-Por favor chicos compórtense, ahora estamos en servicio –la chica a nuestro lado nos regañó por nuestra actitud.
-Lo siento jajajajaja, pero tienes que admitir que en serio fue un buen chiste –dije defendiendo el buen humor de Matías.
En el colegio Ejemplar, más específicamente en el curso tercer año, donde yo asisto, tenemos 5 compañeros que son miembros de la Fundación S.P incluyéndome a mí. Gabriel y Nicolás son la cabeza del grupo e irónicamente ninguno de ellos dos posee una habilidad estrella, ellos hacen el trabajo de oficina y nos proporcionan información; y nosotros tres, Matías, Luna y yo somos los encargados del trabajo de campo.
Las clases acabaron al medio día, los tres nos reunimos a comer algo para luego ponernos el uniforme y ahora nos encontrábamos patrullando las calles del distrito mientras nos dirigíamos a las oficinas para hablar de la importante misión que recibió gabi de la sede central. Era un lindo día soleado, por las calles se podían ver algunos estudiantes cuyas clases también acabaron, algunos niños pequeños jugaban en el parque y los autos recorrían las calles.
Caminando tranquilamente a nuestro destino Matías continuo haciendo chistes, sin duda su personalidad era muy opuesta a la de su hermano mellizo Nico. La chica de cabello azul oscuro levanto su mano para que Matías se callara de una buena vez, pero la razón era distinta a la que me imaginaba –Tenemos un caso de acoso, bullying y posible robo en proceso –dijo Luna informando la situación. Al costado de la vereda por donde caminábamos se encontraba una plaza donde los niños menores juegan, en la caja de arena se encontraban se encontraban tres personas de entre 15 y 18 años en lo que parecía un acto de acoso a otro menor a los 10 años –Ya sabes que hacer Tomi –indico mi compañera, yo asentí con la cabeza y realizando unos cálculos me volví completamente invisible.
Luna y Matías irían a encargarse de esos brabucones y yo me mantendría invisible para interceptarlos en caso de que ellos intentaran escapar. La chica de piel pálida se acercó al pequeño niño que parecía estar a punto de llorar, ella se abrió paso ignorando a esos tres brabucones -¿Te encuentras bien? ¿Ellos te están molestando? – el pequeño niño parecía estar muy asustado como para responder y observaba a sus acosadores preocupado de lo que podría pasarle si abría la boca. El chico de cabello negro coloco su mano en el hombro de uno de los brabucones –Sera mejor que se retiren –solicito el gentil pero firme.
-Oh no, la Fundación S.P – de forma brusca el brabucón más alto separo la mano de Matías de su cuerpo –No crean que por ser de la justicia se salvaran, mejor no se metan en mis asuntos o se verán con el poder de un capacidad 3.
Luna hizo un gesto pensativo mientras analizaba al brabucón mas alto –Me imagino que tendrás los permisos necesarios para usar tu habilidad fuera del laboratorio – el jefe de los brabucones tomo a la chica de piel pálida del cuello de su uniforme y la levanto –No juegues conmigo estúpida ¿Crees que por ser mujer o pertenecer a S.P no te golpeare? – ante la reacción tan agresiva de la persona Matías encendió en llamas sus manos listo para defender a su compañera de cualquier posible agresión. La chica de cabello azul oscuro se mantuvo calmada, ni se inmuto –Yo sé que no golpearías a tu hermana menor –dijo Luna con una cara sin emociones.
La actitud del brabucón dio un giro de 180 grados y soltó a mi compañera –Lo siento mucho, no quise hacerlo, en serio –un sincero arrepentimiento podía verse en el rostro del acosador –Por favor hermano mayor, no sigas molestando a aquellos que no se pueden defender. O sino me pondré muy triste.
-Yo…Yo no quise hacerlo. Vámonos chicos – el acosador y su grupo se marcharon lo más rápido que pudieron del lugar y Matías apago el fuego de sus manos. Mi cuerpo dejo de reflejar los rayos solares por lo que me volví visible de nuevo –Eso sí que fue turbio – le dije a Luna mientras me acercaba a ella.
-Siempre me da un escalofrió cuando usas tu poder –agrego el mellizo menor de pelo negro.
-Por favor chicos, trabajamos juntos hace mucho tiempo. No deberían sentirse asi cuando uso mi poder – rápidamente mi compañera cambio su foco de atención al pequeño niño -¿Te encuentras bien amiguito? No te preocupes, ellos ya no volverán a molestarte, y si lo hacen no dudes en llamarnos. Estamos para tu seguridad y protección.
-Muchísimas gracias señorita – el pequeño niño abrazo las piernas de Luna para luego marcharse de la plaza. La habilidad estrella de mi compañera es “Hearts Key” y aunque sea de capacidad 8 aun le es muy útil, en pocas palabras su poder le permite disminuir la distancia psicológica y/o emocional entre ella y otra persona que elija, y no importa que capacidad seas o cuanto poder físico tengas, si no puedes defenderte de ataques psíquicos eres totalmente inútil.
Los ojos de mi compañera se abrieron como platos -¿Qué sucede? –le pregunte ante tan repentina reacción –Chicos, tenemos que reunirnos con gabi y nico. Se nos hizo tarde.
-Uh cierto –el mellizo que nos acompañaba no sonaba tan preocupado por eso.
-Mejor nos damos prisa –dije para que luego los tres comenzáramos a correr hacia la oficina.
-Esto es muy importante no pueden retrasarse – nos regañaba a todo pulmón el mellizo mayor. Los tres nos encontrábamos intentando recuperar el aliento y no teníamos energías para defendernos.
La silla de un escritorio se dio vuelta revelando a gabi sentado en ella –Tranquilo Nico, dijeron que estaban ayudando a un niño. Lo bueno es que no se demoraron más.
-Esto es mucho más importante que un niño que no sabe socializar gabi, no los defiendas –el ambiente en la oficina era algo pesado, nico era demasiado estricto como para tener la misma edad que nosotros y es de esas personas cuya vista se ve nublada por su forma de pensar. Si las cosas no se hacen como él o gabi piensan entonces estarán mal hechas para nico, ese es el tipo de persona que es el mellizo mayor de mati.
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Editado: 22.06.2022