- Qué haces?, ¿Qué buscas? - ¿no se cansaba de insistir? debía callarla llevaba más de 30 min ignorándola, pero nada que podía alejarla, era como una garrapata no se iba si no molestaba más, al final me rendí me podía servir para algo "información" debía tener muchos recursos y ella era mi recurso 12 - De qué pabellón vienes? – le dije ella sonrió – Soy de pabellón Ab y tú?, es un lugar tranquilo y hermoso – y siguió hablando acá se dividía por pabellones el AA era para los poderosos AB los medios y por último Ac son los débiles, se me olvido decir que mi madre me había dicho que si me preguntaban era del Ac para no levantar sospechas de mí aunque en realidad pertenecía al pabellón AS. La chica la cual no sabía su nombre era bonita ojos rojos, pelo negro y era morena terminó de hablar, no obtuve mucha información, pero algo me debía servir – Y mi nombre es luisa mi color favorito es el negro, y creo que me salió del tema cierto? – dijo rascándose la mejilla, apenas te das cuenta luisa? – cómo te llamas? – preguntó – Laia respondí fijadamente obviamente era un nombre falso mi verdadero nombre era Montserrat, iba a seguir hablando, pero el timbre sonó avisando que debíamos volver a nuestras habitaciones
No sabía que hacer o como moverme no podía entra a el área restringida donde estaba mi habitación así que me toca esperar que venga por mí, Luisa la chica habladora ya se había marchado hacia su habitación diciéndome que mañana me mostraría algo grandioso sin saber que no volveré a acá o eso creo, el patio se despejo ya no había ruido, ni risas solo era yo y el gran silencio que me inundaba, me asustaba, me senté en la hierba me sentía sola en un lugar tan grande.
Mi madre llegó como a la hora disculpándose porque estaban entrenando a los 10 mejores, no tengo mucha información sobre ellos, no soy muy importantes para mí, volví a la realidad cuando mi mamá me llamo como perrito faldero fui – podía escuchar él murmuro de los 10 mejores que entrenaban sus poderes me hacía temblar, no por ser poderosos si no porque tenia la libertad de mostrar su poderes sin ser juzgado o encerrados al final termine de nuevo en mi cárcel mi habitación cuando empecé a escuchar los pasos de mi madre alejándose pude quitarme esas lentillas que me picaban no estaba acostumbrada a ello. Quería entrenar mi poder, el fuego me encantaba con las puntas de mis dedos lo cree e hice que se volvieran pequeñas mariposas, no les había comentado a mis padres mi nuevo poder era la anulación de poder mágico se podría decir que era indestructible.