Jueves 1 de octubre – Tercer distrito –Fuera del Campus Atenas – 18:45 PM.
Me encontraba en un cibercafé jugando un videojuego, el nombre del juego era “The Leyends” y era una mezcla entre moba y RPG, era el juego más descargado de toda la ciudad Auroa y hasta había torneos que se realizaban una vez cada dos años.
Para mi este juego era una mezcla entre diversión y sufrimiento, era divertido porque al ser algo virtual y en línea no se necesitaban de habilidades estrella para jugar sino más bien de la destreza individual de cada uno. El que tuviera más experiencia, conocimientos y hubiera jugado más, sería mejor a alguien que no; pero a su vez eso era algo muy molesto ya que mis equipos eran unos completos inútiles pedazos de basura.
Muy molesto arranque el cable del mouse del CPU y lo lance a volar contra la pared para acto seguido comenzar a golpear con mis puños el teclado –MALDICIÓN, MALDICIÓN, MALDICIÓN. Que equipo más inútil por favor, parece que jugaran sin manos los inútiles pedazo de basura. Es tan simple como hacer lo que digo para que ganemos ¿Por qué no lo hacen? Por eso perdimos.
Interrumpiendo mi berrinche escuche como alguien tocaba la puerta del cuarto del cibercafé donde me encontraba –Estúpida 1 ve a abrir –ordene. De esa forma una de las dos chicas que se encontraban detrás de mí abrió la puerta.
Del otro lado se encontraba un hombre de mediana edad, bajito y regordete –Disculpe señor, pero debo pedirle que no haga tanto escándalo, otros se estuvieron quejando también.
Deje salir un gemido molesto –Esta bien, de todas formas, ya no quería jugar ese juego de mierda – presione un botón para apagar el CPU y también otro para desactivar el monitor y por último me puse de pie.
-Espere un segundo –me frenó de golpe el dueño del lugar - ¡¿Qué le ha hecho a mi equipo?! Destruyo el mouse y partió el teclado en dos.
Me limite a contestar un simple –Ups – y no le di mayor importancia.
Impidiéndome salir el dueño del lugar se colocó delante de mí –No sé cuál es su problema, pero no puede hacer eso. Tiene que pagarme por eso, o llamare a la Fundación S.P.
-Yo no tengo ningún problema, fue todo culpa de mi equipo y del emparejamiento de mierda que tiene el sistema del juego. Ellos son los verdaderos responsables, pídales a ellos que paguen por esto.
Una mueca acompañada de una expresión de confusión rodeo la cara del hombre de mediana edad –No sé qué le sucede, pero no lo voy a dejar ir, usted tiene que pagarme por eso y voy a llamar a la Fundación S.P ahora mismo.
Sin perder tiempo el hombre delante de mi saco su teléfono celular, aunque antes de marcar un número se detuvo de repente –No, creo que usted no está entendiendo lo que sucede aquí –aquella persona comenzó a asustarse ante mi reacción.
-No…no se permite el uso de habilidades estrella dentro del establecimiento. Los canalizadores están activados –dijo él temblando y tartamudeando un poco.
Pude sentir como una demoníaca sonrisa de placer se formó en mis labios –Oh puede ser que ese sea el caso con poderes normales. Pero para mí Control Mental Absoluto, AMC de capacidad 1 los canalizadores no significan nada –al terminar de decir esas palabras llevé mi dedo al anillo metálico de mi frente llamado activador y lo encendí.
Los analizadores neurocraneales atravesaron la piel de mi frente conectándose a mi cráneo y similar a fantasmas que se manifiestan varios cables aparecieron de la nada, estos estaban conectados al anillo metálico de mi cabeza y caían al suelo donde simplemente lo atravesaban como si fueran intangibles y desaparecían –Hazte para un lado –ordene gustoso.
Mantuve intacta la conciencia de ese hombre y me concentré en usar la Linea Majino para manipular su corteza motora primaria, contra su voluntad el hombre se hizo a un costado dejándome salir a mí y a las dos estúpidas.
Comencé a caminar hacia la salida del cibercafé para estar en la vereda de la ciudad, donde una gran cantidad de personas caminaban guiadas por sus propios asuntos. Liberé al hombre de mi control mental y camine para perderme entre la multitud –Será mejor que regresemos al Campus Atenas, par de estúpidas –dije hablando con ellas, aunque en realidad lo hacía solo.
Sin embargo y para mi sorpresa el hombre bajito y regordete dueño del local salió para continuar fastidiando -¡Oye tú! Detente en este instante –gritaba llamando la atención de todos.
Obedecí sus órdenes, aunque fue por puro placer mío, giré mi cuerpo 180 grados y lo vi de frente –Pensé que quedarías aterrado por mi poder, pero veo que eres más estúpido que eso, con razón fue más fácil controlarte que al promedio.
-No puedes hacer esto, tienes que seguir las reglas como todos los demás y vas a pagarme por lo que rompiste.
-Oh ¿en serio? –le dije burlonamente con una sonrisa confianzuda en mi rostro. Realice un cálculo en mi cerebro y todo el problema acabo.
La actitud de ese hombre cambio por completo de un segundo a otro –Me disculpo profundamente por molestarlo mi señor emperador de la mente, soy un gordo estúpido y me encanta quedar en ridículo. La casa invita, así que no se preocupe por nada –exclamo ese hombre en voz alta mientras una gran cantidad de personas lo escuchaban confundidos.
Yo simplemente no pude evitar contener mi risa –Jajajajajajajaja si, si por suerte lo eres pedazo de basura tonta jajajajajaja. Que no se repita nomas.
Con todo resuelto volví a girarme para continuar mi camino <Me siento incomodo cada vez que abandono el laboratorio N 85, siento como un cosquilleo molesto en mi estómago que me obliga a regresar> deje salir un suspiro <No puedo culparme, no quiero que nadie ponga sus manos encima del experimento de suplementación después de todo> ni aunque dejara a ese par de estúpidas protegiendo el lugar me sentía seguro. Pero ese era el peso con el que tenía que cargar hasta que muriera.
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Editado: 24.05.2022