[Documento c1P v02O – Caída número uno]

Viernes 2 de octubre – Primer distrito.

Me encontraba en la terraza de un alto edificio, el ambiente era tan pesado que me preocupaba el simple hecho de respirar y podía sentir como casi todos mis compañeros compartían ese sentimiento. Todos los capacidades uno nos habíamos reunido en este lugar, en los alrededores de la sede principal de la Corporación Onyx.

En los techos de varios edificios podían observarse a los demás miembros del ranking de la ciudad, en uno se encontraba un chico moreno con ojos de distinto color acompañado de una persona andrógina, en otro estaba una chica de cabello corto y rojo al lado de su amiga de piel pálida, en otro estaba una mujer adulta de lentes con un maletín y varias personas de su grupo y aquí estaba yo de pie observando todo al lado de Isaac.

En las calles se estaba desatando una verdadera batalla a muerte, un chico de cabello negro con un mechón de pelo blanco luchaba con todas sus fuerzas en contra del capacidad uno puesto número uno, en pocas palabras el usuario de habilidad estrella más poderoso de toda la ciudad.

-Te veo más tranquilo de lo normal –comente con un malestar en mi estómago.

-Tal vez se deba a que no puedo ver nada con mis ojos. Observo el enfrentamiento desde mi dimensión astral –comento el chico crepúsculo de cabello gris y un tatuaje en uno de sus ojos que sobresalía por debajo de su venda.

Yo no estaba muy acostumbrado a los enfrentamientos físicos y tan violentos como estos, solo había 5 personas más poderosas que yo y evitaba a toda costa meterme con ellos, por otro lado, cualquier ser inferior que me desafiara a un enfrentamiento quedaba fuera de combate antes de siquiera iniciar. Pero esta vez era diferente, el chico de buzo negro hacia aparecer estrellas de un brillo plateado y tentáculos de su espalda; pero nada de eso era competencia para el poder número uno de la ciudad el cual le permitía a su usuario generar una materia desconocida que no existía en este universo y que podía controlar y modificar como quisiera.

Ese chico de ojos violetas estaba evitando el enfrentamiento, él estaba concentrado en asesinar a otra persona por lo que solo debía evitar al capacidad uno puesto uno. Pero todo cambio cuando una tercera persona interrumpió el enfrentamiento, el número uno le lanzó un ataque y eso provocó algo que no comprendí del todo. Solo sé que ese combate dio un giro de 180 grados y por suerte ninguno de nosotros tuvo que intervenir.

-Por suerte esto no paso a mayores –le comenté al chico del crepúsculo –Mi poder no le afecta a él, así que solo hubiera sido útil para alejar y evacuar a los civiles del lugar.

Aunque él no podía ver, de todas formas, giro su cabeza hasta mi –No te infravalores tanto, sé que hubieras hecho mucho más.

-No lo sé, yo jamás me enfrente al puesto uno. Pero sé que su materia desconocida que tiene por todo el cuerpo evita que la Línea Majino afecte su cerebro –a diferencia de mí, Isaac era un capacidad uno desde mucho antes, por ese motivo cuando el ser humano llamado Oscar se postuló para capacidad uno ambos lucharon.

Yo obtuve ese puesto mucho después, así que nunca me enfrente a él, ya que quede en el puesto seis.

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Tercer Distrito.

Las calles estaban tan normales como todos los días, pocas personas se enteraron sobre el incidente que ocurrió hoy viernes dos de octubre, y los medios de comunicación de la ciudad seguro encubrirían todo para no dejar rastro de nada. De esa forma los débiles podrían continuar sus vidas normales envueltos en la ignorancia.

Desde el correo electrónico que recibí hoy de la nada, hasta el final del enfrentamiento, todo había sido muy repentino, por lo que el par de estúpidas se habían quedado en el laboratorio 85 mientras yo estaba fuera –Que agotado que estoy, debería haber traído a esas dos para que me cargaran de regreso –volví a dirigir mi vista a la gran cantidad de personas que caminaban despreocupadas por las veredas.

-Qué más da –lleve mi mano al botón del anillo metálico alrededor de mi cabeza y active mi control mental absoluto –A ver a quien elijo –cerré mis ojos y comencé a mover mi dedo entre las personas de la multitud y después de 10 segundos los volví a abrir –Así que tú eres la elegida –dije al ver que mi dedo índice señalaba a una joven mujer adulta que parecía tener una buena condición física.

Realice los cálculos en mi cerebro y con la influencia de la Línea Majino lave el cerebro de una señora para que cumpliera con una sola tarea –Cárgame hasta el laboratorio 85 –ordene mientras esa mujer se ponía en posición y me subí a su espalda. No era necesario decirle a dónde quedaba ese laboratorio ya que le pase la información mentalmente.

Lo que menos importaba era la vida privada de esa mujer ¿Por qué caminaba con un maletín lleno de papeles? ¿A dónde iba? ¿Cuál era su objetivo? Todo eso era tan poco importante que ni me moleste en buscar esa información en su cerebro. Lo único que importaba aquí era que me dolían mis piernas y estaba cansado de caminar, ya me estaba comenzando a faltar el aire por caminar tanto. Mientras esa mujer me cargaba en su espalda y recorría las calles del tercer distrito yo me perdí en mis pensamientos <Pensé que podría hacer todo el recorrido a pie, pero subestime a mi cuerpo, en otro momento lo intentaré, pero ya fue suficiente por hoy>

Pero repentinamente algo que no tome en cuenta en absoluto sucedió, todas las personas del lugar se detuvieron confundidas cuando una onda electromagnética nos atravesó. Ellos observaron sus celulares, relojes y otros dispositivos electrónicos solo para darse cuenta de que estos dejaron de funcionar. Ante la confusión la mujer que me cargaba se detuvo ya que yo también estaba confundido.

En ese momento una camioneta estaciono de golpe y varias personas vestidas igual se bajaron para comenzar a rodearme. Estaba muy confundido, pero rápidamente me centre en la situación - ¿Una emboscada?  -en ese momento reconocí el logo que estas personas llevaban en sus ropas - ¿La Organización Andrómeda? Hoy tuve un día muy largo y preocupante, así que no estoy de humor para esto.