impresionante!

Al amanecer sentí sus manos buscándome.

—¿Qué haces?

—Si voy a morir hoy al menos quiero tener sexo antes.

—Estás loco. —Comencé a reír y acepté su oferta, ciertamente podíamos no contarlo—.  Sabías que te amo.

—Yo te amo más. Vamos, de pie que debemos ducharnos y prepararnos.

—¡Si señor!

Me cargo hasta el baño entre risas por mis gritos de que me dejará. Luego de la ducha fuimos a desayunar y de ahí al centro de control a verificar y saber cómo serían las cosas.

—Buenos días, muchachos.

—Buenos días, señor Kim.

—Buenos días, tío.

—¿Lee cómo te sientes?

—Todo bajo control tío.

—Bien, me alegra. La buena noticia es que las ballenas siguen ahí, no hay rastro del tiburón.

—Como dije la naturaleza quiere salvarnos.

Entro Roy a la sala junto con los demás del grupo.

—Pero serás…

Sostuve a Anjil y le moví la cabeza en forma negativa. – En parte tenía razón, la naturaleza nos ayudaba o al menos nos daba huecos por donde colarnos en sus ataques.

—Pasemos a lo que vinimos, ya están listos.

—¡Si señor!

Dijimos todos a la vez.

—Vamos allá entonces.

Comenzamos a movernos detrás de él hasta llegar al muelle donde estaba el bote esperándonos para llegar al cayo de tierra donde paraba el submarino esperando escondido. No sé los demás, pero me sentía tranquila hasta que mi piel se erizó. Nos preparábamos para hacer el cambio hacia el submarino cuando uno de los equipos que llevábamos dejo de funcionar. Dael y Lee entraron a arreglarlo, por suerte, pues al momento alguien grito:

 —¡Aleta!!!

Daba la casualidad de que habíamos movido el techo del barco para usar la grúa y cargar algo que el submarino subió de la excavación. Claramente, el animal tenía vista de las personas de adentro. Venía directo a colisionar el barco y todos miraban el espectáculo, embelesados, por lo que grité.

—¡¡¡Aléjense de esa orilla, todos bajen al cayo!!!

Las personas reaccionaron y comenzaron a correr, Anjil me miró y hablo.

—No pasa nada Ale, todo está bien.

Justo en ese momento el tiburón salto en el aire, levantándose levemente sobre el agua, algo lo había golpeado. Mis ojos se agrandaron al ver que dos ballenas arremetían contra él por un costado y otras lo esperaban a que cayera para volver a golpearlo. Vimos la persecución de aletas y una y otra vez el tiburón fue lanzado. Minutos después la ballena que salió por las cámaras de la base se acercó al barco y transmitió sonidos. Fue claro, hasta yo entendí qué quería decirnos, estábamos fuera de peligro.

—¿Alguien grabó esto?

—Tranquila Alexa está grabado.

En eso aparecieron los chicos corriendo porque escucharon el escándalo.

—¡¿Qué sucedió?!
—No lo creerías si te lo cuento Lee. ¿Pudieron terminar de reparar el equipo?
—Si ya está.
—Eso es excelente Dael. 
—Deberíamos aprovechar y subir al submarino muchachos, ya está todo allí.

Seguimos el mandato del señor Kim, de los doce hombres solo ocho nos trasladamos al submarino que era de tamaño medio. En este empezamos a ponernos los trajes y cargar con nuestros equipos para poder entrar en la burbuja. Cuando llegamos, comenzamos a descender el espacio que nos faltaba de puerta a puerta, en eso vimos dos Gillenas custodiándonos, Anjil se viró hacia ellas mientras los demás seguíamos camino.

Ya en la entrada de la burbuja la esperamos para comenzar a pasar la parte de seguridad, donde se hacen chequeos de salud, además, para asegurar que los buzos están fuera de peligro. Luego de quitarnos los equipos y secar automáticamente los trajes de buceos y nuestras mochilas en la cámara seca, avanzamos hacia una de las salas.

Todo era hermoso, mil veces más que las fotos, era maravilloso, pero a la vez peligroso. Estas estructuras habían estado demasiado tiempo bajo el agua y el hecho de haberlas traído de vuelta a un ambiente rico en oxígeno de nuevo podría deteriorarlas y así hasta acelerar el proceso de derrumbe.

—Señor Kim, no es este lugar demasiado peligroso.

—Alexa no debes preocuparte, está asegurada la zona, ya que creamos una espuma capaz de proteger la estructura. Pongámoslo de esta manera, es como un espray fijador de cabello o un barniz.

—Está hablando de cosas del mundo viejo.

—Hay cosas que nunca dejan de usarse querida. Además, contamos con la suerte de que esta zona no cuenta con fuertes corrientes marítimas.

—Gracias a eso no hay sismos constantes que sean muy peligrosos.

—Exacto Anjil, por lo que no afecta grandemente a estas hermosas estructuras.

—Profesor Kim qué bueno que llegó. Hemos encontrado algo.

—Hola, Andrés, estos son los chicos del segundo equipo.




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