En la mañana siguiente
– Oye Kilt despierta, ya es hora, tengo que preparar la tienda – Dijo la señorita Margaret
Con mucho sueño y un bostezo me puse de pie respondiendo.
– Buenos días señorita Margaret – observe por la ventanilla. No había avistamientos del amanecer – ¿No cree que es muy temprano para preparar la tienda?
– Cielos chico, me tome las molestias de conseguirte un trabajo
– ¡Enserio hizo eso por mi señorita Margaret! – Exprese alegremente.
– Es de una panadería de por aquí cerca, su nombre es Bollo dulce. Así que tomarlo un bono – Salte a ella con mis brazos abiertos agradeciéndole sinceramente – Ya niño no me lo agradezcas tanto – Aparto sus brazos – Como sea debes ir cuanto antes, entiendes – apunto con su dedo en forma de regaño.
Salí de la tienda agradecido por todo lo que había hecho por mi. Me despedí de ella. Corriendo por las calles de piedra plana iluminadas por los faroles en dirección a una vieja panadería. Adornada con hermosas rosas y un letrero tallado a mana “Bollo Dulce”. Justo en la entrada se encontraba un hombre de altura promedio con barba gris. Símbolo de su edad.
– EH, disculpe señor vengo por un trabajo departe de la señorita Margaret Florens
– Así que tu eres el niño – abre la puerta – Entra niño – Camino hacia un perchero en la pared con delantales .Toma uno y lo lanza hacia mi – Ponte esto, es el mas pequeño que tengo – Me puse el delantal – Bueno niño antes de que comencemos me presentó, mi nombre es Alan Varod, tengo 52 años, vivo felizmente casado y me gusta el dinero – Dijo riendo orgullosamente.
– ¡Todo iba bien hasta eso ultimo!. Como sea mi nombre es Kilt Rantyr, tengo 13 años, vivo actualmente con un demente que me abandonó por una semana y necesito dinero para no dormir otra vez en la calle – Postra su mano en mi hombro y dice.
– Tranquilo Kilt aquí hay dinero, siempre y cuando trabajes apropiadamente – Saca su pulgar acompañado con una sonrisa radiante.
– De acuerdo… - incómodamente
– Puedes comenzar con traer la harina, se encuentra en la bodega trasera. Sigue recto por el pacillo, última puerta.
– Creo que esta es la bodega – Habría la puerta, camine hacia unos sacos de harina, tome un saco y lo puse sobre mi espalda, pero debido a un mal movimiento el saco se rompió. Toda mi parte tracería cubierta de harina y si no fuera peor, el señor Alan entro a la bodega en ese preciso momento e inmediatamente comenzó a burlarse de mi. Después de reirse de mi por un buen tiempo comenzamos amasar la harina con la levadura. no lo hacia tan mal pero el señor Alan hacia notar su experiencia. Yo por otro lado era mas un espectador que un ayudante.
En horno listo – La mayoría del trabajo fue realizado por el señor Alan, aunque admito que me divertí incluso aprendí cosas nuevas. La mañana toco las puertas de todos y nuestro trabajo con el horno había terminado, solo faltaba atender a los clientes. Una larga fila que se podía observar en la ventanilla. Sirviendo uno por uno la fila fue avanzando y nuestro trabajo casi terminaba.
– Kilt ¿puedes cuidar el puesto un momento? Tengo que entregar estos últimos pedidos
– No se preocupe señor Alan, yo me encargó
– Si algo le sucede al puesto lo descontare de tu paga. ¡Bueno adiós! – Dijo sonrientemente a pesar de haberme amenazado.
– Bueno es entendible, ya que soy un desconocido para el – En ese momento alguien entra a la panadería – Bienvenido en que puedo servirle …señor – Era el hombre de traje de mayordomo.
No esperaba encontrarme con el tan pronto, como sea tengo que agradecerle.
– Buenos día – Dijo el hombre – Me gustaría ordenar una decena de rollos de leche con canela, media docena de panecillos de miel, dos docenas de pastel de piña, cada uno en bolsas divididas.
Unos momentos después
– Tome señor su orden esta lista, serán tres monedas de plata – Tomo las bolsas y rebozo el contenido una por una.
– Parece todo bien señor, tome conserve el resto
La paga fue de treinta monedas de plata, lo primero que dijé fue
– Señor esto es demasiado
– No importa consérvelo
– ¡Muchas gracias! – El hombre sale del puesto.
¡Espera! ¿Qué hago? Debería agradecerle por lo del otro día, bueno ya no puedo hacer nada supongo que será en otra ocasión – No paso ni un minuto cuando salió del puesto a toda velocidad buscando aquel hombre, entre pasajes hasta finalmente encontrarlo
– ¡Señor deténgase por favor! – Agitado y recuperando el aliento digo – ¡Gracias!
– No tienes que agradecer tanto por el dinero
– No se trata del dinero, es por lo del otro día, me ayudaste como haces con los otros niños, así que pende en agradecerte formalmente, así que de verdad gracias
– Yo no soy el que deberías de agradecer – En confusión pregunte.
– ¿Que quieres decir con eso? No entiendo
– Veras chico solo cumplo con el trabajo que mi amo a ordenado. El se preocupa mucho por las personas, sabiendo la situación por la que pasan el no puede simplemente ignorar eso. La mayoría de personas han perdido mas que todo debido a la guerra, aun que se niegan a ser ayudados, encerrándose en una caja para evitar ser lastimados y usados devuelta. A pesar de todo eso siguió intentando sin importar de lo que decían, una tras otra, tras otra vez. Para el esto es lo menos que puede hacer por ellos.
– De verdad es una persona increíble, falla una y otra vez pero sigue intentándolo, de verdad es un ganador.
Ya lo había olvidado, la promesa que le hice a Papá. Fue hace tanto tiempo, ocho años atrás
*Flashback*
– Hijo, me prometes ser un ganador
– ¿Ganador?
– Alguien que no importa las veces que lo derriben siempre se vuelve a levantar, que afronta las adversidades de la vida y sigue avanzando.
– ¡Como un héroe!
– Si como un héroe
– ¡Suena genial Papá!
– Verdad – Orgulloso – Así que Kilt prometerme que serás un ganador, prométeselo a este viejo