Todavía puedo recordar porque lo había hecho. Cuando pasas tanto tiempo con la misma persona puedes distinguir con facilidad cuando te está ocultando algo, o está preocupado y ese tipo de emociones.
Me tomo tres días confirmar por completo mis sospechas, desde hace un mes que comencé a dominar mi habilidad a la perfección. Al principio lo único que podía hacer era vomitarla como si fuera flema en mi garganta, pero con la excelente ayuda del doctor Nokushizuke fui mejorando hasta que pude generar mi extraña materia desde cualquier parte del cuerpo y también pude manipularla como mi mente quería.
Un mes luego de haber logrado tal complicada hazaña comencé a notar cosas inusuales en su patrón de comportamiento y me tomo tres días asegurarme de eso al cien por ciento.
Esa misma noche me escape de mi cuarto. Desde que tengo memoria que vivo en estas instalaciones subterráneas, solo recuerdo haber salido en muy pocas y contadas ocasiones y debido a eso conocía este lugar y sus escondites mejor que a mi propio cuerpo.
Me infiltre en la sala de ordenadores sin ser visto, luego me arrodille en una esquina y conecte un cable USB de mi teléfono a uno de los ordenadores. Comencé a traspasar los sistemas de defensa y firewalls sin muchas complicaciones en búsqueda de respuestas, hasta que por fin las encontré.
El doctor Nokushizuke había recibido varios correos electrónicos del consejo administrativo de Royal Company informando que querían que me postulara para el puesto de capacidad 1. Actualmente mi habilidad estrella fue catalogada como de capacidad 2 y lo único que sabía sobre los capacidades 1 es que eran 7 personas.
La sala de ordenadores se encontraba completamente oscura, solo brillaban pequeñas lucecitas de cada computadora –Así que eso es –Dije mientras que una pantalla azul con letras blancas me iluminaba la cara, esa noche casi me descubren; no quiero imaginarme en los problemas que me metería si me atrapaban. Comenzó a sonar la alarma que indicaba que hubo una violación en el sistema de seguridad así que rápidamente abandone el lugar para regresar a mi habitación.
Al día siguiente fue muy gracioso ver a casi todo el mundo muy preocupado intentando averiguar sobre quién o que se había intentado meter en las instalaciones. Ni en sus más remotos sueños pensarían que yo era el responsable, para ellos yo era el joven e ingenuo niño. Yo me reía ante esas palabras.
Dos días después de ese incidente yo me encontraba acostado en mi cama leyendo un libro cuando el doctor Nokushizuke apareció sorpresivamente por la puerta, era hora de actuar –Hola profesor –Salude fingiendo estar sorprendido -¿Necesita que le entregue más de mi materia LX2028?- Agregue.
Lo que me pareció raro fue que ni siquiera se detuvo a mirarme un segundo –No esta vez Oscar –Respondió sin desviar sus ojos de lo que sea que vino a hacer, acto seguido configuro la computadora de mi habitación y me arrebato el libro de mis manos –Vámonos ordeno-
Ahora si me encontraba sorprendido en serio así que me levante de mi cama -¿Qué está sucediendo?- No fue hasta que me puse serio que logre hacerlo hablar.
-Recibí las ordenes de llevarte a otro complejo de Royal Company, este se encuentra en la superficie y es un poco menos seguro. Pero contiene todo lo necesario para lo que vamos a hacer-
-¿Y cuándo volveré aquí?-
-Dependiendo de cómo vayan las cosas puede ser que no vuelvas-
-Entonces deme un minuto para que prepare lo que voy a llevarme y salimos-
Tome el libro que me quito hace un instante y sacando una mochila de mi armario lo guarde ahí. Después me dirigí a mi mesa de luz para guardar un peluche que tenía desde que era niño, pero justo antes de hacerlo el doctor me detuvo –No puedes llevarte nada –Me dijo.
No podía entenderlo -¿Por qué no puedo?-
-No tienes que tener apego por ninguna cosa-
Esa respuesta me pareció muy estúpida ¿No apegarse a nada? Es solo un peluche, pero su cara era tan insistente que no podría discutir contra él.
Ambos salimos de la habitación hacia el ascensor, deje mi mochila tirada al lado de la cama con varias cosas adentro. El ascensor al cual nos dirigíamos no era de los que se usaban siempre para viajar entre pisos en este complejo, sino que era el elevador súper rápido que se usa como salida de emergencia o para ir de lo más profundo a la superficie en pocos minutos. Una vez llegamos a la puerta del ascensor el doctor coloco su mano para la confirmación de huella biométrica, la puerta del elevador se encontraba totalmente sellada y bloqueada, solamente alguien con el nivel de autorización necesario podría desbloquearla. Siempre me pareció muy exagerado eso, pero se implementó como una de las tantas medidas de seguridad luego de varios intentos fallidos de secuestrarme.
Se pudo escuchar como el ascensor llego de golpe y ambas puertas se abrieron, no podía creer que en verdad por primera vez iba a entrar en ese ascensor. El doctor iba muy en serio, yo iba a salir de este lugar que me aprisiono y protegió desde que tengo memoria.
A la par que el ascensor iba subiendo, seguía sin creer que esto en realidad estuviera pasando, me encontraba nervioso y ansioso, observaba para todos lados con una mirada preocupada.
El elevador se detuvo en la planta baja. Ambas puertas se abrieron y revelaron un gran salón con varios pilares, e inhumanamente limpio. Por todo el lugar se podía ver gente caminando, todos se encontraban muy bien vestidos y la mayoría cargaba consigo varios papeles o carpetas.
-¿Vas a salir o prefieres quedarte?- Estaba tan asombrado de ver por primera vez algo que no eran los laboratorios subterráneos que sin darme cuenta el profesor salió y yo me quede ahí parado, también esta era la primera vez que veía más de 10 personas juntas en el mismo lugar.
Asentí con la cabeza y comencé a seguir al doctor por una alfombra roja, al caminar todo el mundo me observaba muy raro como si se tratara de un animal en peligro de extinción. Yo les devolvía la mirada –Ignóralos y apresúrate-
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Editado: 22.06.2022