Me encontraba sentado en la silla con una mesa de madera en frente, en esta había esparcidos varios dispositivos electrónicos muy pequeños, algunos chips de procesamiento, pequeños cables y varias herramientas de trabajo. En el centro de la mesa había un anillo metálico partido a la mitad verticalmente y yo me encontraba muy concentrado reparándolo para poder usarlo de nuevo.
Logre escuchar el sonido de la puerta corrediza abrirse y alguien ingreso al lugar –Charlotte ya está desocupada así que dice que te atenderá, vamos –como ya era obvio esa persona era uno de los tres líderes del Culto a la Ciencia, Constantine Knightsford. Un chico de piel morena con un mechón de cabello gris a la altura de su ojo izquierdo y el resto de su pelo de color castaño.
- ¿No sabes tocar la puerta acaso?
-Pero se supone que esta es mi casa.
-De todas formas, ya no estás solo.
Esa persona dejó salir un suspiro - ¿Estás desocupado para ir? –pregunto cambiando el tono de su voz.
-Mucho mejor –conteste, y de mala gana dejé lo que estaba haciendo para ponerme de pie y acercarme a su lado - ¿Ella se va a tardar mucho en venir?
- ¿Qué? Si nosotros vamos a ir a buscarla a su instalación.
Di unos pasos para atrás –Ah no, ni loco. Ya estoy en el segundo distrito, no voy a salir de esta habitación.
-Más tarde puedes acabar de reparar tu juguete. Además, mientras más rápido acabes, más rápido podrás irte ¿Recuerdas?
Estaba resignado y no tenía otra alternativa –No me interesa terminar de reparar el activador rápido, si de todas formas no funciona dentro de este lugar.
-Ohhhh ¿Por eso quieres irte lo antes posible?
Yo separe mi mirada de él –No solo por eso…
Sin más remedio me vi obligado a seguir a ese perro faldero, la puerta corrediza se abrió y él paso al otro lado. Con algo de miedo hice lo mismo, del otro lado de la puerta se encontraba un pasillo completamente oscuro y de color negro. Ese alto chico comenzó a caminar en línea recta por el lugar como si lo conociera de memoria a la par que yo lo seguía por detrás. El lugar estaba tan oscuro que me costaba mucho distinguir las paredes a mi costado, pero lo que si no podía ver era el final del pasillo, todo parecía un simple vacío de color negro.
No obstante, después de caminar unos pocos minutos él se detuvo y levantó su mano. No podía ver nada, pero parecía que la estaba colocando en la pared, al sentir el tacto un monitor se encendió y escaneo la mano de Constantine para acto seguido hacer lo mismo con su retina y concluir pidiéndole una identificación de voz a lo que este dijo su nombre. En respuesta el monitor de la pared se puso de color verde y una línea blanca apareció en el vacío negro, esta se abrió para ambos costados revelando un ascensor cilindrado de vidrio y color blanco.
Sin dudarlo el chico que me guiaba ingreso, aunque yo no lo hice -¿Qué esperas? Vamos, no te va a pasar nada malo. Recuerda que estos son los niveles bajos del segundo distrito. No hay nada turbio.
<Mientras más rápido haga todo más rápido me iré >repetí esa frase un par de veces antes de obtener el valor necesario para entrar dentro de ese tubo cilíndrico.
Una vez dentro las puertas se cerraron y una pantalla holográfica rectangular y de color azul oscuro apareció, el perro faldero que me guiaba comenzó a dibujar unas cosas con su dedo índice dentro de la pantalla y al terminar el cilindro comenzó a moverse para abajo. Sin darme cuenta me agarre de ese idiota del miedo y en consecuencia él soltó una risa –Es solo un ascensor –dijo él.
Rápidamente volví a separarme de su lado –Pues que forma más rara de elegir un piso acabas de hacer –me justifiqué.
-Bueno…admito que este lugar si es algo diferente al resto de la ciudad.
La palabra "diferente" adquiere un significado distinto dentro de la ciudad Auroa. Esta era la mayor metrópolis científica y tecnológica del mundo, su desarrollo alcanzo tal punto que los habitantes podían desarrollar poderes sobrenaturales denominados Habilidades Estrella, la investigación del funcionamiento de estos poderes solo acelero más el desarrollo tecnológico. Y, aun así, todo este lugar se sentía distinto a cualquier otro distrito, sin duda la palabra “diferente” era la mejor para utilizar en este momento.
El ascensor de cristal comenzó a descender y lo único que podía observar era otra vez esa profunda y vacía oscuridad que provocaba que uno se perdiera con la mirada, pero en menos de un segundo eso acabo. La oscuridad desapareció y en su lugar pude ver que el elevador se encontraba dentro de un tubo de cristal bajando, alrededor se encontraba un lugar tres veces más grande que una cancha de basquetbol. El suelo de ese lugar estaba completamente lleno de pastizales verdes y cultivos con varias tuberías, unas parecían proporcionar agua, mientras que de otras soltaban varios nutrientes esenciales para que los cultivos crecieran.
En ese lugar podía ver a varias personas trabajando, todos llevaban unos extraños trajes que parecían la fusión de un traje anti radiación con los que usan los apicultores, estos eran de color blanco con líneas celestes y las personas que los usaban parecían estar analizando las plantas con unos extraños dispositivos. El segundo distrito era un edificio gigante que no poseía una sola ventana, pero, aun así, al observar las paredes uno podía ver un hermoso cielo celeste con varias nubes y hasta podían sentirse los rayos del sol calentar el cuerpo humano. Lleve mi mirada arriba y el techo de donde salimos era completamente negro.
-Esta es una de las capsulas de agricultura, estas se expanden por kilómetros a lo largo de ese nivel –explicó ese chico al notar mi emoción, mezcla de confusión y asombro. El segundo distrito no era un lugar pequeño en valores de anchura, su tamaño era similar al del distrito 17, lo que equivalía a todo el tamaño del Campus Atenas el cual ocupa un tercio del todo el tercer distrito. Era un lugar muy grande respecto a su ancho y aun así, el edificio se elevaba por encima de los cielos y las nubes en cuanto a su altura se refiere.
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Editado: 24.05.2022