A la mañana siguiente comenzaron las rutinas típicas de un trabajo de campo. Levantarse tan temprano antes que se pueda ver el amanecer, preparar el equipo, desayunar en el camino, desmontar el equipo etc. Al llegar al lugar nos recibió un hombre muy viejo algo encorvado
– Hola Jones, al fin llegar
– Lamento el retraso, alguien no esta acostumbrado a este tipo de trabajos – Kilt le protesta
– ¡Oye es mi primera vez asiendo esto viejo! – Jones le responde con una media sonrisa
– Lo que digas niño
– ¡oh! Tu debes ser el nuevo – dijo el hombre viejo – Jones nos dijo que nos conseguiría unas manos extras. Mi nombre es Patrick ¿Cómo te llamas muchacho? – Pregunto a Kilt
– Kilt Rantyr – Murmuró
– Muy bien Kilt Rantyr, bienvenido al grupo – En eso Kilt se dirige a Jone y pregunta
– Por cierto viejo ¿cuantas tareas aremos?
– ¿Tareas? Son de los cultivos del reino Cildher hablamos de Manzanas
(Dato: una tarea equivale a 628 metros cuadrados mientras que una manzana equivale a 7,000 metros cuadrados aproximadamente)
– ¿¡Que!? ¿¡Solo nosotros tres!? – Jones le da un golpe en la cabeza y dice.
– ¿Que acaso eres estúpido niño? Somos más de sesenta hombres – Jones sube a una pequeña montaña – ¿Que haces hay parado niño? ven acá – Kilt sube hasta llegar donde Jones – Así es como comenzamos nuestro día
La vista era espectacular. El sol hacia su aparición. Las personas se preparaban y las aves cantaban.
– ¿Que esperas niño? ¡Vamos a trabajar!
A veces no entendía el comportamiento de Jones. siempre me hice esa pregunta ¿Quien eres?
La mitad del día había acabado el sol se posicionaba sobré nosotros. Los bueyes descansaban después de arar la tierra. Mi cara estaba roja. El sudor bajaba por mi mejía. Tenia hambre pero me aguante no quería que pensaran que era un debilucho.
– Oye niños ya es hora de almorzar – Dijo Jones del otro costado. Salí disparado hacia donde el. Nos dirigimos bajo un árbol grande, un pequeño grupo se encontraba descabezando. Jones saco una pequeña olla y adentro de ella había sopa de frijoles. Nos servimos partes iguales.
– ¿Como te sientes niños? – pregunto Jones
– Me encuentro bien viejo – dijo presumiendo.
– Jajaja no te desmayes por el calor niño – su cara era de superioridad hacia Kilt.
– ¡Eso debería decírtelo a ti viejo!
El día termino y apenas podía moverme. Entramos a la casa, me dirigí hacia el cuarto y Me tumbe en la cama. Me dolía todo el cuerpo, me sentía del asco y recordé algo que me dejo con ganas de que me tragara la tierra.
– ¡Kilt te toca hacer la cena! – Grito Jones.
– ¡Maldita sea! – baje las escaleras hacia la cocina y la prepare, me bañe y cene luego a dormir. La rutina se repetido tantas veces que creí que moriría y tenia que hacerlo todos los días, sin mencionar los regaños de Jones.
– ¡Kilt! ¿¡que ases descansando!? ¡ponte a trabajar!
– ¡Kilt la mochila no esta! ¿¡olvidaste empacarla!?
– ¡Kilt no te quites el sombrero!
– ¡Kilt donde esta el almuerzo!
– ¡Kilt Levántate ya!
– ¡Kilt!, ¡Kilt!
Pero un día algo cambio. Abrí los ojos, me levante de la cama, no sentía dolor de hecho me sentía bastante bien. Jones no se levantaba aun, decidí empacar antes del tiempo y me dirigí hacia fuera a esperar.
– ¿Que haces afuera a estas horas niño? – Pregunto Jones
– Al fin te levantas viejo, ya prepare todo.
Ese día Jones no me regaño, era la primera vez que pasaba. Luego esos días tan agotadores pasaron a ser días comunes, Mes tras Mes durante casi un año. Me hice amigo de casi todos. Comencé a divertirme en ese lugar me agradaba ya era uno de ellos. Hasta que un día Jones dijo.
– Niño ¿quieres ir a la escuela? – sus palabras dejaron sorprendió.
– No, no claro que no viejo por mi estoy bien no te preocupes – dije rechazando su oferta.
– Escucharme no tienes que pasar toda tu vida en este lugar tengo el dinero necesario para que puedas tener una buena educación.
– Esta bien viejo no es necesario pase toda mi vida sin asistir a una, así que no la necesito – Kilt Sonrió en grande.
– De acuerdo niño si cambias de opinión no dudes en decírmelo ¿de acuerdo? – dijo mientras se posicionaba la mano en la nuca. – y otra cosas Mañana tendremos el día libre y en pensado en comprar algo de ropa y no se si quisieras ir también
– de acuerdo viejo – dije mientras levantaba el pulgar
– Sabes creo que también puedes aprovechar la ocasión para tener un amigo jajaja – El sentido del humor de Jones regreso era algo molesto pero me alegro.
– ¡Maldito viejo!
– ¡Jajaja tal vez consigas novia!
– ¡Eso debería decirte a ti!
Al día siguiente partimos temprano al reino Cildher el transcurso del viaje fue normal. El frío de las montañas nos rodeaba y junto a la entrada malos recuerdos venían a mi mente. Visitamos a los amigos de Jones. Fue súper aburrido y todavía faltaban dos mas, ya estaba harto. El me dirigió la palabra mientras avanzábamos en la carreta.
– Oye niño tengo que ir a un lugar y ocuparme de algo, así que toma – Me entrego una bolsa algo pesada
– ¿Por qué me das esto viejo?
– Para que lo gastes, yo que se ocúpalo como quieras, cómprate algo. Pero regresa a este lugar antes que anochezca ¿entiendes?
– si lo que digas viejo – Jones se despide de Kilt y se pone en marcha – Bueno ¿que are con esto? Supongo que comprare un aperitivo – deambuló por todos los puestos de comida cerca de la capital y se topa con una librería – ¡Wau! tienen tantos libros aquí – decide aventurarse en la librería desconocida – hace mucho tiempo que no entro a un lugar así, hay de todo ¡NO! ¡Esta el volumen dos de los clanes elementales! – En ese momento la señora que supervisaba la librería regaño a Kilt y le dijo que guardase silencio. Kilt se disculpo tomo el libro y hizo su primera compra. Su cara de satisfacción era muy enorme tenia tantas ganas de leerlo pero el lugar estaba plagado de personas decidió ir a un lugar con menos personas pero no encontró ningún sitio entonces decidió salir de la capital hacia unas montañas no habitadas – al fin podre leer en paz – se coloco debajo de el único árbol al lado de un risco – Que hermosa vista puedo ver toda la capital – el césped tocaba delicadamente su mano, la sombra del árbol era tan fresca y el cielo se encontraba despejado – ¡Es perfecto! – Kilt empezó a leer