El poder de autoridad que poseía la megacorporación conocida como Onyx era tal que con suma facilidad podían cortar el tránsito de una avenida principal del primer distrito. En este caso ellos hicieron esto para poder realizar el simple trabajo de limpieza.
A lo largo de esta calle se podían encontrar varias motos destruidas, algunos cuerpos de personas muertas y mucha sangre. Unos momentos después de que el caza recompensas terminara su trabajo el quinto hermano y puño del clan le ordeno al equipo de corrección de incidentes que se movilizaran a esta área.
Mientras las personas se encargaban de limpiar este desastre él se acercó a un lugar donde había más sangre que en el resto.
-¡Oye tú! –Exclamo el puño del clan Ashford para llamar la atención de una de las personas, al escuchar sus palabras el trabajador inmediatamente se dio vuelta para prestarle atención, el chico hizo un gesto con su mano –Entrégame eso-
El simple trabajador observo hacia donde señalaba su jefe, en su cinturón tenía un tubo de ensayo y al costado un cerumen. Sin dudarlo un segundo cumplió la orden y le entrego esos objetos.
-Ahora veremos de quien se trataba esta mosca molesta-
-----O-----
Tiempo más tarde el puño del clan se encontraba en uno de los laboratorios de Onyx supervisando la identificación de la muestra de sangre que trajo, no quería perder nada de tiempo y quería ser el primero en enterarse.
Después de una aburrida espera una de las maquinas hizo un sonido –Ya está listo mi señor –Le informo el científico al quinto hermano, este quien se encontraba casi dormido en una silla reacciono al instante y se acercó.
-Apresúrate- Ordeno.
Sin desperdiciar un segundo el científico presiono un botón y en un monitor cercano apareció toda la información de a quien le pertenecía la muestra.
Sus ojos y boca se abrieron como platos con el simple hecho de ver la foto del responsable, pero solamente para asegurarse leyó el nombre de la persona.
-No quiero intervenir, pero ¿Por qué me trajo una muestra de sangre de su hermano mayor? –Pregunto el científico confundido al no entender la expresión de su superior.
La cara de sorpresa del quinto hermano se transformó rápidamente en una macabra sonrisa –No te permito decirle esto a nadie ¿Quedo claro? O de lo contrario ya sabes lo que te espera-
-Por supuesto señor. No se preocupe-
Acto seguido el puño del clan Ashford se retiró del complejo mientras su cara revelaba como se cocinaba un siniestro plan en su cabeza.
Mucho tiempo después.
El colegio del Sagrado Corazón de Belgrano es una de las tres mejores instituciones del primer distrito y al igual que las otras dos se encuentra totalmente especializada en alumnos con habilidades estrella que se encuentran en la capacidad 4 o superior. Su método de enseñanza es muy peculiar y no se basan en la nota de un examen para determinar la inteligencia de una persona. Las posibilidades de que una persona sin habilidad estrella ingrese son casi cero, pero eso no impide que hayan aparecido ciertas excepciones a esta regla.
Esta prestigiosa institución fue fundada un 9 de febrero hace muchisimos años. Y para festejar el aniversario cada año se realiza un festival cultural en el cual todos los cursos organizan un evento o servicio para personas ajenas a la escuela.
Todos los cursos tendrán desde el lunes 5 hasta el miércoles 7 para preparar su presentación las cuales serán exhibidas el jueves 8 y viernes 9. Personas muy importantes se presentarán para el aniversario así que no pueden cometer ni el más mínimo error.
Con esa brutal advertencia del final el presidente del consejo estudiantil termino su discurso. Ahora todos debíamos volver a nuestros respectivos cursos.
Cada curso marchaba en una ordenada fila de regreso a sus salones. Di media vuelta la silla de ruedas para seguir a mis compañeros a nuestro salón, pero antes de comenzar a mover las ruedas fui detenido por Lisandro.
-No te hagas la idea equivocada. Solo fui a esa fiesta porque todo el curso insistió-
-¿Habías ido? Y yo ni cuenta me di- Exprese fingiendo sorpresa, acto seguido hice que soltara la rueda de mi silla para que pudiera seguir al resto.
Una vez en nuestro curso la delegada se paró frente a todos, ella era miembro del consejo de la escuela y se llamaba Mía Meyer, ella sobresalía por su alta estatura y su pelo turquesa –Bueno chicos, es hora de que decidamos que organizara quinto año para el festival cultural-
Luego de que ella dijera esas cosas todo el curso se hundió en un profundo e incómodo silencio. A nadie se le ocurría una idea para aportar, o simplemente no querían hacerlo. Me causaba un poco de gracia verla parada en frente de todos sin hacer nada debido a la falta de cooperación.
Viendo que nadie tomaría la iniciativa ella comenzó a preguntarle a cada uno si tenían una idea. El primero en caer fue quien se sienta en la primera fila del lado izquierdo, su nombre era “Lacielo Sageon” y lo que más me llamaba la atención de él eran sus ojos y pelo de color rosado claro.
La delegada del curso lo señalo con un fibron –Lacielo ¿Qué se te ocurre que podríamos hacer para el festival?- Imitando a un protagonista de anime Lacielo se encontraba perdido en sus pensamientos mirando a la ventana, claro hasta que fue interrumpido por Mia.
Él no se esperaba ser el centro de atención de un segundo a otro por lo que se puso demasiado nervioso –Ehmm…estem- Pensaba una respuesta -¿Qué les parece convertir el curso en una pequeña casa del horror?-
Supongo que dio esa idea ya que estaba algo relacionada a su habilidad estrella –Esa es una excelente idea –Lo felicito Mia, ella siempre era alegre y motivaba a los demás, sin perder tiempo anoto esa idea en el pizarrón digital y cambio su foco de atención a su siguiente víctima.
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Editado: 22.06.2022