El frio aumentaba con el avanzar de las horas, Franz no podía conciliar el sueño, pero como podría hacerlo en ese lugar, en esa bolsa de dormir, con tantos sonidos, ─ el que diga que el bosque es paz y tranquilidad nunca ha acampado, todo es un bullicio. ─ se decía para sí mismo mirando todo a su alrededor, podía escucharlo todo y lo ponía más nervioso, en cambio, su primo, dormía plácidamente a su costado, como si estuviera en su propia cama, lo que probaba la gran diferencia entre ambos.
Franz era un muchacho de diecisiete años, de contextura delgada, cabello castaño claro, lacio y algo largo, no era de las personas sociables, a pesar de que tenía unos rasgos atractivos que resaltaban sus ojos color caramelo, elprefería pasar horas y horas metido en la biblioteca, leyendo todo tipo de libros, lo que le restaba tiempo para otras actividades, en especial las físicas. Odiaba todo tipo de actividad física, esto en parte, era culpa de su mamá, que desde niño quiso cultivar su dotes deportivas, y con cultivar quiero decir obligar de muchas maneras, la preferida de ella era compararlo con su primo, Roger, él era muy diferente en casi todo, era un muchacho atlético, era el mariscal de campo del equipo de futbol del colegio, el más popular del colegio, todos lo amaban, gracias a él habían ganado tres campeonatos consecutivos, incluso los profesores lo apoyaban en todo, ayudándole también en sus notas, ya que a él no le gustaba mucho la lectura, y si lo veían en la biblioteca era solo para molestar a los que él consideraba nerds.Franz no podía evitar sentir algo de celos de su casi perfecto primo, másaún cuando de mujeres se trataba, Franz había estado enamorado de Xiomy desde el primer día que la vio hace un par de años cuando fue transferida a su colegio, pero como era de costumbre, ella solo tenía ojos para su primo.Aunque para su buena suerte su primo ya tenía novia desde hace varios años y solo trataba a Xiomy como una amiga más del grupo, los más populares del colegio.
Esta fue la manera en que la mamá de Franz y su primo lograron convencerlo de que saliera ese fin de semana a acampar en el bosque, invitaron a Xiomara, junto con la novia de Roger, Beatriz;su mamá estaba convencida de que era lo mejor para su hijo, Franz, en algún momento también pensó lo mismo, pasar un momento a solas con Xiomy era lo que más quería, pero nada de lo que había imaginado estaba pensando, Xiomara solo tenía ojos para su primo y lo seguía a todos lados, incluso Beatriz esta incomoda por las constantes interrupciones de ella cada vez que se quedaba sola con Roger, esa tarde habían discutido acaloradamente y habían decidido que el paseo tenía que terminar, a pesar de los intentos fallidos de Roger de arreglar las cosas, tuvo que aceptar de mala manera la decisión, descargando su frustración contra Franz, ya que él había esperado esta salida casi todo el año, él no quería invitar a su novia ni a Xiomara, como imaginando lo que iba a pasar.
─ Lo mejor es intentar dormir, no gano nada dándole vueltas al asunto. ─ dijo para sí mismo y dando una última mirada a su primo, se recostó en su bolsa para dormir.
Se despertó sobre saltado, mirando todo a su alrededor, su primo no se encontraba, pero su bolsa de dormir y el resto de sus cosas se encontraban regadas por todos lados, como desde el primer día que armaron las carpas.Eso lo tranquilizó un poco, se estiródesperezándose, se levantó con lentitud, su cuerpo aun no reaccionaba por la mala noche que había pasado, al abrir la carpa la luz del sol lo golpeó con intensidad, cegándolo por un instante, limpio sus ojos con las manos para poder ver bien, adaptándose a la luz; se quedó inmóvil; balbuceando empezó a caminar para todos lados, no había nada, la carpa de las chicas no estaba y no había rastro de ellas o de su primo, no podía dar crecido a lo que miraba, no podía creer que lo habían abandonado en ese lugar, él ni siquiera quería estar ahí, sus ojos se llenaron de lágrimas por la desesperación y el miedo, corrió hacia el pequeño arroyo que se encontraba cerca de ese lugar pero no encontró nada.
─ Tal vez sea una broma. ─ se decía mientras regresaba a su carpa.
No encontró ningún rastro, entre sollozos volvió a meterse, buscó cambiarse lo más rápido que pudo, tenía miedo, le daba miedo el bosque, en especial quedarse solo, miles de ideas pasaron por su mente, y en todas terminaba devorado por un animal salvaje.Pensar en eso no lo ayudaba, pero no podía evitarlo, tenía miedo y ese era su peor enemigo en ese momento, y estar solo sin hacer nada, metido en su carpa no le facilitaba las cosas.Se levantó determinado a regresar por su cuenta, aunque la idea le aterraba, temíamás el quedarse ahí y esperar su muerte, una de las tantas que había imaginado.
Cogió todo lo que pensó que le podría servir, su bolsa de dormir, bocadillos y varios pocillos que lleno de agua en el arroyo, todo estaba listo, volteó a mirar la carpa donde había pasado la última noche, lleno de dudas intentaba irse de ese lugar, pero le daba vueltas a todo buscando algo, que ni élsabía que era, entonces se dio cuenta de que solo estaba dando vueltas por el miedo a dejar ese lugar, que a pesar todo lo que había imaginado, era lo único seguro que conocía. Bajó la cabeza y agarrando con fuerza la mochila que llevaba en la espalda, emprendió el intento de regresar a su casa.
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Editado: 24.03.2019