«Tyra»
Camino entre la gente buscando algo que se me haga sospechoso, algún hombre o mujer con esa mirada que sabes que trama algo y no es bueno, pero al contrario de lo que espero solo encuentro personas perdidas, jalando sus pesadas maletas y buscando su terminal correcta, nada que me pueda llamar la atención, lamentaría mucho haberme separado de Altair solo por una corazonada mal fundamentada. Sigo caminando hasta que veo un par de ojos azules viéndome fijamente, un hombre alto con una mohicana rubia que cae hacia atrás de su cabeza me ve con una sonrisa enmarcada por una espesa barba de candado, tiene una manzana en la mano la cuál muerde distorsionando su sonrisa. Pareciera que esperaba que lo viera ya que en cuanto nuestras miradas se topan el camina sin preocupación alguna hacia un pasillo que lo lleva a unas bodegas. Camino detrás de él, esquivando a la gente, intentando no tirar a nadie. El hombre pasa las puertas de seguridad sin que nadie lo detenga y yo voy detrás de él sin importarme si me ven o no. Justo al traspasar la última puerta llegamos a dónde las maletas son colocadas en una banda para salir y que sus dueños las encuentren; busco en todos lados y no soy capaz de ver al hombre rubio de ojos celestes, reviso las escaleras y cada esquina del lugar, pero no hay nada hasta que de pronto un hombre corpulento me abraza por la espalda y me levanta haciendo que mis pies no toquen el suelo; pataleo y trato de zafarme, pero es imposible, la fuerza que tiene el hombre es impresionante.
—Tyra, Tyra… ¿Cómo es posible que te metas en tantos problemas?— de nuevo sale de entre las sombras el hombre al que buscaba, camina con paso lento y seguro hasta mí, mostrando esa sonrisa de sin vergüenza.
—Ragnar… ¿Qué haces aquí?
Ragnar fue uno de los guerreros vikingos con los que combatí, su fiereza y su habilidad con el hacha lo hizo sobre saliente y se volvió admirable ante los ojos que veían sus proezas, tuvo la suerte de despertar de la muerte como yo, una y otra vez, volviéndose un guerrero invencible al que frecuentaba año tras año.
—Te buscaba a ti, tu cabeza tiene precio ¿Sabes? Una híbrida de nombre Ágata ha hecho la convocatoria. Va a regalar una dotación de energía sustanciosa a quien te entregué viva o muerta, en el trato también está tu nueva amiga, creo que se llama Altair ¿No? Claro, si las llevo vivas la recompensa será mayor— me guiña un ojo y saca de su bolsillo una navaja aparentemente bien afilada. —¿Tu qué opinas? ¿Viva o muerta?
En cuanto acerca su navaja hacia mí la pateo arrebatándosela de la mano, lanzo un cabezazo hacia atrás y siento como la nariz de mi opresor cruje con el golpe. De inmediato me suelta y caigo al piso, no pierdo tiempo y me abalanzo contra Ragnar sin pensarlo, lo tiro sobre la banda que lleva las maletas y caigo encima de él aún recargada en su tórax; descarga sus puños en mi espalda haciéndome arquear del dolor, me toma de la cabeza y me acierta un cabezazo que me deja viendo estrellitas. Caigo hacia atrás y mientras trato de enfocar, él de un brinco se levanta, cuando lo tengo cerca enredo mis piernas en sus tobillos y giro la cadera para que caiga; me levanto a tropezones y busco golpearlo de nuevo, pero el gigante que me atrapó al principio se involucra y me toma por la muñeca alejándome de su amo. Sigo la inercia de su jalón y con la mano libre le atino un golpe en la mejilla que lo hace trastabillar, logro soltarme de su agarre, tomo una de las maletas y se la arrojo, este de un solo golpe la abre y caen al suelo ropa y accesorios.
—Sigues peleando como animal salvaje jajajajaja— ríe Ragnar de forma estrepitosa aún en el suelo, volteo hacia él y trato de aplastarle la cara con la suela de mi zapato, pero gira esquivándome y vuelvo a intentarlo un par de veces más, hasta que de nuevo su amigo el grandote me toma por los hombros y me aleja de el.
Giro hacia un lado y encajo mi codo en las costillas del gigante, este se tuerce de dolor, aprovecho y levanto un poco más el codo y atino el golpe en su cara antes de girar totalmente hacía él y de una patada lanzarlo para atrás. Cuando volteo a buscar a Ragnar este ya está de pie y a escasa distancia de mí, me toma por el cuello, yo dejo caer mi brazo sobre su codo haciendo que doble su articulación y me libere, pero después de eso me asesta un puñetazo en la cara que me manda al suelo.
—Ups, lo siento… ¿Estás bien?— Ragnar se acerca a mí con curiosidad mientras yo cubro mi rostro golpeado con las manos y me lamento en el suelo. Cuando soy capaz de voltear a verlo alguien lo toma por el cuello y azota su cabeza contra la pared para después arrojarlo al piso.
Me quedo sorprendida ya que el rostro de Ragnar termina empapado en sangre; cuando veo a mi salvador es Tony quien parece bastante molesto ¿Qué hace aquí? Se acerca a Ragnar de nuevo y lo toma por los hombros obligándolo a voltear hacia él, lo toma por el cuello y lo empieza a levantar lentamente mientras que Ragnar lucha por intentar respirar.
—¡Tony! ¡Espera! ¡No lo hagas!— levanto una mano hacía él y noto su mirada confundida y molesta, claramente detenerse no es una opción que le agrade. —Suéltalo por favor.
—¿Qué? Intento matarte— me dice como si lo lógico fuera matar a Ragnar, y lo seria si en verdad hubiera querido matarme.
—Ragnar no me quería matar, así nos llevamos, él es mi hermano— Tony se asombra, puedo ver cómo se desencaja su mandíbula y regresa su mirada hacía Ragnar quien levanta la mano y lo saluda agitándola en el aire.
Editado: 04.10.2020