N/A: Este cap es un poco diferente. Quizá por eso tardé tanto en escribirlo, pero intento dejarles un mensaje. Espero puedan apreciarlo, y no, no son tóxicos, no es algo común en ellos, sólo se equivocan, se muestran he intentan aprender de sus errores.
*******
—¡Nate! ¿me estás escuchando? —camino detrás de él hacia el cuarto, no se vuelve en ningún momento— solo digo que…
Me corto al verlo despojarse de su ropa y empezar a ponerse el pijama que, dicho sea de paso, nunca, absolutamente nunca se pone…
—Isabella, por favor, no hablemos de esto ahora…
Me impacta el tono contenido de su voz ¿En serio está tan molesto? No lo entiendo, y me hiere… ¿De verdad le importan tan poco mis ideas?
Lo veo suspirar con fuerza y pasarse los dedos por el pelo antes de sentarse en la cama.
Me mira antes de acostarse y taparse de pies a cabeza.
Me quedo impactada, sus ojos no me transmitieron el enojo que creía, se veían turbados más bien, desconfiados, heridos, reprochables…
A pesar de las mil y una cosas que tengo para decirle me mantengo callada, sigo su ejemplo y me pongo un pijama que tampoco he usado antes.
Apago la luz y me acuesto también dándole la espalda.
No sé en qué momento una “simple sugerencia” se torció de esta manera, solo sé que el ambiente entre nosotros es tan tenso que casi hiela, es más, estoy totalmente segura de que no podré dormir esta noche.
Me siento increíblemente mal, devaluada… El peso que aparece en mi pecho sube hasta mi garganta.
—Solo quería ayudarte… —farfullo y la voz me falla.
Lo siento moverse en la cama y me reprocho el no haberme quedado callada…
Me tenso cuando siento su brazo enroscarse en mi cintura y jalarme hacia él, pero a mi cuerpo le basta sentir el calor del suyo a pesar de la ropa para relajarse.
—Cree en mí, por favor, Isabella… —su voz es apenas un susurro que acaricia mi cuello— Si ni siquiera tú crees que podré lograrlo, entonces no sé si seré capaz de seguir adelante…
Su confesión me toma por sorpresa, lo conozco lo suficiente como para hacerme una idea de lo difícil que está siendo para él mostrarse vulnerable.
Se me hunde el corazón al entender su punto de vista ante mis sugerencias ¿De verdad las ha tomado como críticas y reproches?
Nate se ha estado esforzando bastante para intentar sacar la empresa adelante, ha puesto todo su empeño y es bastante exacto en sus análisis, su estrategia sería un éxito, sí… Si estuviera dirigiendo la empresa de su padre… con la liquidez, el tamaño y el prestigio que tiene esta…
Abro la boca pero el recuerdo del último almuerzo con mi madre me hace callarme de golpe.
“Una manera de respetar a otra venusina es escuchar pacientemente, mostrando empatía y buscando entender realmente sus sentimientos” —casi me río otra vez al repasar lo que leíamos — “Una manera de honrar a otro marciano es suponer siempre que puede resolver su problema a menos que solicite ayuda.”(…) cuando ella decía: “te amo y me preocupo por ti, así que te ofrezco esta ayuda”. Lo que él escuchaba era: “no confío en que puedas llevarnos hasta allí. ¡Eres un incompetente!”.
¡Martes y Venus! (1) ¿En serio acaba de pasarnos de lo que tanto me reía el sábado?
Me giro entre sus brazos y me siento madura y entusiasmada al sentirme capaz de resolver el problema, entierro mis dedos en su pelo y beso sus labios de forma suave.
—Confío en ti… eres mi héroe, nuestro héroe… —hablo sobre sus labios y siento como sonríe— Eres la persona a la que le he confiado mi vida entera, y no me arrepiento ni me arrepentiré nunca.
Se me aligera el corazón cuando se le escapa una risa ligera.
—¿Me confiarías tu vida primero a mí antes que a tu padre?
Me río al notar la picardía en su voz
—Lo negaré a muerte si se lo dices pero en cierto modo sí… —las palabra se vuelven pesadas en mi boca y el corazón me late con fuerza en el pecho, caigo en cuenta de que estoy siendo totalmente sincera— amo a mis padres y los amaré por siempre; pero debo reconocer que contigo he descubierto otra esencia de familia, una que se siente más mía…
Nate no dice nada, solo besa mis labios de una forma tan suya, tan nuestra que nos creo absolutamente capaz de enfrentar y superar cualquier problema, de superar incluso nuestras propias barreras.
Las ropas sobran otra vez, como han sobrado cada noche. Nos unimos de una forma más ansiosa, con menos ceremonia, los movimientos son certeros y duros pero increíblemente placenteros…
Terminamos rápido, pero cuando los corazones se calman y las respiraciones dejan de resonar en la alcoba, nos abrazamos el uno al otro y nos dormimos sintiéndonos plenos, satisfechos, en casa…
***
—Hey, Isabella, dormilona —me remuevo en la cama, aun no amanece del todo y los niños no se despiertan hasta dentro de una hora ¿por qué se empeña en despertarme? ¿Acaso es algún tipo de venganza? —Vamos, mis padres vienen a buscar a los niños dentro de una hora y tú y yo tenemos que ir a un lugar, dormilona
Gruño cuando muerde el centro de mi espalda, el sueño hace que me levante de mal humor, tiempo después, cuando vamos por carretera a “Dios sabe dónde” aun no puedo disimular mi mala cara
Nate me mira de vez en vez, no parece preocupado por mi incomodidad, más bien se le ve ansioso, nervioso, y yo no entiendo ni mierda.
—¿Dónde estamos…? —pregunto sorprendida al reconocer el tipo de carteles y vallas publicitarias repartidas a la entrada, el corazón me empieza a latir con fuerza y soy yo la que se encuentra eufórica, emocionada— es…
—Una feria comercial de pequeñas y medianas empresas de la rama —reconoce un poco inseguro y baja la mirada— pensé en lo que me dijiste y creo que…
Lo interrumpo con un chillido y me lanzo a sus brazos mientras salto como niña pequeña.
—¡Gracias, gracias, gracias!
Se ríe y niega con la cabeza, me toma por los hombros para separarse de mí, desliza sus manos hasta entrelazar nuestros dedos y apoya su frente en la mía.