[Documento c3P J15o – Retirada Estratégica]

Utilizando los gritos de mi amigo como guía me abrí paso entre la nube de humo para encontrarlo, como me esperaba, él no se encontraba muy bien. Varias de esas afiladas cuchillas que explotaron de los drones lastimaron mucho su cuerpo, tenía profundos cortes en los brazos, piernas y el pecho, y si no era tratado rápidamente, la pérdida de sangre o una infección podría ser fatal.

Aun con pocas fuerzas él presiono un botón de su reloj inteligente y su grande e imponente arma se transformó en un líquido viscoso negro que se movió hasta el interior de su moto nuevamente. Observaba con mucha preocupación el estado de Constantine, quería agarrarlo y tenerlo en mis brazos para que este seguro, pero el miedo de solo lastimarlo más al hacer eso me paralizaba –Oh lo siento mucho –fue lo único que pude decir –Sabía que tenía que haber intervenido antes, era mala idea solo quedarme mirando.

Con los ojos entre cerrados y sangre saliendo de su boca se las arregló para contestar -Estuvo bien que no lo hicieras.

-Ahora…intente lavar el cerebro de ese chico, pero no lo logre. El interior de su cabeza era un desastre, como dos mentes chocando en una. Fue tan confuso que me hizo vomitar –le explique a mi mal herido amigo la situación. Sin embargo, ya no contesto a mis palabras, y eso hizo que me preocupara más < ¿Qué puedo hacer? ¿Qué puedo hacer? ¿Qué puedo hacer?> repetía esa pregunta en mi mente al mismo tiempo que mi cabeza giraba de un lado a otro en búsqueda de algo para poder ayudarlo.

Yo no podía hacer esto solo, no podía salvarlo solo por mi cuenta. En ese instante fue cuando caí en cuenta de algo y mis ojos se abrieron como platos –Cierto –lleve mí vista hacia un árbol detrás de nosotros y allí se encontraban la Estúpida 1 y Estúpida 2. Ellas dos estaban ahí paradas todo este tiempo esperando a que les dé órdenes.

Gire mi cabeza detrás de mi hasta las profundidades de esa nube de humo, utilizando mi control sobre la Linea Majino todavía podía sentir la extraña mente de ese tipo dentro, así que no había escapado todavía -¡Estúpida uno! Detén a ese tipo. ¡Estúpida dos! Ayúdame aquí.

Sin desperdiciar un solo segundo, la linda chica de rizos amarillos y plantas atadas a su cabello se lanzó hacia el centro de la nube de humo, en su lugar la otra chica de peculiares ojos rosados se acercó a mí, ella era una usuaria de Hidroquinesis de capacidad 3 –Utiliza hidroterapia en sus heridas –le ordene –Eso debería ayudarlo un poco inmediatamente.

Utilizando su poder sobrenatural ella extrajo agua de las plantas y de una fuente cercana para utilizarla en las distintas heridas abiertas que tenía. Por otro lado, mí vista cambio al interior de esa nube de humo, yo había hecho el lavado de cerebro que tenían ambas y por lo tanto, usando mi poder todavía podía conectarme al interior de sus cerebros para ver lo mismo que ellas.

La Estúpida uno tomo algunas semillas que tenía guardadas dentro de los pétalos de rosas en su cabeza y los arrojo, una gran cantidad de grandes enredaderas surgieron del suelo y comenzaron a dispersar esa nube de humo hasta que lo encontró. Ella vio a ese tipo de rostro aterrador caminando toscamente hacia la salida, por su forma de moverse estaba rengo de la pierna derecha y su brazo izquierdo tapaba una gran herida que desprendía humo del lado derecho de su torso.

Esa hermosa chica de grandes atributos delanteros y ojos violetas levanto su mano como forma de guiar a sus plantas, acto seguido la bajo en dirección a ese chico y todas las enredaderas se desplazaron hacia él para tomarlo de su pierna buena, lanzarlo al suelo y arrastrarlo hacia nosotros al mismo tiempo que las lianas se abrían paso alrededor de su cuerpo enrollándolo como a una momia.

Al caer al suelo esa persona dejo escapar quejidos de dolor y podía notarse como le costaba intentar siquiera escapar, aunque era completamente inútil <Ahora si te tengo maldito, podrás haber lastimado a Constantine, pero eso te costó caro. Y no te voy a dejar escapar > él intento usar el guantelete de su brazo izquierdo para zafarse, aunque no lo consiguió, si destruía una liana otra tomaba su lugar.

No tenía escapatoria… o eso fue lo que pensé. Ese tipo de apariencia aterradora levanto su mano izquierda en un intento de tocar el cielo, acto seguido repentinamente un cubo de hielo apareció arriba de su palma y sin dudarlo lo lanzo a las lianas. No logre comprender del todo la situación hasta que fue demasiado tarde, el pequeño cubo de hielo se rompió en las enredaderas y en menos de un segundo se desato una feroz reacción en cadena en donde todas las enredaderas se congelaron sin parar.

Esta reacción se acercó a la Estúpida uno, pero ella tenía programado en su cerebro una orden para auto preservar su vida (solo si no estaba por encima de la mía) y de esa forma ella levanto un muro de plantas que se congelo al instante, pero que detuvo la reacción en cadena de hielo -¿Qué mierda fue eso? –quise saber preguntándole al aire confundido.

Pero no tuve tiempo de pensar en una respuesta ya que mi corazón se relajó al escuchar a Constantine hablar nuevamente, la hidroterapia estaba funcionando y recupero su conciencia –No seas estúpido –eso creo que lo saco de mi –Si yo muero no podre matarlo, déjalo cof cof déjalo par as tarde.

-¿Y qué hago? ¿Te llevo a un hospital?

Podía notar como en su rostro se palmaban las intenciones de insultarme, pero esta era mi forma de reaccionar a situaciones que deberían ser estresantes. En su lugar concentro sus fuerzas para decirme otra cosa –Campus At tenas, plaza principal, ir, ir ahí. Negocio cerrado, siempre cerrado.

Le costaban tanto hablar que apenas podía pronunciar las palabras, aunque por suerte ambos habíamos desarrollado una comprensión absoluta del otro y aun constándole unir las letras logre deducir lo que quería decir < Pero ¿Cómo llego a ese lugar si estamos en la entrada de la Academia Zygmunt?> observe a mi alrededor y detrás de nosotros estaba la moto de última generación que tanto ama ese perro faldero.