El resonar de una campana recorrió los pasillos de la mansión y alerto a todos sus habitantes de lo que se aproximaba, sin perder tiempo cada una de las personas en sus respectivas habitaciones pusieron pausa lo que estaban haciendo para dirigirse al comedor principal de la casa.
Una larga mesa hecha de madera y de casi cinco metros de largo estaba ubicada en el centro del lugar, las baldosas del piso mostraban el reflejo de lo limpias que estaban y varios pilares rodeaban el lugar. Sobre la mesa ya estaba todo colocado, desde los cubiertos y platos hasta agua, jugos y gaseosas para adecuarse a los gustos de cada uno de los habitantes de la mansión.
La mesa tenía un total de siete sillas y al momento de llegar dos ya se encontraban ocupadas: en la punta estaba sentado un hombre adulto de cabello negro mientras que a su lado se encontraba su esposa, una mujer delgada y hermosa de largo cabello rubio. Sus cinco hijos llegaron al comedor poco después de que su mayordomo hiciera sonar la campana y cada uno se dirigio en sus respectivos lugares.
Sentándose en frente de su madre llegaron los dos hermanos mayores y gemelos Abelardo y Alexis Ashford quienes serían el futuro líder y sub líder del clan respectivamente junto a las cabezas de la Corporación Onyx, Seguido de eso Bernardo llego para acomodarse al lado de su madre, Aleister se puso al lado de sus dos hermanos mayores y al lado de Bernardo llego el quinto hermano y puño del clan.
Una vez que toda la familia estaba en la mesa el mayordomo volvió a hacer sonar su campanilla para que varias sirvientas ingresaran desde la cocina con distintos platos de comida en bandejas de plata -¿Qué tal estuvieron las cosas hoy en el trabajo querido padre? –pregunto con una gentil sonrisa el gemelo mayor Abelardo mientras las sirvientas servían la comida en cada plato.
-Hoy tuve una reunión de negocios pero quisieron estafarme, aun asi me percate del engaño a tiempo- contesto su noble padre preparándose para comer.
Al lado de sus dos hermanos gemelos rubios el cuarto hermano de cabello negro y ojos violetas choco sus nudillos contra la palma –Si vuelven a intentar hacer eso tu solo danos la orden y nos encargaremos –agrego Aleister sediento de violencia para seguido observar a su hermano menor y provocar que este se riera.
Actualmente el título del puño de clan era portado por el quinto y último hermano, pero antes de que el naciera este título era de Aleister y tenía algo de experiencia al respeto. Por lo que como buen hermano mayor guiaba y ayudaba al menor con sus nuevas tareas.
Un suspiro abandono la boca del tercer hermano Bernardo, sus ojos eran violetas y su cabello negro tenía una tonalidad purpura; a pesar de ser muy parecido a Aleister ambos tenían sus diferencias notorias –No todo se arregla con violencia, ya me canse de decírtelo –le recrimino el –Le estas dando un mal ejemplo a nuestro hermano menor.
-Pero si literalmente ese es su trabajo –se defendió Aleister.
-Yo estoy de acuerdo con Ale –contesto el puño del clan.
-¿Ves? Ya lo arruinaste.
Terminando de darle una probada a su comida la madre de ellos tomo la palabra –Por favor chicos estamos almorzando, es verdad que no todo es violencia pero también a veces es necesaria. Ambos tienen razón asi que no hay motivo para discutir.
Los dos hermanos quedaron conformes con esa respuesta y continuaron su comida mientras charlaban agradablemente –Me entere de que salió una nueva actualización de un videojuego ¿Vamos a comprarla Bernardo? –quiso saber el puño del clan.
Después de tragar su comida este último contesto –Lo siento pero paso, no necesito jugar videojuegos. Me parecen una pérdida de tiempo y me distraen de lo importante –contesto este. Él no tenía una vida de sufrimiento con una familia disfuncional, por ese motivo no era necesario alejarse de la realidad y encerrarse en un mundo virtual. Bernardo tenía muchas cosas en que concentrarse en la realidad y le gustaba pasar su tiempo libre con su amorosa y cariñosa familia.
Por otro lado el padre y líder del clan observo a su tercer hijo con una sonrisa –Me dijeron de la escuela que has mejorado bastante, estoy muy orgulloso de ti Aleister. Pero tampoco te sobre exijas por favor.
-Si necesitas ayuda con tus cálculos puedes pedírnosla, con gusto nos hacemos un tiempo libre para ayudarte hermano –hablo Abelardo en cuenta de ambos gemelos.
Aleister no pudo evitar reírse, a veces pensaba que su padre se preocupaba demasiado por ellos y aunque no era sofocante parecía tratarlos como niños pequeños todavía, aunque eran con buenas intenciones –Muchas gracias padre y hermanos, pero no será necesario. De momento creo poder arreglármelas solo, y si no puedo pedirle ayuda a una linda chica que conocí y se llama Sarah. Ella parece ser muy inteligente y podría pedirle ayuda.
De repente un codazo impacto contra el brazo de Aleister, su hermano pequeño lo estaba empujando ligeramente a su lado a la par que lo miraba con unos ojos juguetones -¿Asi es como le dicen ahora los adolescentes?
-Por favor no digas eso, solo somos amigos. Aunque admito que es realmente linda jajajaja.
-O será que nuestro hermano Ale es tan ingenuo que no se percató de las verdaderas intenciones de la chica, no sería la primera vez que pasa –dijo Bernardo burlándose.
-¿Esta ya es la quinta o séptima vez? –agrego Abelardo lo que hizo poner incomodo a Aleister y todos sus familiares se rieron. Genuinamente el no comprendía a las mujeres y no se podía dar cuenta de si ellas intentaban salir con él, no se veía asi mismo como alguien digno y por alguna razón tampoco le llamaba la atención eso.
La mirada del ex puño del clan quedo pérdida y sus ganas de comer se fueron, el comenzó a sentir como si algo estuviera mal, algo era diferente a lo de siempre y no podía darse cuenta de que era. Pero absolutamente y sin duda algo estaban mal, empezó a sentir un dolor punzante en su pecho y observaba a todos lados confundido.
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Editado: 21.07.2022